El día que Reutemann desoyó la orden del equipo Williams y festejó en Brasil

elDiarioAR

7 de julio de 2021 14:38 h

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El 29 de marzo de 1981, hace poco más de 40 años, Carlos Reutemann logró una de sus victorias emblemáticas en la Fórmula 1, el Gran Premio de Brasil, coronado con un acto de desobediencia en la escudería Williams que más tarde le pasó factura.

La mayoría de los seguidores de la máxima categoría automovilística son conscientes de que ignorar ese cartel 'Jones-Reut', en las últimas vueltas bajo la lluvia en Jacarepaguá, le costó al Lole ser subestimado por su propio equipo.

“Hubo una decisión estratégica del equipo que hace que yo pierda el campeonato”, dijo tiempo después el argentino, en referencia a lo ocurrido en octubre de ese año, cuando no ingresó en los puestos puntuables en el Gran Premio de Las Vegas y le sirvió el campeonato al brasileño Nelson Piquet por apenas un punto.

Precisamente, el piloto carioca había marcado la pole en el trazado de Río de Janeiro, con su Brabham BT49 C. El santafesino, con Williams, obtuvo el segundo lugar, mientras que la segunda fila se ordenó con el australiano Alan Jones, compañero de Reutemann en Williams y campeón mundial por esos años, además del italiano Riccardo Patrese (Arrows).

El domingo amaneció con lluvia y la carrera, pautada a 78 giros, se largó con agua. Piquet, confiado en que la lluvia cesara, arrancó con cubiertas lisas (slicks), mientras Reutemann lo superó y tomó la punta con determinación.

Lole, que durante esa temporada en la Fórmula 1 también ganaría el Gran Premio de Bélgica en Zolder, mantuvo una ventaja oscilante entre los 3 y 8 segundos sobre su compañero de equipo, el australiano Jones.

A falta de siete vueltas para el cierre, desde el box de Williams se mostró un cartel singular: 'Jones-Reut'. La decisión de equipo, entonces, estaba clara.

Pero Reutemann ignoró la petición y se alejó de su escolta, alcanzando así su segunda victoria oficial en el mismo trazado (la primera había sido en 1978, al comando de una Ferrari).

“No vi el cartel”, manifestó Reutemann, apenas bajó del automóvil, según consignó la revista El Gráfico.

Jones, enojado con la postura que había tomado su compañero, dejó su Williams en boxes, se cambió en el motorhome y no acudió al podio de festejos.

Entonces, Reutemann, con gesto adusto y de preocupación, sólo tuvo la compañía del italiano Patrese, que había llegado en la tercera colocación en ese Gran premio brasileño.

La bronca entre los dos pilotos de Williams de esos años ya venía de la anterior competencia, en Long Beach, en el arranque de la temporada 1981.

Mientras intentaba superar a un rezagado (Marc Surer, con Ensign), Reutemann se desconcentró en una maniobra, dejó un hueco y Jones aprovechó para rebasarlo. De este modo, el campeón mundial 1980 inició la edición siguiente con triunfo.

“En el contrato estaba escrito que no nos podíamos pasar. Y (Alan) Jones lo hizo”, se quejó amargamente el santafesino. Por eso, lo de Río de Janeiro pareció un auténtico pase de facturas.

Con información de agencias.

IG