Con la firmeza de quien tiene una convicción clara, pero tan sólo 4 años, Luana miró a su mamá y le dijo: “Soy una nena y me llamo Luana”. Sus palabras fueron un punto de inflexión no sólo para su familia, que inició un proceso de acompañamiento de cambio de identidad de género de una niña, sino para la sociedad toda: fue la primera vez se realizó una rectificación de DNI en la infancia.
Luana había nacido como varón, pero apenas pudo empezar a hacer manifestaciones simbólicas y verbales, hizo saber que se autopercibía como nena. En un camino difícil para su mamá, Gabriela Mansilla, y el resto de la familia, fueron acompañando su deseo como podían. Difícil no sólo por no haber vivido nunca antes algo así, sino también por las estigmatizaciones y violencias que sufrió por parte del afuera: muchos la criticaban por querer “una nena y un varón” (dado a que Luana tiene un mellizo) y la instaban a desistir del deseo de su hija.
Durante un tiempo, Mansilla dejó pasar esos reclamos e intentó convencer a Luana, que en ese entonces era niño, de que era un varón. Pero, en paralelo, empezó a escribir sus memorias y las experiencias que tenía con su hija.
Años más tarde, y luego de haberse convertido en la primera niña en recibir un DNI con su identidad percibida el 9 de octubre de 2013, Mansilla hizo de su escritura personal y a modo de refugio, un libro que sirvió de reflexión para muchas otras infancias y familias. Incluso, se convirtió en escritora, activista y presidenta de la Asociación Civil Infancias Libres (ACIL).
El libro ahora se llevó al cine y este jueves 28 se estrenará en todas las salas del país. En ambos relatos se narra cómo fue el proceso de transición de Luana y el acompañamiento de la familia; pero también los prejuicios y maltratos que sufrieron por parte de la sociedad por seguir su deseo.
Tal como la historia real en sí misma y el libro, el film también tiene un componente que lo hace disruptivo: por primera vez, una niña trans estará en la pantalla representando a otra. Se trata de Isabella G.C, una nena transgénero que también forma parte de “Infancias Libres”. Además, los protagonistas serán los reconocidos Eleonora Wexler y Juan Palomino.
Luana, ahora adolescente, participó del rodaje y charlas en torno al guion de la película. También estuvo presente en la avant premiere que se realizó este lunes 25.
El título Yo nena, yo princesa. Luana, la niña que eligió su propio nombre, surge, justamente, de esa frase tan trascendental que eligió “Lulú” para manifestarse.
“Mi angustia iba creciendo, no había explicación médica para nada de lo que te estaba pasando físicamente. Tenía mucha impotencia, nada podía hacer para mejorar tu vida, para darte tranquilidad. Tenías ya veinte meses y comenzaste a hablar, entonces me pudiste decir: – Yo nena, yo princesa. Ya no era un juego ni con lo que jugabas, era lo que decías ser. Ahí empezó tu larga lucha para tu tan cortita vida”, cuenta Mansilla en su libro.
MGF