“La Secretaría de Comercio no va a existir en el sentido que le dieron históricamente los gobiernos. Todos los precios que pueda de la economía los voy a liberar”, había prometido Javier Milei antes de asumir la presidencia. Y así fue. La nueva Secretaría de Comercio, que ahora dirige Pablo Lavigne, ya no controla los Precios Justos, que se dieron de baja el 10 de diciembre. Para el pensamiento del jefe de Estado y de Lavigne, exsubsecretario de Facilitación del Comercio del gobierno de Mauricio Macri, la inflación es un asunto del que deben ocuparse el ministro de Economía, Luis Caputo, del que depende Comercio, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, pero los acuerdos de precios son “aspirinas para un enfermo grave”.
Lavigne arrancó su gestión reuniéndose con los supermercados para que intenten hacer ofertas. Incluso llegó a sugerir que armaran una canasta de productos por 60 días, pero los empresarios la rechazaron. “Cada uno sabe cómo hacer ofertas para no perder clientes”, le respondió uno. Así fue que cada cadena le presentó sus propias promociones. La de Changomás, de Francisco de Narváez, destacó porque incluyó más de 200 bienes, pero otras incluyeron 20 o 30. Cencosud (Jumbo) y Carrefour se apuraron a presentar canastas. Tanto Lavigne como los empresarios del sector apuestan a los descuentos en segundas marcas, tanto propias de los súper como de otros orígenes, ahora que las líderes aumentaron tanto por el final de Precios Justos.
En Comercio llevan medidos incrementos promedio del 25% en las cadenas en las primeras tres semanas de diciembre, similar registro al de la consultora LCG, que observó 27%. Observan un 1,2% por día. Admiten que habrá que esperar a los próximos meses para evaluar en qué medida se traslada parte o todo el salto del 100% del dólar oficial del 13 de diciembre. Por ahora se encarecen los bienes, pero después lo harán los servicios, admiten.
Pero la prioridad de Lavigne es otra. Fue economista de la Fundación Pensar (la del PRO) de 2011 a 2025 y de las consultoras Abeceb (del exministro macrista de Producción Dante Sica) entre 2020 y 2021 y Empiria (del exministro de Economía amarillo Hernán Lacunza) entre 2022 y hasta que asumió en el Gobierno. Este martes planea dar de baja el Sistema de Importaciones (SIRA) que autorizaba o no las compras externas de insumos para la producción y bienes finales. Busca así normalizar el flujo de la importación con un calendario de pagos cada 30 días. Para solucionar el stock de deuda por US$60.000 millones de importaciones impagas anteriores, el Central ya reglamentó la suscripción de un bono en dólares que las empresas podrán liquidar en el mercado, pero aún está en discusión la paridad del tipo de cambio de ese instrumento. Las compañías deberán inscribirse para recibir ese título, que fue criticado por ser un seguro de cambio en una moneda que no emite la autoridad monetaria.
La nueva Secretaría de Comercio busca enfocarse en las políticas de defensa de la competencia -habrá que ver en qué medida se mete contra monopolios y oligopolios, sobre todo de empresarios que vienen elogiando el nuevo giro de la Argentina-, lealtad comercial, defensa del consumidor -muchos supermercados incumplen la norma de cobrar el precio que se exhibe en góndola porque remarcan antes en las cajas- y facilitación del comercio exterior, incluida la ventanilla única para agilizar trámites de exportadores e importadores. Con Milei ya no existe más la Secretaría de Industria. Sus funciones recayeron en la de Comercio. Más trabajo para Lavigne.
AR/DTC