El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) actualizó este lunes los montos de los subsidios destinados a los diferentes tipos de producción para el cine argentino, al tiempo que estableció el “costo reconocido de una película nacional de presupuesto medio”, en $300.000.000, con carácter retroactivo al 1 de septiembre de 2024, y el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, celebró las resoluciones publicadas en el Boletín Oficial con un posteo repleto de refrencias a filmes argentinos y una foto de “Tiempo de Revancha”, la película de 1981 escrita y dirigida por Adolfo Aristarain y protagonizada por Federico Luppi, Haydée Padilla, Julio de Grazia y Ulises Dumont.
A través de la Resolución 50/2025, publicada en el Boletín Oficial. , el gobierno estableció “el costo reconocido de una película nacional de presupuesto medio” en $300.000.000, con vigencia retroactiva al 1 de septiembre de 2024, monto que reemplaza al vigente hasta ahora, que era de $105.000.000.
Además, se fijaron topes de subsidios para distintos formatos de producción:
- Animación: hasta el 43% del costo reconocido.
- Ficción: hasta el 34%.
- Documentales: hasta el 17%.
En tanto, la resolución 48/2025 determinó que la “Cuota de Pantalla de Estrenos de películas nacionales para las exhibidoras será 6% del total de películas estreno exhibidas por grupo empresario en el año para los que tengan más de 8 pantallas y 4% para los que tengan hasta 8 pantallas”.
La norma establece:
- Las películas seleccionadas para el cómputo de cumplimiento de la Cuota de Pantalla deberán exhibirse para su estreno en por lo menos DOS (2) funciones diarias en horario central – entre las 17 horas y el cierre - durante toda la semana cinematográfica.
- En las ciudades que tengan menos de 100.000 habitantes las películas seleccionadas para el cómputo de cumplimiento de la Cuota de Pantalla deberán exhibirse para su estreno en por lo menos UNA (1) función diaria en horario central – entre las 17 horas y el cierre - durante toda la semana cinematográfica.
- La cuota de pantalla podrá estar acompañada de acciones a convenir entre las empresas exhibidoras y el INSTITUTO para fomentar la exhibición de las películas nacionales.
- Los grupos empresarios exhibidores que al finalizar el año calendario no cumplieran con lo establecido en el ARTÍCULO 2° deberán pagar una multa del DOS POR CIENTO (2%) de la recaudación bruta anual de la taquilla de cine del año calendario correspondiente.
- La exhibición de cada ESTRENO de largometraje documental nacional será computado cómo UNO COMA CINCO (1,5) ESTRENOS a los efectos del cumplimiento de Cuota de Pantalla.
- Las películas nacionales disponibles para ser exhibidas podrán estar inscriptas o no en el CALENDARIO DE ESTRENOS para el cómputo del control de Cuota de Pantalla.
- Las películas que sean inscriptas en el CALENDARIO DE ESTRENOS sin estar en condiciones de ser exhibidas serán sancionadas con la pérdida del beneficio de Cuota de Pantalla para la exhibición.
De acuerdo a la resolución, “la misión del organismo es promover la innovación, profesionalización y calidad en cada etapa de la producción audiovisual, con el objetivo de fortalecer la industria audiovisual como un sector competitivo, moderno y sustentable, que contribuya a la identidad cultural del país y expanda su alcance hacia nuevos mercados globales”.
Sturzenegger, el “tiempo de revancha” y las referencias al cine argentino
En un posteo en redes sociales, como lo hace habitualmente cuando se publican disposiciones en el Boletín Oficial que tienen que ver con ajustes en el Estado, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, consideró a la resolución 48/25 con firma de Carlos Pirovano, Director del INCAA, dependiente de la Secretaria General de la Presidencia que comanda Karina Milei, como “una pieza de colección que revela la hipocresía (y daño) del discurso del Estado presente: en este caso deja expuesto como el INCAA literalmente devastó las salas de cine en el interior del país que decía defender”.
“Te lo resumo así nomás: a medida que el INCAA crecía en militancia rentada con el kirchnerismo, necesitaba más y más recursos de manera insaciable. Y ¿de dónde podría sacar fácil esos recursos? Obviamente, de los espectadores de cine a los que podía expoliar con una simple resolución del organismo. Hay que darse cuenta, para ese arreglo de plata dulce, la historia oficial era que se defendía a la cultura. La realidad era que, a fuerzas de tasas (sin tregua) se fueron sumando costos a la entrada de cine para financiar la militancia del INCAA”, arrancó su posteo el funcionario.
Para Sturzenegger, “dentro de esas muchas tasas, hubo una que resultó devastadora para las salas del interior: la Resolución 2114/11 con firma de Liliana Mazure (NdeR: presidenta del INCAA entre 2008 y 2013). La Resolución 2114/11, hay que darse cuenta, para que no ocurra nunca más, es otro ejemplo de como el Estado utiliza una causa noble para beneficio propio, sin importarle si lo que hace destruye lo que dice defender. Un engaño superior a cualquiera que Gastón Pauls pudiera hacerle a Ricardo Darín. Es la maldad que acecha”.
“La 2114/11 arranca diciendo que el objetivo del INCAA es el 'fomento de la actividad cinematográfica', sigue con que 'la realidad contraviene el derecho a la diversidad cultural' (te lo resumo así nomás: la gente no veía lo que el Estado quería que viera) y que 'el acotado número de ventanas … ha llevado a la ocupación por unos pocos productos.' Aceptemos que hubiera pocas salas, ¿qué hace la resolución al respecto? ... dice: … 'cabe distinguir el derecho de clasificación cinematográfica, del derecho a la emisión del certificado de calificación'. (¿Perdón?) Te lo resumo así nomás: básicamente inventaron un impuesto a pagar por cada película que exhibía cada cine”, sostiene el ministro.
Y agrega: “Para las salas del interior ese impuesto, Liliana Mazure, lo fijó en hasta 6.000 entradas cuando la película se exhibía en muchas salas. ¡Curiosa manera de fomentar y ayudar a que haya más cines! El resultado fue devastador: al imponer un impuesto que crecía con el número de salas, los productores encontraron que ya no era rentable pasar cine en salas pequeñas del interior. Así, en 2024, de los 800 títulos estrenados en AMBA, solo 200 llegaron a las provincias más pequeñas. El INCAA había hecho inviables los cines del interior (¿y eso de la diversidad cultural?) Fue nuestra odisea de los giles. Nos dejaron en una ciénaga. Cenizas del paraíso”.
“Afortunadamente los ahorros que ha logrado Pirovano en el INCAA hoy permite reducir estos costos a CERO, devolviéndole esos recursos a las salas de cine de todo el país. Llevará años recuperar lo perdido. Pero eventualmente tendremos menos ñoquis y más cine. De ese que la gente quiera ver. En libertad. Quizás no haya sido el robo del siglo, pero igual llegó el momento de recuperar lo que el INCAA nos robó. Tiempo de revancha del espectador. Federico Luppi sonreiría. VLLC!”, concluyó Sturzenegger.
Con información de agencias.
IG