Tras tensas negociaciones, acusaciones cruzadas y denuncias varias, en las últimas horas, Mercado Pago llegó a un acuerdo con los bancos para implementar la interoperabilidad de los pagos QR con tarjeta de débito o crédito y los usuarios podrán utilizar esta opción a partir del próximo lunes 3 de junio en algunos comercios y se irá implementando en el resto “de manera progresiva”.
Con la puesta en marcha de la resolución dispuesta por el Banco Central desde el 30 de abril pasado, todos los lectores de QR aceptarán pagos provenientes de cualquier billetera digital, independientemente de su marca. Es que, hasta ahora, solo se podían hacer pagos sin que se cobren comisiones por el uso de su red si la tarjeta estaba cargada en una billetera de Mercado Pago.
Según pudo saber elDiarioAR de fuentes ligadas a la discusión, que lleva años, “se llegó a un acuerdo con los bancos para avanzar en la interoperabilidad QR de tarjetas de crédito en los términos contractuales y técnicos que faltaban definir”. “Del lado de Mercado Pago está todo listo y el tema está resuelto. El próximo lunes estará disponible en tres cadenas de comercios. Como en todo desarrollo técnico, la ampliación al resto de los comercios será progresiva”, señalaron.
En tanto, Modo seguirá adelante con su denuncia ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, en la que el pasado 6 de mayo señaló “cinco comportamientos anticompetitivos” por parte de Mercado Libre.
Cuál era la discusión
El Central había dispuesto que desde el 1° de mayo debía estar habilitado el pago con códigos QR provistos por Mercado Pago usando tarjetas cargadas en otras billeteras, Galperin decidió que no. Al día siguiente y todavía ayer, solo estaba habilitada la posibilidad de pagar con la cuenta que el usuario tuviera asociada a esa billetera, sea MODO, Ualá, Getnet o la de cada banco, explicaba semanas atrás Alejandro Bercovich en su columna “El Lobby”.
Los negociadores por parte de los bancos revelaron que la empresa de Marcos Galperin puso condiciones “poco razonables” para cumplir con la normativa, que ya había sido prorrogada dos veces. El fundador de Mercado pago pretendía percibir una comisión por cada cobro en el que intervengan sus terminales. Argumentaba haber invertido más de U$S30 millones en el desarrollo de la tecnología que le permitió hacer punta con los QR. Menos de un tercio de los beneficios fiscales que embolsó en 2023, según su propia declaración ante la comisión de valores neoyorquina.
De acuerdo a Bercovich, “lo más curioso es que, mientras mantiene sus códigos cerrados en Argentina, Mercado Pago viene creciendo en Brasil bajo el estándar abierto PIX, que puede leerse desde cualquier aplicación y que facilitó la proliferación de billeteras y terminales de distintas marcas y valores que multiplicaron la penetración de esa tecnología en todo el país vecino. Para eso, claro, hace falta un Central activo e implacable a la hora de imponer reglas iguales para todos”.
Qué cambió
La interoperabilidad del QR, que permite abonar con cualquier billetera virtual sin importar la plataforma de QR que tenga el comercio –sea Mercado Pago, Modo o cualquier otra–, no regía plenamente hasta ahora por falta de acuerdo entre la app de la empresa de Marcos Galperin y la de los bancos Galicia –de los Escasany, Braun y Ayerza–, Macro –de Jorge Brito–, Supervielle –de Patricio Supervielle–, los españoles Santander y BBVA, el chino ICBC, el Patagonia –del Banco do Brasil–, los estatales Nación y Ciudad y el cooperativo Credicoop, entre otros 34.
En el acuerdo con los bancos, Mercado Pago cedió en su postura de pedir una comisión extra a las demás billeteras, como Modo, la app digital que comparten 36 bancos del sistema, y, en cambio, solo recibirá lo que cobran todos los “adquirentes”, aquellos que proveen del servicio de cobro a los comerciantes.
El convenio también se ocupará de los contracargos por fraude y buscará establecer reglas claras para determinar qué empresa asume la responsabilidad en los casos en los que las operaciones deben revertirse por causa de alguna irregularidad, un punto considerado clave para garantizar la seguridad y confianza en las transacciones digitales.
A pesar del acuerdo, Modo seguirá adelante con su denuncia ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, en la que el pasado 6 de mayo señaló “cinco comportamientos anticompetitivos encuadrados en las figuras de abuso de posición dominante de tipo exclusorio” por parte de Mercado Libre que violan la legislación.
Las claves
Hasta hoy y hasta que se implemente lo acordado, si uno va con su app Modo a pagar en un comercio chico que ofrece el QR de Mercado Pago y lo hace con dinero en cuenta, el local paga una comisión del 0,85% al 1,35% que se distribuye así: 75% del peaje va a la empresa que puso el código y el 25%, a la app con la que se lo escaneó. Si es un comercio grande, el 25% de la comisión va a la firma del QR y el 75% a la de la app. Se trata de una manera de premiar a las compañías que más invirtieron en penetrar en pequeños locales, como lo hizo Mercado Libre. Pero en el caso del pago con tarjeta de crédito no se llegó a un acuerdo cómo se repartiría la comisión, que en el caso de Mercado Pago varía desde 0 hasta el 6,99%.
Esa falta de entendimiento entre Mercado Libre y los bancos de Modo –que no son todos– derivó en que esta última app denunciara a la empresa de Marcos Galperin ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) por “abuso anticompetitivo de su posición dominante en perjuicio de múltiples actores del mercado, incluidos competidores, comercios y consumidores”. La mayor empresa de Latinoamérica rechazó la acusación y recordó que tres expresidentes de la CNDC denunciaron a fines de 2023 a los principales accionistas privados de Modo –Galicia, Santander, BBVA, ICBC, Macro, Patagonia y Supervielle– por “concentración prohibida, cartelizarse y excluir competidores, prácticas anticompetitivas que afectan a las fintech y a millones de consumidores”.
Mercado Pago es la billetera más usada: la tiene el 74% de los usuarios de dinero electrónico. Le sigue Cuenta DNI, del Banco Provincia de Buenos Aires, utilizada por el 32%; BNA+, del Banco Nación, el 24%; NaranjaX, del Grupo Financiero Galicia, 21%; Modo, sólo el 18%; y Ualá, de Pierpaolo Barbieri, el 15%. Modo no pesa tanto, pero sus dueños sí, incluidos nueve de los diez bancos minoristas más grandes de la Argentina (Nación, Galicia –que compró la filial del británico HSBC–, Santander, Macro, BBVA, Ciudad, Credicoop, ICBC y Patagonia). En ese top 10 sólo se excluyó el Provincia, que apostó por Cuenta DNI. Inclusive NaranjaX también está en el capital Modo.
Modo acusaba a Mercado Libre de lo siguiente:
- “Impide que los usuarios de Mercado Pago inicien pagos con tarjeta utilizando” plataformas “competidoras.
- “Impide que las billeteras competidoras de Mercado Pago paguen con sus QR o pasarela de pagos” en el comercio electrónico.
- “Impide el uso de billeteras competidoras de Mercado Pago en su marketplace”, es decir, en su portal de e-commerce, “negando el acceso a aquellas que solicitan ser iniciadoras de pagos en la plataforma”. Es decir, uno no puede pagar con Modo, Cuenta DNI o BNA+ cuando compra en Mercado Libre.
- No permite que empresas que dan servicio de cobro a los comercios competidoras de Mercado Pago operen en Mercado Libre, “atando las ventas de comercios a sus propios servicios de pagos”. Estas compañías son Payway, Fiserv, Getnet, Viumi, Sipagos, Pago Virtual del Sur y NAVE, entre otras.
- “Obliga a compradores y vendedores del marketplace a tener una cuenta en Mercado Pago”.
Días atrás, Mercado Libre rechazó en un comunicado las acusaciones de Modo, tachó el reclamo como “tan absurdo como pretender que un supermercado ofrezca productos de marca propia de un supermercado competidor o que los bancos ofrezcan en sus sucursales y home banking los productos y servicios de Mercado Pago” y recordó la denuncia de los tres expresidentes de la CNDC Diego Petrecolla –que la encabezó en el gobierno de Carlos Menem–, Gabriel Bouzat –en el Fernando de la Rúa– y Esteban Greco –en el de Mauricio Macri– contra siete de los bancos dueños de Modo. Allí se los acusa de lo siguiente:
- “En lugar de competir entre ellos y ofrecer más y mejores promociones, acuerdan y definen conjuntamente las acciones promocionales y comerciales que Modo ofrece a los consumidores que poseen tarjetas en los bancos en cuestión. En defensa de la competencia, eso califica como colusión o cartelización, la conducta más grave entre todas las anticompetitivas”.
- “Restringen el acceso a los competidores de Modo, en particular a las billeteras digitales de empresas fintech”, en alusión a Mercado Pago, Ualá, Brubank u OpenBank, “a la información de las cuentas bancarias de los usuarios, lo que les impide brindar servicios equivalentes a los de Modo”.
- “Las transferencias a través de la app Modo desde cuentas bancarias (CBU) hacia cuentas virtuales (CVU), de competidores fintech, han sido limitadas o directamente imposibilitadas por los bancos y por Modo”.
- “Otorgan promociones y beneficios discriminatoriamente a favor de Modo. Concretamente, incluso si se utiliza un mismo medio de pago, las promociones y beneficios que otorgan los bancos sólo aplican cuando se utiliza Modo y no billeteras digitales de competidores fintech. Esto, en defensa de la competencia se conoce como un boicot colectivo”.
IG