Durante siglos la historia del cacao ha estado asociada a las civilizaciones mesoamericanas. Se ha considerado que fueron los aztecas quienes comenzaron a procesarlo y consumirlo en forma de bebida, al igual que los mayas antes que ellos. Sin embargo, una investigación liderada por la arqueóloga Sonia Zarrillo, de la Universidad de Calgary (Canadá), en colaboración con la Universidad de Berkeley y la Universidad de California Davis, ha demostrado que el cacao ya era utilizado en la Amazonia ecuatoriana hace más de 5.300 años, mucho antes de que los aztecas siquiera existieran.
El hallazgo se basa en el análisis de fragmentos cerámicos procedentes del yacimiento de Santa Ana-La Florida, un sitio arqueológico ubicado en la región amazónica de Ecuador. Según el estudio, del que se hizo eco Science Adviser, los restos analizados contenían trazas de teobromina, un compuesto químico característico del cacao. Esto confirma que la cultura Mayo-Chinchipe, que habitó esta zona, ya consumía esta planta alrededor del 3.300 a.C., aunque no se puede afirmar que la cultivara.
Un uso que iba más allá de lo alimenticio
Hasta ahora se pensaba que el cacao había sido procesado por primera vez en Mesoamérica y que su uso se expandió gracias a los mayas y aztecas. Sin embargo, la evidencia arqueológica sugiere que su origen se encuentra en la selva amazónica, desde donde habría sido llevado hacia el norte a través de rutas de intercambio prehispánicas. Esto explicaría por qué el cacao se convirtió en un elemento central en la cultura y economía de las civilizaciones mesoamericanas.
El equipo de investigación señaló que el cacao tenía un uso que iba más allá de lo alimenticio. En las excavaciones, se encontraron recipientes con residuos de cacao en contextos funerarios y ceremoniales, lo que sugiere que esta civilización amazónica ya le otorgaba un valor ritual. Esta práctica, posteriormente adoptada por los mayas y aztecas, refuerza la idea de que el cacao no solo era un producto de consumo, sino que también tenía un profundo significado simbólico.
Otro aspecto relevante del estudio es que el análisis genético de variedades de Theobroma cacao indica que su mayor diversidad se encuentra en la cuenca del Amazonas, lo que sugiere que esta planta tiene su origen en esa región. Sin embargo, el estudio no aborda cuándo y dónde se comenzó a cultivar de forma sistemática.
El cacao antes de los aztecas
Si bien los aztecas fueron los responsables de popularizar el cacao y extender su uso antes de la llegada de los españoles, el estudio sugiere que su consumo ya estaba establecido miles de años antes. La bebida que preparaban los aztecas, conocida como xocoatl, era amarga y especiada, y se usaba tanto en rituales religiosos como en transacciones comerciales. No obstante, la evidencia arqueológica demuestra que sus raíces se encuentran en tradiciones mucho más antiguas desarrolladas en la Amazonia.
Este descubrimiento también resalta la importancia de la Amazonia como un centro clave en la historia del cacao. Investigaciones previas han demostrado que productos como la yuca, el maní y diversas variedades de ají tienen su origen en esta región. Ahora, el cacao se suma a la lista de plantas que ya eran utilizadas por comunidades amazónicas mucho antes de que fueran adoptadas por otras civilizaciones.
Los investigadores creen que este hallazgo abre nuevas líneas de estudio sobre la evolución del comercio del cacao en la América prehispánica. A medida que se realicen más excavaciones y análisis genéticos, es posible que se descubran más evidencias que ayuden a comprender cómo el cacao pasó de ser un producto amazónico a convertirse en un pilar de la cultura mesoamericana. A pesar de que la imagen del chocolate ha estado vinculada históricamente a los mayas y aztecas, este estudio obliga a replantear la narrativa sobre su origen.