En la cuenta regresiva para las primarias, el Gobierno se prepara para avanzar con dos iniciativas que intentan abonar la promesa de campaña de darle un alivio al bolsillo de los argentinos y argentinas. Vedado de hacer anuncios, el Frente de Todos puede sumar en septiembre unos empujones vía Boletín Oficial: una nueva suba del piso a partir del que se paga Ganancias y el reajuste del aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil.
El piso de Ganancias ya había sido elevado a fines de abril mediante una ley. Sin embargo, la aceleración de la inflación por encima de los pronósticos oficiales y las consecuentes actualizaciones salariales amenazan con licuar el efecto de la iniciativa massista. Por eso la nueva suba será calculada en base a la revisión de paritarias y, si bien pudo saber este diario del equipo técnico que trabaja en la medida, se terminará de definir esta semana.
El Gobierno apunta a conservar por fuera del tributo a las alrededor de 1,2 millones de personas que fueron eximidas cuando se elevó el mínimo a $150.000 mensuales brutos para trabajadores activos y a ocho haberes mínimos para jubilados y pensionados. En otras palabras, mantener el porcentaje de contribuyentes que paga el impuesto entre el 8% y 10%.
Por el momento se sabe que el rango del nuevo piso estará entre $170.000 y $185.000 mensuales brutos. “Las retenciones de Ganancias vencen este martes y con esa base se puede proyectar mejor. $180.000 sería lo más cercano para llegar a diciembre con igual cantidad de beneficiados”, anticipó una fuente involucrada en la discusión de la letra chica.
Una vez definido el número no se tardará en comunicarlo, para que las empresas tengan tiempo para organizar la liquidación de septiembre de acuerdo a la nueva norma. Además, el Gobierno apuesta a capitalizarlo en las urnas, para lo que necesita que sea publicado antes del 12 de septiembre.
La ley señala que los parámetros de Ganancias deben ajustarse todos los eneros por el coeficiente que surja de la variación anual de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte). Sin embargo, esta vez, y de manera excepcional, “buscarán un número” que refleje el aumento de las paritarias y de la inflación por encima de lo trazado en el presupuesto 2021, que se tomó de insumo para diseñar la modificación original. Además, la modificación se realizaría mediante un decreto, opción que quedó habilitada por la ley.
Por el momento se sabe que el rango del nuevo piso estará entre $170.000 y $185.000 mensuales brutos.
Si bien la metodología no es clara ni especialmente prolija, los mecanismos con los que se instrumentan beneficios suelen ser escrutados con menos rigurosidad que los que van en el sentido contrario, tal como señaló a este diario el tributarista Ezequiel Passarelli, de SCI Consultores.
Las revisiones de las paritarias fueron acordadas por la mayoría de los sindicatos a comienzos del año, cuando aceptaron aumentos alineados con el pronóstico oficial de inflación, de 29%. En los primeros siete meses la inflación acumulada superó ese número y los trabajadores de distintas actividades hicieron uso de las cláusulas de revisión para volver a sentarse en la mesa. La mayoría de los sindicatos consiguieron aumentos finales por encima del 40%, con algunos casos incluso en el orden del 50%.
Por otro lado, el Gobierno también anticipó que convocará a los 32 miembros del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil en septiembre, tal como lo había acordado en la reunión de abril. Ya por decreto se adelantaron las cuotas (que se terminarán de liquidar en septiembre y no en febrero de 2022 como se acordó inicialmente) y ahora se reabrirá la discusión por el porcentaje total de aumento.
Según pudo saber elDiarioAR, la convocatoria se oficializará con una resolución a mediados de septiembre, para concretar la reunión en las últimas semanas del mes. Distintos actores de la mesa especulan con un aumento adicional que podría variar entre los 5 y 10 puntos adicionales sobre el 35% acordado inicialmente. Más allá del porcentaje (que se ubicaría dentro de la decena del 40%) gran parte del impacto sobre los bolsillos se juega en la definición de los tramos.
El salario mínimo es la principal referencia para los trabajadores informales e independientes y su actualización está ligada también a los haberes jubilatorios y las prestaciones sociales. Por ejemplo, el beneficio del programa Potenciar Trabajo, que alcanza a 1,1 millones de personas, es de la mitad del salario mínimo. Así, la recomposición de este concepto generará una onda expansiva que alcanzará a distintos segmentos de la población.
DTC