Una iniciativa que reúne a 15 medios de comunicación del mundo para compartir y generar contenidos que reflejen los desafíos y las soluciones para alcanzar la igualdad de género y construir así una sociedad más inclusiva.
“Embajadoras solares”, un grupo de campesinas marroquíes trabaja para la transición energética
Construir un mundo sostenible con las mujeres y permitirles mejorar sus ingresos y condiciones de vida es el objetivo del proyecto FAREDEIC (Mujeres del Argán y Rurales Comprometidas por el Desarrollo Económico Inclusivo y el Clima, por sus siglas en francés), puesto en marcha en Marruecos, uno de los países africanos más amenazados por el cambio climático y con una mayor presión sobre los recursos naturales, según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (GIEC). Actualmente, cada marroquí dispone de unos 600 metros cúbicos de agua al año, frente a la media cuatro veces superior de la década de 1960. De ahí la importancia de la movilización para la implementación de soluciones innovadoras, que promuevan tanto la transición energética, especialmente en las zonas rurales, como la inclusión de las mujeres.
El proyecto fue lanzado en 2019 y está dirigido por Women Engage for a Common Future (WECF, una red internacional de organizaciones femeninas y medioambientales) y sus socios locales: la Asociación para las Energías Renovables y el Desarrollo Sostenible (AERDD), la Fundación Mohammed VI para la Investigación y Salvaguardia del Argán (un árbol endémico local y el segundo más abundante en Marruecos) y REMESS (Red Marroquí de Economía Social y Solidaria). Su objetivo: desarrollar un sector local de energías renovables mediante la creación de cooperativas energéticas femeninas, que fabricarán soluciones solares sencillas y asequibles como cocinas, secadoras y hornos. Ya que son precisamente las mujeres las que más sufren los efectos nocivos del cambio climático, según varias organizaciones internacionales, como Naciones Unidas y, sin embargo, a menudo no se las tiene en cuenta en la solución a este gran problema.
Concebidas como una alternativa sostenible, estos artefactos contribuyen a la implicación y reconocimiento de las mujeres en la transición energética, explican los impulsores de este programa. Se centran en el papel económico, social y medioambiental de estas mujeres, activas en cooperativas agrícolas o de argán, utilizando técnicas ancestrales, respetuosas con el medio ambiente. Y esto en un país donde tradicionalmente se utiliza leña y gas para cocinar, especialmente en las zonas rurales, a pesar de su impacto nocivo para la salud y el medio ambiente.
El proyecto durará tres años y cuenta con una subvención de 840.000 euros (un millón de dólares), de los cuales 380.000 euros son financiados por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD). El resto procede de la Agencia Francesa de Transición Energética (ADEME) y de la Fondation de France.
El proyecto involucra concretamente a 600 mujeres, que serán concienciadas mediante charlas y encuentros sobre las ventajas de la transición energética y el uso de tecnologías verdes. De entre ellas saldrán 40 líderes de cooperativas, que deberán embarcarse en la fabricación de soluciones sencillas y sobre todo eco-responsables, dedicadas a estructuras de producción agrícola, aceite de argán o incluso pesca. Se cubren dos regiones: Tánger-Tetuán (en el norte de Marruecos) y Souss-Massa (en el sur), una zona muy afectada por la crisis climática, pero que sin embargo disfruta de una tasa solar excepcional (más de 300 días de sol al año).
Al final del programa, previsto dentro de unos meses, 40 jóvenes habrán adquirido además una formación en tecnologías termosolares. De entre ellas, las mejores serán seleccionadas para apoyarles en la creación de sus propias cooperativas. Además, se beneficiarán de las acciones de desarrollo de capacidades en gestión y producción sostenible, dedicadas a las empresas rurales.
Corte, ensamblaje, montaje
El proyecto se puso en marcha en 2019, pero los primeros cursos de formación en la fabricación de cocinas solares no se iniciaron hasta finales de 2020, en colaboración con la empresa francesa Four Solaire Développement (FSD) y el Instituto Nacional de Energía Solar (INES).
A pesar de la crisis sanitaria y la necesidad de adaptarse a las medidas de seguridad para la puesta en marcha del proyecto, los formadores y socios del FSD y el INES viajaron a ambas regiones. “Las mujeres recibieron sesiones prácticas de corte, ensamblaje y montaje del material, además de clases teóricas sobre la energía solar, su uso y sus beneficios”, indican los responsables del INES.
En la región de Tánger-Tetuán, 18 jóvenes fueron capacitadas durante estas sesiones. En el Sur, esta primera etapa estuvo dirigida a los instructores de la OFPPT (Oficina de Formación Profesional y Promoción Laboral), que se encargarán de formar a otras 20 jóvenes.
Mermelada, carne y tajines en cocinas solares
“El entusiasmo y el buen humor estuvieron presentes durante esta exitosa semana, que finalizó con la fabricación de diez cocinas y una sesión de demostración de su uso, con la elaboración de mermeladas, carnes y tajines”, según el WECF.
La segunda fase, iniciada en marzo y abril, se centró en la formación de otro grupo de mujeres en la fabricación de cocinas solares en ambas regiones. Las jóvenes han adquirido habilidades en el corte de las piezas de la cocina, su ensamblaje y montaje, además de aportaciones teóricas sobre la fabricación de cocinas, explican los impulsores del proyecto.
Después de estas dos sesiones, 10 de las 40 mujeres formadas en las dos regiones serán seleccionadas para convertirse en “embajadoras solares”. Dicha selección se hará en base a “la experiencia de las jóvenes durante su formación, su motivación para continuar el proyecto y los resultados obtenidos en las pruebas teóricas”. Posteriormente, se les apoyará en la creación de sus propias cooperativas para comercializar soluciones solares. Un gran desafío para estas mujeres que podrán contribuir a la política de desarrollo sostenible de sus regiones.
Construir un mundo sostenible con las mujeres y permitirles mejorar sus ingresos y condiciones de vida es el objetivo del proyecto FAREDEIC (Mujeres del Argán y Rurales Comprometidas por el Desarrollo Económico Inclusivo y el Clima, por sus siglas en francés), puesto en marcha en Marruecos, uno de los países africanos más amenazados por el cambio climático y con una mayor presión sobre los recursos naturales, según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (GIEC). Actualmente, cada marroquí dispone de unos 600 metros cúbicos de agua al año, frente a la media cuatro veces superior de la década de 1960. De ahí la importancia de la movilización para la implementación de soluciones innovadoras, que promuevan tanto la transición energética, especialmente en las zonas rurales, como la inclusión de las mujeres.
El proyecto fue lanzado en 2019 y está dirigido por Women Engage for a Common Future (WECF, una red internacional de organizaciones femeninas y medioambientales) y sus socios locales: la Asociación para las Energías Renovables y el Desarrollo Sostenible (AERDD), la Fundación Mohammed VI para la Investigación y Salvaguardia del Argán (un árbol endémico local y el segundo más abundante en Marruecos) y REMESS (Red Marroquí de Economía Social y Solidaria). Su objetivo: desarrollar un sector local de energías renovables mediante la creación de cooperativas energéticas femeninas, que fabricarán soluciones solares sencillas y asequibles como cocinas, secadoras y hornos. Ya que son precisamente las mujeres las que más sufren los efectos nocivos del cambio climático, según varias organizaciones internacionales, como Naciones Unidas y, sin embargo, a menudo no se las tiene en cuenta en la solución a este gran problema.