“No dejan de sorprendernos las cosas que ocurren”, dijo el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, al referirse a que pese a que el tribunal ordenó el miércoles pasado el secuestro del celular del imputado por el uso en redes sociales que hacía de él, la cuenta de Instagram de Pachelo sigue activa.
“Después de la incautación, el señor Pachelo continuó con la lógica de desoír las palabras del tribunal generando un ‘consultorio de preguntas’, donde no sabemos quién continúa respondiendo a los usuarios de esa red”, agregó.
El fiscal Ferrari luego pidió al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 4 de San Isidro convocar como testigo al periodista Martín Candalaft de Infobae -uno de los acreditados en el juicio-, ya que él mismo se había acercado a los fiscales para contarles que, luego de publicar anoche una nota sobre el Instagram de Pachelo, recibió esta madrugada un llamado intimidatorio.
Según lo que el propio Candalaft contó a los medios, en esa nota explicó que por más que Pachelo negara en su Instagram cualquier relación con los vigiladores del country Carmel, uno de los empleados de seguridad ya había declarado en este juicio que les solía regalar “choripanes”.
El periodista asegura que a la 1 de la madrugada del viernes, cuatro horas después de esa publicación, recibió un llamado a su celular donde primero pasaron unos segundos en silencio sin que le hablaran, y luego, una voz femenina le dijo: “Hola pibe, tengo un kilo de chorizos para venderte, ¿vas a querer? Cuidado”.
El TOC nº4 rechazó el planteo de la fiscalía al entender que el tema no está directamente vinculado a lo que se trata en el debate por este homicidio, y que lo que correspondía es que el periodista fuera a hacer la denuncia penal por amenazas a la fiscalía.
Fuentes judiciales confirmaron que este mediodía, el periodista se dirigió a la Fiscalía General de San Isidro, ubicada a la vuelta del edificio judicial donde se hace el juicio, para radicar allí formalmente la denuncia por amenazas.
LC con información de agencia Télam