Casi al mismo tiempo en que trascendía la citación del juez federal Daniel Rafecas para que el ex ministro de Desarrollo Productivo declare como testigo en la causa que investiga irregularidades en la licitación del gasoducto Néstor Kirchner, al ministro de Economía, Martín Guzmán le tocaba defender ante los empresarios de Asociación Empresaria Argentina (AEA) la importancia de continuar con una de las mayores apuestas del Gobierno nacional en materia de obra pública y el menos amigable proyecto de renta inesperada.
“Avanzaremos con la obra estratégica del gasoducto Néstor Kirchner, impulsando licitaciones técnicas que se adecuan a las necesidades del país”, dijo Guzmán en uno de los salones del Hotel Sheraton, en Retiro, donde varios de los empresarios más poderosos del país lo escuchaban.
El ministro destacó el carácter “estratégico” de la megaobra y señaló que se encuadra “en las necesidades que enfrenta la Argentina”.
Poco antes había sido uno de ellos, Paolo Rocca, quien se defendió de las sospechas de corrupción que se desprenden del gasoducto. “Acá no hubo corrupción ni direccionamiento ni nada”, había dicho el CEO de Techint.
A Guzmán le tocó el cierre del foro de AEA que también celebraba su 20 aniversario. No era un auditorio amigo. Temprano, Héctor Magnetto, el hombre de Clarín, había marcado la cancha al criticar la suba de impuestos y rechazando el proyecto de gravar la renta inesperada.
En ese contexto, Guzmán defendió la iniciativa.
“No es un nuevo impuesto, sino una sobre alícuota por un año en un contexto de guerra, no es un nuevo impuesto. Hay otros países que ya lo adoptaron como Italia y Gran Bretaña y otros que lo están analizando”, dijo el ministro.
Y volvió con el mismo argumento que utilizó ayer al presentar el proyecto junto al presidente Alberto Fernández: “No hay progreso si no es compartido. Cuando pasa algo tan extraordinario como la guerra, nuestra responsabilidad es actuar para que la Argentina progrese sobre las bases de la equidad”.
Para defender su gestión ante los empresarios, Guzmán eligió exponer con un micrófono inalámbrico y caminando a lo largo del escenario como si se tratara de una charla TED. Así, explicó que “para que el Estado tenga fuerza lo primero es tener mayor sostenibilidad desde el punto de vista externo”, y que por esa razón el país “necesita acumular reservas”.
“Argentina no puede abandonar el camino de construcción de una moneda más fuerte”, enfatizó. Y repaso les recordó que “el sector público ha tenido un rol fundamental para evitar que el sector privado experimentase una situación de colapso duradero por la pandemia”.
Sin salirse del libreto que viene desplegando para justificar la renta inesperada, Guzmán agregó: “Ha Habido un shock que ha generado para ciertos sectores una renta que no tiene nada que ver con una mayor ingestión sino que es producto del shock internacional” que al mismo tiempo le “genera problemas a millones de personas”.