Los argentinos que llegaron esta mañana en un avión de Aerolíneas Argentinas, en el operativo “Regreso Seguro” organizado por el Gobierno argentino para repatriarlos por la guerra entre Israel y Hamas, pudieron reencontrarse con sus familiares en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde los recibieron con aplausos, ovaciones y llantos de alegría y emoción.
En el sector FOB de la terminal aérea internacional, donde habitualmente arriban los vuelos privados, decenas de familiares aguardaban el reencuentro con los más de 240 argentinos evacuados tras el ataque del grupo islamista palestino Hamas.
El vuelo AR1091 de Aerolíneas Argentinas, que llegó a las 7.49, había despegado a las 23.15 desde Roma (18 hora argentina) con turistas, estudiantes y residentes argentinos en Israel.
Ezequiel Gorenstein (18) había llegado a Israel el pasado 8 de marzo por un plan de estudios que terminaba el 12 de noviembre. Estaba en Tel Aviv cuando sonó la alarma. “Tuve que volver lo antes posible para donde estaba, tampoco donde estaba había búnker, entonces fue una situación muy fea, pero bueno, contento de que ya estoy en Argentina”, relató. “Por suerte ya estoy acá -contó-, ahora, a ayudar a Israel desde acá como se pueda, eso es todo lo que voy a querer hacer”.
Su mamá, Deborah, habló de “sentimientos ambiguos”. “La verdad es que es un sentimiento muy ambiguo, tenemos derecho a vivir en tranquilidad y que ellos se sientan tranquilos. Feliz que él está acá, que está bien y que está salvo. Pero la verdad es que fue horrible. Hamas es terrorismo y quiere impartir miedo en todos nosotros. Apoyamos a Israel en esta lucha de poder vivir con tranquilidad”, dijo.
Irma Nogales (85), por su parte, visitaba a su hija que vive en Israel y celebrando el Sabbat (en hebrero, sábado) cuando a la madrugada siguiente “empezaron a sonar las alarmas”. Y relató: “Había disparos y como en el edificio había refugio, nosotros bajamos. Luego nos fuimos a la casa de un matrimonio que tenía habitaciones blindadas, pero no podíamos salir a ninguna parte”.
En este contexto, Nogales decidió que era momento de regresar a Argentina. Sin embargo, aseguró que al principio no conseguían pasajes porque “las aerolíneas no entraban al territorio”. “Estábamos prisioneros”, indicó. Por este motivo, “recurrimos a Cancillería y por suerte conseguimos regresar. Estamos muy agradecidos, se portaron muy bien”, señaló.
Con “mucho alivio” por estar de regreso en su país, los primos Enzo (16) y Paulina (17) de la ciudad de Santo Tomé, Santa Fe, se reencontraron con sus familias y destacaron que “el viaje en Hércules estuvo muy bueno, y los militares también fueron muy buena onda”. “Nosotros dijimos 'si se pone un poco más heavy la situación, nos vamos', y se está poniendo cada vez peor. Por suerte pudimos venir todos juntos con nuestros amigos”, aseguraron los jóvenes.
Mientras esperaba, Claudio Peña, de Córdoba, contó: “Tenemos dos chicos en Israel, uno de 16 años y otro de 14. El de 16 ya había estado el año pasado, ya haciendo su cuarto año allá. Ahora está haciendo quinto año. Y el otro estaba en tercer año”.
El ataque del grupo Hamas los encontró en la casa de una tía. “Estaban bien, estaban seguros, estaban tranquilos. Viendo y escuchando lo que estaba pasando cerca. Pero día a día se empezó a generar toda una incertidumbre que hizo que tomemos la decisión de querer traerlos”, dijo Peña, quien se mostró “muy agradecido con la Embajada, con el gobierno de Argentina, por todo el movimiento, todo el traslado, la comunicación permanente”.
Luego de reencontrarse con su papá Claudio y su familia, Francisco expresó su “seguridad” al estar de vuelta en Argentina: “Estaba asustado porque veía los ataques y quería volver, pero ahora me siento seguro”, contó. Además, dijo que el viaje fue “cansador” debido a la cantidad de horas de vuelo, pero resultó mejor al estar rodeado de sus amigos.
Marina Ovie, en tanto, indicó que esperaba a su hijo de tercer año de la escuela ORT Rosario. “Estamos con una inmensa felicidad, justo para alegrarme el Día de la Madre”, dijo.
Gabriel Chapunov, papá de Joaquín (18), también aguardaba encontrarse con su hijo. “Viajó hace dos años y pico porque ganó una beca de estudios para finalizar la secundaria allá, como parte de un programa. Imaginate que hoy es el Día de la Madre, así que la expectativa es esa. De volver a encontrarnos justo para un día como hoy”, contó.
En el contingente de repatriados, la mayoría de ellos estudiantes que viajaron por becas o planes de estudio, también estaba la corresponsal Melisa Trad. La periodista, que vive en San Juan pero hacía siete meses se encontraba trabajando en Cisjordania, explicó que “la tensión venía escalando hace mucho tiempo. Obviamente el conflicto no arrancó el sábado pasado. Pero sí es cierto que el ataque que realizó Hamas y la incursión al territorio israelí tuvo una escala que no se veía en mucho tiempo”.
“La gente no puede salir. Por lo tanto, muchos se están estoqueando de alimentos y de cosas por las dudas, hay mucho miedo. Hay gente también horrorizada del lado de Palestina, de las imágenes que llegaron”, relató Trad.
Si bien aseguró que “no sintió miedo”, la corresponsal añadió que “el ruido de los aviones y de los aviones de guerra son cosas que te crispan un poco”.
MB con información de agencia de noticias Télam