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EL BLOG DEL MUNDIAL QATAR 2022

Bangladesh festeja como propio el triunfo de Argentina

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Uno de los fenómenos que visibilizó esta Copa del Mundo es la gran cantidad de habitantes de Bangladesh que alientan a Argentina y que idolatran a Lionel Messi. Ayer, después de la victoria del seleccionado argentino frente a México, ese fanatismo se hizo viral en las redes sociales. Las imágenes que circularon mostraron como cientos de ciudadanos en una plaza siguieron el partido frente a una pantalla, festejaron los goles argentinos y salieron a las calles con banderas a festejar el triunfo. Tal fue la locura desatada que hasta una presentadora de noticias de la televisión bangladeshi hizo el noticiero vistiendo la camiseta suplente de la Selección.

La pregunta es ¿por qué miles de habitantes de un país que se encuentra a 17 mil kilómetros de Buenos Aires tienen tanto fanatismo por la albiceleste? Diego Armando Maradona es la respuesta. El gol con la mano y el gol del siglo que Maradona hizo en el Estadio Azteca el 22 de junio de 1986 contra los ingleses no sólo tuvo un valor profundo para los argentinos, por lo que significó a cuatro años de la guerra de las Islas Malvinas. Para los bangladeshíes, que en ese entonces hacía 15 años se habían independizado del Imperio Británico, también fue importante, al ver la derrota del país que durante casi un siglo los tuvo bajo el yugo colonial.

Luego de ser subyugada por los portugueses, fue a principios del siglo XIX en que la Compañía Británica de las Indias Orientales consiguió dominar gran parte del territorio de la India. A partir de 1857, luego de una sublevación de militares indios que finalmente logró ser controlada, la región quedó bajo administración de la Corona Británica quien dejó en manos de un virrey el dominio de la India. Durante todo ese tiempo, los británicos impusieron su idioma, sus costumbres y sus tradiciones. Fue recién el 26 de marzo de 1971, Bangladesh logró su independencia luego de la guerra entre India y Pakistán.

Por este motivo, no es sólo Bangladesh quien apoya a Argentina. Como se ve en las transmisión del mundial hay también seguidores indios y pakistaníes que alientan a la Selección y cuyos países también fueron una excolonia británica. En ese sentido, “Argentina Fans Qatar” es una de las experiencias que surgieron en esta Copa del Mundo y reúne a cinco mil personas de estos países que actualmente residen en Qatar. En su mayoría está integrada por inmigrantes de Kerala, un estado al sur de India, que antes del Mundial se hizo conocida por levantar una gigantografía de Messi en medio de un lago. 

Es el amor de un país que comenzó con Maradona y hoy tiene a Messi como ídolo, al que tuvo el privilegio de haberlo visto jugar en su propio país. Fue en el 2011, cuando la Selección de Sabella jugó un amistoso contra Nigeria en Daca, la ciudad capital de Bangladesh. Ese partido salió 3 a 1 con dos goles de Higuain y uno de Di María. Para ese amistoso no viajó ningún hincha argentino a ver a la Selección. Pero la Argentina jugó de local. 

 

Uno de los fenómenos que visibilizó esta Copa del Mundo es la gran cantidad de habitantes de Bangladesh que alientan a Argentina y que idolatran a Lionel Messi. Ayer, después de la victoria del seleccionado argentino frente a México, ese fanatismo se hizo viral en las redes sociales. Las imágenes que circularon mostraron como cientos de ciudadanos en una plaza siguieron el partido frente a una pantalla, festejaron los goles argentinos y salieron a las calles con banderas a festejar el triunfo. Tal fue la locura desatada que hasta una presentadora de noticias de la televisión bangladeshi hizo el noticiero vistiendo la camiseta suplente de la Selección.

La pregunta es ¿por qué miles de habitantes de un país que se encuentra a 17 mil kilómetros de Buenos Aires tienen tanto fanatismo por la albiceleste? Diego Armando Maradona es la respuesta. El gol con la mano y el gol del siglo que Maradona hizo en el Estadio Azteca el 22 de junio de 1986 contra los ingleses no sólo tuvo un valor profundo para los argentinos, por lo que significó a cuatro años de la guerra de las Islas Malvinas. Para los bangladeshíes, que en ese entonces hacía 15 años se habían independizado del Imperio Británico, también fue importante, al ver la derrota del país que durante casi un siglo los tuvo bajo el yugo colonial.