Poderosos, el libro que retrata Comodoro Py
Comodoro Py es la pieza clave de lo que muchos coinciden en describir como el “dispositivo judicial de impunidad”, una telaraña pacientemente tejida y perfeccionada para aparentar acción cuando los resultados nunca llegan.
Poderosos -de editorial Galerna- de Lucía Salinas y Lourdes Marchese, indaga sobre ese complejo entramado a través de la historia de cada juez, jueza que integra este libro, sobre aquellos poderosos que contaron con un padrino político, que conocieron de cerca esa cuestionada relación con la Casa Rosada, que fueron parte de relaciones espurias denunciadas, que fueron -posiblemente- víctimas de un sistema más poderoso que el cargo que ostentaban.
En este libro nos encontramos con el juez del monasterio, el de la embajada, el juez del matafuego, el de los “doce monos”; también el juez de la política, el del atentado, el juez comisario o el del champagne. La lista incluye a la jueza de las lechuzas, al juez “mudo”, al del placard, el de las corbatas como también al juez de la biblioteca.
Poderosos nos permite ahondar en este rompecabezas que cuenta con trece sillones: los de los jueces federales y el de Rivadavia. Sin dejar de lado a la Corte Suprema de Justicia.
Como dijo Miguel Wiñazki: “Poderosos devela los más asombrosos vericuetos, a veces tenebrosos, que determinan la dirección de la distribución de justicia. Cada nombre analizado es una historia que ha impactado en el destino de todos: María Romilda Servini de Cubría, Claudio Bonadio, Guillermo Tiscornia, Carlos Liporaci, Jorge Urso, Francisco Trovato, Hernán Bernasconi, Gabriel Cavallo, Eduardo Freiler, Norberto Oyarbide, Raúl Zaffaroni, Juan José Galeano, o Rodolfo Canicoba Corral”.
Cada capítulo de Poderosos permite construir una suerte de historia contemporánea, el desempeño de estos jueces federales, su salida -en algunos casos escandalosa- se constituyen “como una radiografía de corrupciones, y de algunos heroísmos”, reflexiona el filósofo y periodista. Es la verificación de que las manos limpias son un privilegio de pocos. “Es la constatación de que en Comodoro Py se yergue una clave esencial para entender por qué nos sucede todo lo que nos sucede”.
Porque Comodoro Py es el poder, y el poder es Comodoro Py.
PP
0