Cuatro mujeres testificaron en contra de la británica Ghislaine Maxwell durante su juicio en un tribunal federal de Manhattan, describiendo una historia convincente de abusos sexuales. Este miércoles, la expareja y mano derecha del magnate Jeffrey Epstein fue declarada culpable de cinco cargos relacionados con el tráfico sexual de menores de edad con el objetivo de llevarlas hasta Epstein.
Las cuatro mujeres que atestiguaron en su contra, Jane, Kate, Carolyn y Annie Farmer, declararon haber conocido a Maxwell cuando eran adolescentes. También dijeron que fue Maxwell quien las atrajo a la órbita de Epstein. Aunque las fechas y las circunstancias exactas de sus encuentros con Maxwell difieren, todas comparten similitudes sorprendentes. Solo Farmer usó su nombre verdadero completo.
Las cuatro mujeres dijeron que estaban pasando por un mal momento cuando Maxwell apareció en sus vidas, por precariedad económica o por situaciones familiares complicadas. Declararon que antes de los actos inapropiados de Epstein, Maxwell las hacía sentirse cómodas y especiales haciéndoles preguntas sobre sus vidas. Maxwell era una presencia tranquilizadora que atenuaba las preocupaciones o sospechas sobre Epstein.
Todas afirmaron que Maxwell estaba involucrada en los abusos o en las conductas sexuales inapropiadas de Epstein. Tres señalaron que era ella la que coordinaba las citas con Epstein. Tres aseguraron que Maxwell las tocó. Todas dijeron que Maxwell trabajaba para satisfacer las necesidades físicas de Epstein. Los testimonios de las mujeres describen a Maxwell como una facilitadora y, en algunos casos, como una participante entusiasta.
Estas son sus historias:
Jane
En el verano de 1994, Jane conoció a Maxwell en el campamento juvenil del Centro Interlochen para las Artes en Michigan. Jane, que entonces tenía 14 años, estaba tomándose un helado con sus amigos cuando se acercó Maxwell, una mujer “que paseaba un lindo perrito yorkshire terrier”. Empezaron a charlar hasta que un hombre se unió a ellas. Era Epstein.
Le preguntaron a Jane por su formación en Interlochen y le dijeron que ellos daban becas juveniles. Cuando Jane les dijo que era de Palm Beach, le pidieron el número de teléfono de su madre. Jane les dio los datos de contacto. Al finalizar el campamento y cuando regresó a casa, la llamaron para invitarla a un té a ella y a su madre.
Después de aquel primer té, Jane empezó a ver a Epstein cada semana o cada dos semanas. Epstein abusó por primera vez de ella cuando tenía 14 años. Jane dijo que a lo largo de los siguientes tres años, más o menos cada dos semanas, había encuentros sexuales con Epstein.
A veces, Maxwell estaba en la habitación durante el abuso sexual y en alguna ocasión Maxwell le tocó los pechos. “Había manos por todas partes”, relató Jane durante el juicio.
Kate
La segunda víctima declaró que conoció a Maxwell en París alrededor de 1994. A Kate le pareció que Maxwell era “muy sofisticada y muy elegante” y le dio a la mujer de la alta sociedad británica su número de teléfono. Kate declaró que Maxwell la invitó a tomar té. Durante este encuentro, Maxwell se deshizo en halagos hacia “su novio”, Epstein.
Poco después de tomar el té en la casa londinense de Maxwell, esta llamó a Kate. Le dijo que Epstein estaba allí y le preguntó si quería pasar a conocerlo. Cuando Kate llegó, Maxwell le dijo a Epstein que Kate era “muy fuerte” y a la adolescente le dijo: “¿Por qué no le das un pequeño apretón en los pies para demostrarle lo fuerte que eres?”.
Ella le dio el apretón en los pies. Epstein pareció aprobarlo y dijo: 'Adelante, puedes hacerlo con mis hombros'. Alguien llamó a Epstein por teléfono y Maxwell sacó a Kate de la casa. Unas semanas después, la llamó por teléfono para decirle que la masajista de Epstein había cancelado una cita y le preguntó si podría ir ella a dar el masaje.
Kate contó que acudió y que Maxwell la llevó por las escaleras hasta una habitación con una mesa. Epstein estaba dentro, con una bata, que se quitó para quedar desnudo. Maxwell cerró la puerta, dijo Kate, y Epstein inició un encuentro sexual con ella. Kate dijo que varios días después Maxwell la invitó a su casa y que se produjo un encuentro similar. Durante los años siguientes, Kate veía a Epstein varias veces al año.
Carolyn
Carolyn tenía 14 años cuando su novio, de 17, le presentó a Virginia Giuffre, una mujer que también ha presentado acusaciones contra Maxwell y contra Epstein. “Virginia me preguntó si quería venir a ganar dinero”, dijo Carolyn sobre su encuentro a principios de la década de 2000. Giuffre, que entonces tenía 18 años, dijo que irían a la casa de su amiga en la isla de Palm Beach para “darle un masaje”.
Carolyn contó que cuando llegaron a la casa de Epstein, Maxwell las recibió y le dijo a Giuffre: “Puedes llevarla arriba y mostrarle lo que tiene que hacer”. Giuffre se desvistió. Epstein entró en la habitación y se puso boca abajo sobre la mesa de masajes. Después de un masaje que las dos le dieron durante 45 minutos, Epstein se dio la vuelta y Giuffre tuvo sexo con él.
Más tarde, Carolyn volvió a la casa de Epstein sin la compañía de Giuffre. Dijo que Maxwell había conseguido su número de teléfono y la había llamado para coordinar los masajes. Carolyn dijo que entre los 14 y los 18 años fue a la casa de Epstein en “más de 100” ocasiones.
Carolyn contó que antes de uno de los masajes, Maxwell entró y le “tocó los pechos, las caderas y las nalgas y dijo que tenía un cuerpo estupendo para el señor Epstein y sus amigos”. Tenía 14 años.
Annie Farmer
Annie Farmer, la cuarta y última mujer en testificar contra Maxwell, contó que la británica le dio un masaje desnuda cuando solo tenía 16 años. Farmer explicó que conoció a Epstein en su mansión de Manhattan a finales de 1995. La hermana de Annie, Maria Farmer, trabajaba para él como pintora de bellas artes.
La primera vez que Annie se encontró con Epstein fue para recoger las entradas de El Fantasma de la Ópera que él les había comprado a ella y a su hermana. Lo volvió a ver cuando ella y María fueron al cine con él. Se sentó entre las dos. En un momento, Epstein “acarició” la mano de Annie y le tocó el pie y la pierna. En la primavera de 1996, Farmer se enteró de que viajaría a verle de nuevo, para pasar un fin de semana en su rancho de las afueras de Santa Fe, en Nuevo México. No se moría de ganas por ir, pero saber que allí también habría una mujer, Maxwell, la hizo sentirse más tranquila.
Tras regresar al rancho después de una excursión a la ciudad, “se decidió” que Farmer aprendería a masajear los pies de Epstein. Farmer dijo que Maxwell le enseñó cómo hacerlo y que ella siguió con el masaje. Maxwell le preguntó entonces si había recibido alguna vez un masaje profesional.
Se instaló una mesa de masaje en la habitación donde se encontraba Annie. “Me dijo que me quitara la ropa y me pusiera debajo de la sábana de la mesa de masaje”, dijo Farmer. “Ella apartó la sábana y dejó mis pechos al descubierto y empezó a frotarme en el pecho y en la parte superior del pecho”.
Traducción de Francisco de Zárate