Telecom Argentina deberá esperar seis meses para avanzar en la fusión con la filial local del grupo español Telefónica, mientras el gobierno de Javier Milei avanza en la evaluación sobre la posible configuración de un monopolio en el sector.
Fuentes de Telecom confirmaron este martes a EFE que la empresa ya fue notificada formalmente de la decisión del Gobierno argentino de suspender en forma preventiva los efectos de la compra de Telefónica por parte de Telecom, concretada el pasado 24 de febrero.
La resolución ordena a Telecom abstenerse por el plazo de seis meses o hasta que las autoridades se expidan sobre si autorizan o no la operación -lo que suceda primero- de realizar cualquier tipo de acto jurídico, societario y/o comercial que implique directa o indirectamente la integración o consolidación con Telefónica Móviles Argentina.
La medida, adoptada el pasado viernes por la Secretaría de Industria y Comercio por recomendación de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), incluye cualquier iniciativa que implique unificar o integrar los equipos que forman parte de las dos empresas así como cualquier intercambio de información “competitivamente sensible”, como precios y estrategias de precios, costes y márgenes, planes de negocios y estrategias comerciales y datos sobre clientes, proveedores y planes de inversión.
La resolución, comunicada el último viernes por la Oficina del Presidente y avalada por la CNDC explica que la fusión habría derivado en una participación de mercado del 61% en telefonía móvil, 69% en telefonía fija y hasta 80% en internet residencial en algunas regiones del país. La operación, valuada en US$1.245 millones, ya había sido cerrada por ambas compañías el 24 de febrero. También ordena a las empresas a respetar los convenios para el uso recíproco de infraestructura que hubieran firmado entre sí.
Para el Grupo Clarín, que controla Telecom Argentina, la fusión era una estrategia defensiva frente al ingreso de grandes jugadores globales como Starlink (Elon Musk), Amazon o América Móvil, y apuntaba a consolidar infraestructura y ampliar la cobertura ante una competencia creciente. Pero para el Gobierno, la fusión generaba un “riesgo de monopolio” que habilitó una inusual intervención del Estado en un sector donde Milei había prometido desregulación y “libertad de mercado”.
La decisión del Gobierno se dio, además, tras la denuncia de Telecentro ante la CNDC, donde alertó que la fusión viola la Ley de Defensa de la Competencia (27.442) y ubica al grupo fusionado con participaciones dominantes: 79% en telefonía fija, 61% en móvil, 48% en banda ancha y 42% en TV paga.
En tanto, para Martín Becerra, especialista en medios y telecomunicaciones, la operación convertía al grupo en un “gigante sin precedentes” del sector infocomunicacional. Según el Global Media and Internet Research Project, sumando los ingresos de Telecom y Telefónica, el conglomerado controlaría más del 55% de la facturación total del sector, que en 2023 superó los US$8.100 millones.
Concentración en el mercado
Telecom Argentina, que tiene como principales accionistas a Cablevisión Holding (empresa controlada por el grupo Clarín) y al fondo Fintech Telecom (controlado por el empresario mexicano David Martínez), compró a Telefónica su filial en Argentina por US$1.245 millones.
Telecom y Telefónica dominan el mercado argentino de las telecomunicaciones desde que en 1989 el entonces gobierno de Carlos Menem privatizó la empresa estatal de telefonía y dividió en dos regiones al país para otorgar los servicios a estas dos empresas.
Al suspender en forma preventiva los efectos de la adquisición, el Gobierno de Milei alegó que la fusión de ambas compañías incrementaría en forma significativa su participación en el mercado.
Según el Ejecutivo, la participación resultante de la operación implicaría una concentración del 61% en el mercado de telefonía móvil y del 69% en telefonía fija, mientras que en los servicios de internet residencial la concentración podría llegar al 80% en algunas zonas del país.
En una nota remitida este martes a la Bolsa de Buenos Aires, Telecom dijo que, aún desde antes del dictado de la suspensión, las dos empresas “se encuentran operando como sociedades y negocios independientes”.
En tanto, fuentes de Telefónica en Argentina consultadas por EFE señalaron que de momento la compañía no hará comentarios sobre la suspensión.
Evaluación en marcha
Más allá de esta medida preventiva, tanto la CNDC como el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), el regulador de las telecomunicaciones en Argentina, prosiguen con el proceso de evaluación de la operación y la posible configuración de un monopolio en uno o más segmentos del mercado.
El Gobierno puede autorizar la operación, condicionarla al cumplimiento de ciertas condiciones o denegar su autorización.
Fuentes oficiales indicaron este martes a EFE que, en el caso que se detecte una posición dominante, se puede “forzar a ceder o a vender activos a un precio ventajoso a sus competidores, sobre todo en telefonía móvil”.
Las acciones de Telecom Argentina retrocedían este martes un 3,8% en la Bolsa de Buenos Aires.
Con información de Natalia Kidd, para la agencia EFE.
IG