El tenista argentino Tomás Etcheverry le puso punto final a la mejor semana de su carrera al caer este miércoles en los cuartos de final del abierto de Roland Garros, segundo torneo de Grand Slam del 2022. Fue frente al alemán Alexander Zverev por 6-4, 3-6, 6-3 y 6-4.
El platense de 23 años, ubicado en el puesto 49 del ranking mundial de la ATP, perdió contra Zverev, exnúmero 2, luego de tres horas y 23 minutos de un intenso partido jugado en la cancha central Philippe Chatrier del complejo ubicado en el barrio parisino de Bois de Boulogne.
El alemán, semifinalista en Roland Garros en las tres ediciones pasadas, jugará su próximo partido frente el vencedor del cruce que completará los cuartos de final más tarde entre el noruego Casper Ruud (4) y el dinamarqués Holger Rune (6).
Zverev, de 26 años, impuso su categoría y sobre todo experiencia en Grand Slam. El hamburgués había perdido en las semifinales en 2021 ante el griego Stéfanos Tsitsipas y en las de 2022 frente al español Rafael Nadal, ausente este año por una lesión que padece desde febrero pasado.
La otra semifinal del cuadro masculino tendrá como protagonistas al número uno el mundo, el español Carlos Alcaraz, y al serbio Novak Djokovic (3), ganador de 22 torneos de Grand Slam. Djokovic de 36 años y Alcaraz de 20 protagonizarán una verdadera final anticipada el próximo viernes en París.
En cuanto a Etcheverry, la derrota en cuartos de final no bastará para olvidar sus dos semanas en París que lo mostraron como la gran revelación del torneo.
El argentino, en su segunda participación en Roland Garros (el año pasado perdió en la primer ronda) acumuló cuatro triunfos consecutivos ante el británico Jack Draper (55), el australiano Alex De Miñaur (19), el croata Borna Coric (16) y el japonés Yoshihito Nishioka (33), todos sin haber perdido ningún set.
En esta ocasión, Etcheverry comenzó jugando muy bien y se fue al primer descanso del partido arriba por 2-1, a merced a dos buenos juegos de servicio y la táctica de ir siempre a buscar los puntos para mantener al alemán a la defensiva e impedirle que tomara la iniciativa.
Sin embargo, el alemán de a poco le fue encontrando la vuelta al juego del argentino, comenzando a mandar en el duelo de reveses cruzados y ajustando su devolución para lograr el primer quiebre del partido, cuando se apoderó del saque de Etcheverry y pasó al frente por 4-2. Zverev se llevó el set por 6-4 jugando en un nivel alto, pero el platense no acusó la desventaja y mantuvo su tenis punzante y agresivo.
En ese marco, Etcheverry logró su primer quiebre en el segundo set para adelantarse por 4-2, aunque luego cedió su saque pero rápidamente volvió a adelantarse para quedar 5-3 y cerrar el parcial por 6-3. En ese momento, se vio lo mejor del argentino, ya que desde el 4-3 ganó cuatro juegos seguidos para quedarse al frente por 2-0 en el tercer parcial. Si bien ese momento fue favorable, el platense comenzó a jugar muy corto y eso favoreció a Zverev que se recuperó y transformó un 0-2 en un 6-3.
El alemán se adueñó de la escena cuando comenzó a seleccionar mejor sus golpes y manejó el partido con su derecha, un golpe que le permitió lograr buenos ángulos para vulnerar a Etcheverry, quien a su vez se equivocaba cuando elegía pegarle siempre fuerte y plano a la pelota, en vez de buscar variantes y mejores efectos, lo que lo llevó a equivocarse seguido.
El alemán puso la maquinaria en funcionamiento, dejó de tener baches en su juego e impuso su mayor jerarquía y sobre todo experiencia en partidos decisivos en un Grand Slam, así se puso al frente dos sets a uno y con la sensación de tener el control del partido
Entonces, no extrañó que Zverev siguiera haciendo daño en el cuarto set a Etcheverry, quien acumulaba todos los errores que no había cometido en sus partidos anteriores. Fue así que el alemán quebró a Etcheverry, se adelantó 4-3 y luego no vaciló cuando tuvo que sellar el triunfo por 6-4 en el cuarto y decisivo set.
LC con información de agencia Télam