La defensa de los seis policías de la Ciudad acusados de encubrir el crimen de Lucas González y de cometer vejaciones y privar ilegítimamente de la libertad a sus tres amigos luego de que fueran atacados a tiros por otros tres efectivos en el barrio porteño de Barracas, recusó al juez de la causa por considerarlo imparcial, informaron fuentes judiciales.
El planteo fue formulado por el defensor Fernando Sicilia, quien pidió que el juez en lo Criminal y Correccional 7, Martín Del Viso, sea apartado de la investigación al considerar que actúa con “imparcialidad”.
Los voceros agregaron que el magistrado rechazó el requerimiento defensista, que ahora deberá resolver la Cámara del Crimen.
El pasado martes Del Viso procesó con prisión preventiva a los seis policías que solicitaron su recusación: los comisarios Juan Romero y Fabián Du Santos, el subcomisario Roberto Inca, el inspector Héctor Cuevas y las oficiales Lorena Miño y Micaela Fariña.
A todos ellos los considera coautores de los delitos de “falsedad ideológica, falso testimonio y encubrimiento agravado en en concurso ideal”, a su vez en concurso real con “privación ilegal de la libertad agravada y porque en desempeño de un acto de servicio cometieron vejaciones contra las personas que se detuvieron”
Además a Miño, Fariña, Cuevas e Inca los procesó por falso testimonio, ya que declararon como testigos el el sumario que inició la Policía Federal Argentina una vez que se apartó a los de la Ciudad de la pesquisa.
Aún queda pendiente de resolución un pedido realizado por el fiscal del caso. Leonel Gómez Barbella, para que sean detenidos otros ocho Policías de la Ciudad que llegaron a la escena donde fueron atacados los cuatro adolescentes el 17 de noviembre último, la que para la justicia fue adulterada con intenciones de hacer pasar el caso de “gatillo fácil” como un enfrentamiento.
Ese pedido fue realizado por el fiscal el pasado viernes y alcanza a un comisario inspector, un comisario, un subcomisario, dos principales, un oficial mayor, un oficial primero y un oficial.
Según las pruebas reunidas por Gómez Barbella, a estos últimos ocho efectivos se les atribuye “haber hecho insertar datos falsos en las actuaciones labradas” por la Policía Federal Argentina (PFA), como así también las “privaciones ilegales de la libertad” a los tres sobrevivientes y la “alteración” de los rastros y pruebas“.
También les endilga “haberle aplicado tormentos y sufrimientos físicos y psicológicos” a Lucas González y a dos de sus amigos.
El hecho sucedió cerca de las 9.30 del 17 de noviembre, cuando Lucas y sus amigos salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo del Volkswagen Suran del padre de uno de ellos y se detuvieron en un kiosco situado en Iriarte y Luna, para comprar un jugo.
Tras ello fueron interceptados por un auto Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones sin patente ni signos de ser policial, del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.
De acuerdo a las pruebas recabadas, los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles, por lo que huyeron del lugar, momento en que los policías les dispararon desde distintos ángulos.
Al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos impacto en la cabeza de Lucas, quien tras ser atendido de urgencia en un hospital porteño fue trasladado y murió horas después en el hospital “El Cruce” de Florencio Varela.
En la autopsia se determinó que el mismo joven presentaba una herida de surco de proyectil en un pómulo, también disparado por la policía.
Con información de agencias.
IG