En un almuerzo con empresarios, el Presidente, Manzur, Massa y De Pedro prometieron un acuerdo con el FMI en enero y medidas pro empleo privado

Desde el año pasado que el presidente Alberto Fernández no organizaba una gran convocatoria de empresarios. Este mediodía almorzó en la Quinta de Olivos con algunos de los más poderosos del país, en compañía del jefe de Gabinete, Juan Manzur -antes de viajar este miércoles a Estados Unidos a reunirse con inversores financieros y representantes del gobierno de Joe Biden-, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro. Entre los invitados estaban Marcelo Mindlin (Pampa Energía), Hugo Eurnekian (Corporación América), Jorge Brito (Banco Macro), Javier Madanes Quintanilla (Aluar y Fate), Marcos Bulgheroni (Pan American Energy), Francisco De Narváez (ChangoMás, la marca que reemplazará a Walmart), Juan Martín de la Serna (presidente de Mercado Libre Argentina) y Alejandro Simón (CEO de Sancor Seguros).

“El Presidente contó cómo venía la negociación y que el Gobierno está pidiendo más plazo”, se refirieron en el Ejecutivo a la pretensión de que el convenio con el FMI sea por 20 años, y no a diez, como establecen los estatutos del organismo. De todos modos, otras fuentes del oficialismo aclararon: “Alberto les explicó cuáles son los acuerdos que están cerrados, respecto de un plazo de gracia de cuatro años, dentro de un acuerdo a diez años. Les contó que ahora en la asamblea del FMI se pondrán en el temario asuntos que están siendo objeto de negociación, incluido un plazo mayor y la eliminación de sobrecargos. La idea es tenerlo definido para diciembre y que se firme en enero”.

La confianza entre Fernández y los empresarios se rompió el año pasado después de una reunión en la que prometió que no habría estatizaciones y a los pocos días anunció la finalmente frustrada nacionalización de la aceitera Vicentin. Pero ahora con Manzur en la Jefatura de Gabinete corren nuevos aires y el Gobierno busca recomponer la relación con los hombres de negocios. No por casualidad se sumaron Massa, el oficialista de mayor vínculo con el establishment, y De Pedro, como representante cristinista que también se ha granjeado buen trato en estas esferas.

“El almuerzo fue muy productivo: el mensaje que reiteraron todo el tiempo es que quieren acercarse al sector privado, cerrar con el FMI (Fondo Monetario Internacional), compartirnos los planes de empleo genuino”, comentó uno de los empresarios comensales. Este último punto abarca desde desgravaciones a la contratación de empleados hasta el proyecto de ley de Massa para reconvertir subsidios sociales en trabajo, un objetivo que ya está implementando de hecho el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, en el campo, la construcción y, próximamente, la gastronomía. Fuentes oficiales explicaron que el Presidente y su equipo les hablaron de un acuerdo poselectoral para generar inversión y empleo privados.

“Hablamos de propuestas para fortalecer la recuperación del país después de la pandemia y coincidimos plenamente en la necesidad de, siempre negociando las mejores condiciones posibles para el país, avanzar decididamente en un acuerdo con el FMI para consolidar la confianza y las inversiones”, declaró Mindlin. “Además, hubo acuerdo en la necesidad de fortalecer el diálogo entre el Gobierno, los empresarios y los representantes de los trabajadores para consensuar políticas que alienten la generación de empleo privado”, agregó el dueño del grupo con inversiones en generación y transporte eléctrico, además de hidrocarburos.

“En el almuerzo que tuvimos hoy el Presidente nos transmitió mucha confianza en relación a la voluntad de alcanzar un acuerdo con el FMI y sentar las bases para un crecimiento económico del país, sustentado en la inversión y generación de empleo en el sector privado”, dijo Eurnekian, director de Corporación America y CEO de la petrolera del grupo, CGC. Su tío Eduardo estaba de viaje en Estados Unidos para recibir un galardón de la Americas Society.

Otro empresario comentó que se habló de “actualización de la ley laboral”. Es decir, flexibilización. Tema tabú para el oficialismo. Sin embargo, un hombre de negocios que participó del almuerzo advirtió que no todos están de acuerdo con una reforma laboral en este momento de crisis sino que prefiere que se levanten pronto la doble indemnización y la prohibición por despidos y que se dejen otras discusiones de fondo para cuando la economía se estabilice.

Fuentes gubernamentales comentaron que se trataron “estrategias para generar empleo genuino y un plan pospandemia”, al tiempo que se identificaron “qué sectores pueden hacer punta en la economía”. “En pos de seguir aumentando las inversiones, los empresarios plantearon empezar a ver los plazos en que el Gobierno va a sacar la doble indemnización y la prohibición de despidos. El Gobierno manifestó que en la medida que la economía se reactiva, se irán desandando medidas que se tomaron durante la pandemia”, explicaron altas fuentes del Ejecutivo. En el almuerzo también dialogaron sobre el dólar, el papel del sistema financiero y la información surgida recientemente tras la difusión del informe denominado Pandora Papers.

Sobre la negociación con el FMI, en el Gobierno informaron que se hizo un “diagnóstico de la negociación que generó tranquilidad porque existían dudas de los empresarios por lo que venían viendo y escuchando y por el silencio de Juntos por el Cambio”. “Hay inquietud por si la oposición va a votar un acuerdo con el FMI”, dijeron en el oficialismo, pese a que el candidato de Juntos en la provincia de Buenos Aires, Diego Santilli, afirmó que apoyarán un pacto.

“Se dejó en claro que dentro del Frente de Todos (FdT) se comparte la estrategia en la negociación con el Fondo”, dijeron en el Gobierno. “No hay diferencias y se vio como positivo que se ratifique la continuidad de (Kristalina) Georgieva (como directora gerenta del FMI). Si bien en el FdT siempre hay diferentes posiciones, lo importante es que se coincide en la estrategia. Las visiones distintas, precisamente, son las que enriquecen al frente, que se nutre entre quienes tienen responsabilidades de Gobierno, los movimientos sociales u otros espacios”, añadieron.

“El Presidente consideró que es fundamental seguir contando con el apoyo para conseguir el mejor acuerdo posible”, continuaron en el Gobierno. “Y agregó que en el viaje que hará Manzur a Estados Unidos llevará la visión del Gobierno, de todos los gobernadores, del PJ, siendo su vicepresidente, y también el apoyo de todos los empresarios tras este encuentro. Incluso algunos empresarios propusieron acompañar al Presidente en giras internacionales.”

Habrá que ver si el buen clima entre el Gobierno y los empresarios continúa este miércoles cuando el nuevo secretario de Comercio Interior, el cristinista Roberto Feletti, reciba a empresarios de los supermercados y la industria de la alimentación para controlar unos precios que volvieron a avivarse en septiembre. En agosto pasado, el equipo de economista del Frente de Todos bonaerense, que conducía Feletti, publicó un informe que transmitía la desconfianza hacia el establishment: “La política fiscal y monetaria prudente no frena la presión de las cúpulas empresarias hacia el Gobierno, negándose a generar una expansión vigorosa de la actividad”.

AR