La reapertura del mercado cambiario generó hoy un nuevo techo para el dólar blue. La divisa, en el mercado informal, alcanzó los $461 para la compra y $464 para la venta, en medio de rumores sobre distintas intervenciones por parte del Banco Central (BCRA) y el Ministerio de Economía.
Desde que comenzó su nueva escalada, entre el lunes pasado y hoy, el dólar blue trepó un 16%, mientras que los dólares financieros -el contado con liquidación y el MEP- subieron 13,15% y 12,25% respectivamente. Este lunes la brecha cambiaria entre el tipo de cambio paralelo y el oficial cotizado en Banco Nación -$225,50- llegó al 105%.
En lo que va del año, la divisa en el mercado informal subió 33%. Este incremento supera al 21% de inflación acumulada entre los primeros tres meses del año. Se espera que el dato de abril sea igual o más alto que el de marzo.
Si bien de lo que más suele hablarse es del dólar blue, el volumen operado en este mercado es relativamente pequeño -entre 5 y 6 millones por día-. Sin embargo, los tipos de cambio financieros como el contado con liqui -CCL- o el Mercado Electrónico de Pago -MEP- son bastante más relevantes en lo que respecta al impacto que tienen en el funcionamiento de la economía real. La operatoria es de carácter legal y muchas empresas los utilizan para pagar importaciones debido a las restricciones vigentes sobre el acceso al dólar oficial.
Tanto el dólar MEP como el CCL son, en realidad, operaciones financieras a través de bonos para hacerse de dólares. Es decir, quien quiera acceder a este mercado, debe comprar un bono en pesos y venderlo en dólares. La relación de precios resultante es el tipo de cambio. Es decir, si una persona accede a un bono local -o global- a un valor de $450 -lo paga en pesos- y después lo vende a USD 1, el tipo de cambio resultante de esta operación será $450. La diferencia entre el MEP y el CCL es que este último realiza la operación en el exterior mientras que el primero se hace dentro del país y, por ende, las divisas quedan aquí. Sin embargo, al tratarse de una operación entre privados -en tanto y en cuanto no intervenga el BCRA- no genera pérdida de reservas.
Una de las maneras de bajar los tipos de cambio financieros, entonces, es a través de la venta de títulos públicos en pesos. Cuanto menor sea el precio de los bonos en pesos, más bajo será el dólar MEP y CCL.
Sergio Massa, a través del Decreto 164 publicado el 23 de marzo, ordenó a las entidades públicas ceder sus bonos en dólares regidos por Ley Argentina -BONARES- para ser vendidos a cambio de pesos al sector privado. De esta manera, se incrementa la oferta de títulos públicos en el mercado, generando una caída en el valor de los mismos.
Esta maniobra genera dos inconvenientes en el corto y mediano plazo. En primer lugar, vender los títulos a valores actuales, significa convalidar precios muy bajos -aproximadamente un 75% por debajo del valor nominal-. Por otro lado, esos títulos pasan a manos del sector privado, lo cual implica una transferencia de deuda desde el Estado hacia tenedores particulares.
En público, Eduardo Levy Yeyati por el radicalismo y Luciano Laspina por el PRO fueron dos de los que cuestionaron a Massa por “el remate de títulos públicos” que son “regalados” a manos privadas con el objetivo de bajar la cotización del dólar MEP. “El endeudamiento público neto se mide excluyendo los títulos en poder de las entidades públicas. Esto implica: 1) que la venta de títulos AL en el FGS (Fondo de garantía de sustentabilidad) del ANSES equivale a emitir deuda en USD al 25%” aseguró Yeyati vía Twitter.
El futuro inmediato no parece mostrar perspectivas de alivio para la presente situación cambiaria. El miércoles próximo habrá una licitación para colocar más bonos en pesos en respuesta a vencimientos de títulos públicos en manos de tenedores privados por casi $1 billón. Es de crucial importancia para el Gobierno intentar renovar estos vencimientos ya que, de lo contrario, existen grandes posibilidades de que esos pesos se vuelquen al dólar en el mercado paralelo.
Dólar agro
A su vez, el dólar agro implementado el pasado 8 de abril no viene cumpliendo las expectativas: desde la puesta en marcha del programa, las empresas agroexportadoras liquidaron aproximadamente USD 1.300 millones -economía apunta a alcanzar USD 5.000 para fines de mayo-. No solo esto, sino que los pesos emitidos para pagar el valor del tipo de cambio diferencial agregan presión al mercado cambiario informal.
En este contexto, Massa, intentará acordar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a partir del cual el organismo registre las complicaciones provocadas por una de las mayores sequías de la historia. Con esto, el Gobierno intentará obtener herramientas para paliar los US$ 1.050 millones que vencen en julio. Se barajan dos alternativas: un nuevo desembolso o un estiramiento de los vencimientos.
También, desde el equipo de comunicación del Ministerio de Economía, informaron que, este miércoles, se implementará un programa de operación en yuanes para empresas importadores que permitirá ahorrar aproximadamente US$ 700 millones según cálculos oficiales.
IC