Euclid, una misión de la Agencia Espacial Europea, descubrió un nuevo anillo de Einstein escondido en una galaxia no muy lejana, la NGC 6505, que está a unos 590 millones de años luz de la Tierra.
Un anillo de Einstein es un fenómeno astronómico extremadamente raro, que ocurre cuando la luz de una galaxia o estrella muy lejana se deforma al pasar por un cuerpo muy pesado —bien un agujero negro, bien otra galaxia o, por ejemplo, materia obscura—. Este cuerpo, que tiene mucha masa y está a media distancia entre la fuente de luz lejana y el espectador, actúa como una especie de lente o cristal. Su gravedad curva la luz y forma un círculo perfecto a su alrededor.
La Agencia Espacial Europea (ESA) explicó que el anillo de luz que rodea la galaxia NGC 6505, la que está en primer plano, está formado por la luz de una galaxia brillante lejana que se encuentra a 4.420 millones de años luz. Dicha galaxia no se había observado antes y aún no tiene nombre.
La misión Euclid arrancó en septiembre de 2023. Envió algunas de las imágenes que había tomado a la Tierra, pero muchas de ellas estaban desenfocadas. Hasta que el investigador Bruno Altieri observó en una de ellas indicios de un fenómeno especial y decidió investigarlo en profundidad. “Yo observo los datos de Euclid a medida que llegan”, señala Altieri. “Después de que Euclid realizara más observaciones de la zona, pudimos ver un anillo de Einstein perfecto. Para mí, que llevo toda la vida interesándome por las lentes gravitacionales, fue asombroso”, asegura en una nota de prensa difundida por la ESA y recogida por EFE.
“Un anillo de Einstein es un ejemplo de lente gravitacional fuerte”, especifica Conor O'Riordan, del Instituto Max Planck de Astrofísica en Alemania y autor principal del primer artículo científico que analiza el anillo, quien subrayó que “todas las lentes intensas son especiales, porque son muy raras y son increíblemente útiles desde el punto de vista científico” y destacó que ésta es particularmente especial, porque está muy cerca de la Tierra “y la alineación la hace muy bella”.
O'Riordan insiste en que este efecto de lente gravitatoria es mayor en los objetos más masivos, como las galaxias y los cúmulos de galaxias, lo que significa que a veces se pueda ver la luz de galaxias lejanas que, de otro modo, estarían ocultas.
Estos “anillos de Einstein” son un rico laboratorio para los científicos, ya que estudiar sus efectos gravitatorios puede ayudar a conocer la expansión del Universo, detectar los efectos de la materia oscura invisible y la energía oscura, e investigar la fuente de fondo cuya luz se curva por la materia oscura que se encuentra entre la Tierra y la fuente.
Para los investigadores resultó “intrigante” que este anillo se haya observado dentro de una galaxia muy conocida, que se descubrió por primera vez en 1884, lo que demuestra lo potente que es Euclid, “que encuentra cosas nuevas incluso en lugares que creíamos conocer bien”, destacó Valeria Pettorino, científica del Proyecto Euclid de la ESA.