Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) la población ocupada tuvo en el segundo trimestre un ingreso promedio de $44.809 por su ocupación principal. Si se toma como referencia el ingreso mediano, el 50% de los ocupados registraron para el mismo período un ingreso menor a $35.000. En ambos casos, se trata de un monto muy por debajo de la canasta básica familiar, que finalizó ese trimestre, en junio, en un valor de $66.488. Concretamente, el ingreso mediano representa apenas el 52,6% de la canasta que traza el límite con la pobreza.
El informe de “evolución de la distribución del ingreso”, realizado en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), considera ocupados tanto a trabajadores dependientes (asalariados) como independientes (patrones y trabajadores por cuenta propia), con distintos regímenes, horarios y calificaciones. Si se mira a la población encuestada total (personas ocupadas y sin ocupación) el documento exhibe que el ingreso promedio per cápita fue de $26.021, mientras que la mediana del ingreso per cápita alcanzó $19.200.
Entre aquellas personas que están ocupadas y tienen descuento jubilatorio, lo que permite deducir una condición de formalidad, el ingreso promedio fue de $57.443 (aumentó un 45,4% interanualmente), mientras que en el caso de aquellas sin descuento jubilatorio, el ingreso promedio se ubicó en $24.225 (41,3%).
Los datos oficiales publicados esta semana muestran que el ingreso promedio de los primeros cuatro deciles de la población, ordenado según ingreso de la ocupación principal, fue de $15.737. El ingreso promedio del estrato medio (deciles del 5 al 8) fue de $43.785, mientras que el ingreso de los deciles 9 y 10 equivale a $105.071.
Un 58,6% de la población total percibió algún tipo de ingreso (laboral o no laboral), cuyo promedio fue de $43.907. Analizado según la escala de ingreso individual, el ingreso promedio del estrato bajo (deciles del 1 al 4) equivale a $15.357; el del estrato medio (deciles del 5 al 8), a $40.994; y el del estrato alto (deciles 9 y 10), a $106.880. Los perceptores varones tuvieron un ingreso promedio de $51.916, mientras que el de las mujeres fue de $36.025. Es decir, las mujeres tienen ingreso 30% por debajo de los varones.
En el caso de los hogares, los ingresos laborales representaron el 76,5% de los ingresos totales, mientras que los ingresos no laborales alcanzaron el 23,5% restante. El peso de los ingresos no laborales fue mayor para los deciles de ingreso total familiar más bajos, siendo 66% en el primero y 11,7% en el décimo.
Respecto a las relaciones de dependencia en los hogares: la cantidad de personas no ocupadas por cada 100 ocupados fue de 140, en tanto la cantidad de no perceptores de ingreso por cada 100 perceptores fue de 70. Estas relaciones, según el ingreso per cápita familiar, son mayores en los deciles más bajos. Por ejemplo, para el decil 1, estas relaciones son 310 y 168, respectivamente, mientras que en el caso del decil 10, los valores correspondientes son 49 y 26.
El coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar de las personas fue de 0,434 para el segundo trimestre de 2021 mientras que, en el mismo trimestre de 2020 fue de 0,451, lo que muestra una disminución de la desigualdad. La brecha calculada entre la mediana del decil 10 y el decil 1 de ingreso per cápita familiar de la población fue de 16. En la comparación interanual, la brecha de la mediana se redujo tres puntos con respecto al segundo trimestre de 2020. Respecto al último trimestre sin aguinaldo (cuarto trimestre de 2020), bajó dos puntos.
MT