¿Qué es?
La cuarta generación del auto chico familiar de Citroën para el mercado europeo (en Argentina se vendieron las dos primeras, pero a partir de la tercera se desarrolló un producto regional que comparte el mismo nombre pero prácticamente ningún componente). Es un poco más corto (mide solo 4,01 m) y bastante más alto que su antecesor, y a pesar de que la marca lo sigue declarando como un hatchback, podría ser caracterizado también como un SUV. Si bien todos los reflectores están puestos en la variante eléctrica ë, el C3 también hay alternativas a gasolina, pero ya no diésel. Todas las versiones están basadas en una nueva plataforma del Grupo Stellantis denominada Smart Car, que fue concebida específicamente para reducir los costos de producción para este tipo de autos económicos.
El ë-C3 está impulsado por un motor eléctrico de 113 CV, alimentado por una batería ion-litio de 44 kWh, que promete una autonomía de alrededor de 320 km con recarga rápida de del 20 % al 80 % en solo 26 minutos. Habrá también versiones convencionales pero no híbridas.
El mayor cambio que propone la nueva generación –además de la tecnología de propulsión y el cambio de formato–, es el diseño. Adopta una silueta mucho más cuadrada, sobre todo en la trompa, que se acomoda a la tendencia actual y se aleja de las típicas redondeces de sus antecesores. Algunos elementos estilísticos provienen de lo ensayado en el excelente el concept car Oli, presentado en septiembre de 2022. De él proviene la forma de las luces delanteras, que configuran la “firma visual” del auto cuando están encendidas. Un detalle distintivo es que será el primer Citroën en portar en su frente el logo rediseñado con el estilo flat design (diseño “plano”).
También hay un gran cambio en el interior, que tiene un diseño simple pero con el necesario toque tech. El instrumental detrás del volante está reducido a su mínima expresión y el protagonismo lo tiene una pantalla multimedia de 10,1 pulgadas en el centro del tablero. Los asientos son innovadores y están diseñados para dar un gran nivel de confort con el mínimo espesor y peso posible (una filosofía que también hereda del concept Oli). Todo el ambiente es muy austero pero agradable, y denota un muy cuidado uso de los recursos para maximizar el confort a un mínimo coste. Es que el ë-C3 se ofrecerá en Europa a un precio desde 23.800 euros, y se promete para más adelante una opción con batería más chica desde 20.500. Son números muy competitivos que casi lo equiparan con los modelos convencionales.
A qué apunta
El objetivo declarado por Citroën es muy explícito: “ser el el primer B-Hatch totalmente eléctrico diseñado y fabricado en Europa para clientes que buscan movilidad cero emisiones a un precio neto, justo y accesible”. Es un objetivo muy oportuno, porque a los fabricantes europeos vienen bastante demorados en ofrecer este tipo de alternativas. Esto lo reconoce el CEO global de la marca, Thierry Koscas (que supo ser Presidente de Renault Argentina unos años atrás): “Las expectativas de los clientes respecto a los vehículos del segmento B han cambiado, sobre todo con el aumento de la popularidad de los SUV y el creciente deseo de conducir en modo eléctrico en nuestras ciudades y sus alrededores, y para los fabricantes europeos de vehículos se ha vuelto más difícil satisfacer esas expectativas.”
La respuesta de Citroën a ese problema es hacer un auto con dimensiones similares al C3 anterior, pero más alto y con una posición de manejo más elevada, que lo pone muy cerquita de la categoría de los SUV, aunque lo presenten como un hatchback. Si nos guiamos por esta categorización, el nuevo C3 estará en el tradicional segmento B europeo, con sus “compatriotas” Renault Clio y Peugeot 208 como principales rivales, a los que se suman muchos otros como el VW Polo, Toyota Yaris, Dacia Sandero, Opel Corsa y siguen las firmas. El tema es que ninguno de estos modelos ofrece un nivel de electrificación como el nuevo ë-C3, lo que deja al pequeño ¿hatchback? francés casi como un one in class. En un futuro no sabemos qué tan cercano, esta situación empezará a cambiar rápidamente, especialmente con la llegada del prometido (y resucitado) Renault 4, que tendría características muy similares a las del Citroën.
Nos atrevemos a hacer un nuevo ë-C3 totalmente eléctrico para los europeos: un utilitario B fresco y cómodo, totalmente equipado, diseñado específicamente para Europa y fabricado en Europa, y extremadamente accesible con precios a partir de 23.800 euros.
Primera impresión
Muy buena. Primero, por la fidelidad de Citroën a su filosofía de hacer autos carismáticos y accesibles, un legado que viene desde el legendario 2CV. No es fácil asumir el riesgo de desarrollar y vender un auto eléctrico tan competitivo por menos de 25.000 euros. Segundo, por el diseño: el nuevo C-3 transmite una amigable sensación de robustez y un interior simple pero acogedor. Perdió un poco del carácter “juguetón” de su antecesor, que sorprendía con detalles inesperados, pero aun así es un simpático vehículo urbano.
Es muy bienvenida la audacia de Citroën, porque jugarse a hacer un vehículo a baterías tan accesible y competitivo es una apuesta de alto riesgo. Ojalá que el mercado la premie, porque este es el tipo de autos eléctricos que realmente se necesitan.
RT