El futbolista del Bayern Munich, Lucas Hernández, condenado por maltrato, no irá a la cárcel

Alberto Pozas

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El futbolista del Bayern de Munich Lucas Hernández no tendrá que entrar en prisión después de ser condenado varias veces por violencia de género y saltarse una orden de alejamiento. La Audiencia Provincial de Madrid decidió suspender su ingreso en la cárcel ordenado por una jueza de la capital después de acumular varias sentencias por maltrato y quebrantamiento de condena.

Los magistrados le permiten evitar la cárcel mientras no vuelva a delinquir durante cuatro años y pague una multa. La sanción económica es de 240 cuotas a razón de 400 euros al día lo que deja una multa de casi 100.000 euros según figura en el auto de la Audiencia Provincial. Hernández pedía pagar cuotas de 10 euros al día pero los jueces aumentan este número alegando que “es un distinguido futbolista profesional del Bayern y la selección francesa”. Añaden que “no es necesario ser un profundo conocedor del mundo del fútbol para saber que la capacidad económica del penado” le permite asumir ese pago de 96.000 euros si quiere evitar la prisión.

Hernández, en la actualidad futbolista en Alemania y previamente en el Atlético de Madrid, fue condenado varias veces por distintos juzgados de la capital por episodios de maltrato. Una primera vez fue condenado por agredir a su pareja durante una pelea en 2017, por la que ella también fue sentenciada, y posteriormente volvió a ser condenado por irse juntos de luna de miel a pesar del mandato de alejamiento que para entonces había dictado la Justicia. También fue condenado en 2018, dice la Justicia en este auto, por un delito de lesiones cometido tres años antes.

La Audiencia de Madrid le permite evitar la cárcel atendiendo a sus circunstancias personales y familiares y recuerda que “no se puede obviar que la persona a la que no podía acercarse consintió dicho acercamiento”. Es decir, tienen en cuenta positivamente que se saltó la orden de alejamiento con el consentimiento de su pareja, algo que según el Tribunal Supremo no es un eximente de la responsabilidad penal en este tipo de casos.

También destacan los jueces que a día de hoy sigue viviendo con la misma pareja “sin que se tenga constancia de nuevos incidentes entre ellos”. También destacan que su última condena es de 2017 y que desde entonces “no consta en su hoja histórico penal la comisión de ningún nuevo hecho delictivo, lo que puede valorarse para considerar que en la actualidad no es necesario esperar a la ejecución de la pena para evitar que el penado delinca”.  

Triple condena

El exfutbolista del Atlético de Madrid, actualmente en las filas del Bayern de Julian Nagelsmann y campeón del mundo con la selección francesa en 2018, ha sido condenado tres veces, razón por la que un juzgado de lo penal de Madrid decidió ordenar su entrada en prisión. Su primera condena fue de 31 días de trabajos comunitarios tanto para él como para su pareja por una pelea que protagonizaron en su domicilio en febrero de 2017. Los dos fueron condenados por delitos de maltrato en el ámbito familiar.

Esa sentencia también condenó a la mujer a pagar los desperfectos que causó en el coche de Hernández y mantuvo una orden de alejamiento entre ambos de medio kilómetro que fue quebrantada pocos meses después. El futbolista fue detenido cuando bajaba de un avión en junio en el aeropuerto de Madrid tras volver de un viaje con su pareja teniendo la orden de alejamiento en vigor.

Este segundo episodio supuso una segunda condena para el futbolista dictada en diciembre de 2019, en este caso de seis meses de prisión. En los últimos días los distintos autos del caso han revelado una tercera condena firme por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género dictada por un juzgado de la localidad madrileña de Móstoles “referida a hechos del año 2015”. Es decir, para cuando fue condenado en 2017 por la pelea con su pareja ya tenía antecedentes por violencia machista.

Fue la acumulación de hasta tres condenas relacionadas con la violencia de género la que llevó al juzgado de lo penal 32 de Madrid a ordenar su ingreso en prisión. El juzgado, encargado de las ejecutorias relacionadas con casos de violencia sobre la mujer, entendió que el futbolista no reunía los requisitos legales para que se suspendiera su entrada en la cárcel “dado que no es un delincuente primario”.