La primavera financiera del gobierno de Javier Milei está cada vez más de fiesta, aunque la economía real apenas reacciona desde el pozo. Este martes el índice riesgo país, que elabora el banco JP Morgan a partir del apetito por los títulos públicos de las naciones emergentes, bajó en el caso de la Argentina a menos de 900 puntos básicos, a 893, y después rebotó a 933. Hace un año superaba los 2.500. Todo esto significa que si el ministro de Economía, Luis Caputo, quisiera colocar bonos en el mercado para refinanciar la deuda que vence el año próximo, hoy pagaría 9,3 puntos porcentuales más de tasa de interés que EE UU. Es decir, al 14,3%. Todavía sería una tasa alta y por eso Caputo sostiene que esperará a que baje a menos del 10% para volver a endeudarse recién a mitad de 2025, siempre con la idea de usar la plata para saldar pasivos, no para incrementarlos.
El clima financiero comenzó a mejorar después de un julio de tensión primero por las intervenciones del Banco Central en el mercado cambiario, después del dólar blue tocara los $1.500. Ahora cotiza a $1.195. Después influyó el exitoso blanqueo de capitales, que permite librarse de impuestos hasta este jueves a quienes registren menos de US$100.000 o a quienes formalicen más y lo inviertan en determinadas alternativas como las obligaciones negociables (ON), que se han puesto de moda para financiar a empresas, o la construcción.
También se sumó que las colocaciones en pesos, como el plazo fijo, empezaron a ofrecen tasas más elevadas que la inflación. Así fue que empezó el carry trade, o bicicleta financiera, es decir, hay quienes desarman posiciones en dólares para invertir en moneda nacional, que promete una ganancia en divisas que difícilmente se logren en otros rincones del planeta. Pero hay más.
“Hay para mí un cambio de humor, que terminó de generarse con datos buenos de inflación para adelante, sumado a los dólares que dijeron había conseguido”, observa Christian Reos, analista de la sociedad bursátil Allaria Ledesma. Es decir, por un lado el mercado especula con que el índice de precios al consumidor (IPC) baje del 3,5% en septiembre a menos del 3% en octubre y, por otro, Caputo anticipó al diario británico Financial Times que ya consiguió que grandes bancos le den un crédito Repo (siglas en inglés de acuerdo de recompra), de alta tasa, corto plazo y fuertes garantías, para asegurarse el pago del vencimiento de capital de bonos por US$2.900 millones que vence en enero. En julio hay otro vencimiento y el ministro espera abonarlo tomando deuda del mercado.
Pero Reos reconoce que hay otro factor “secundario” que suma optimismo en los bonos argentinos: las encuestas que marcan que el candidato presidencial republicano, Donald Trump, ha pasado a liderar las encuestas en cinco de los siete estados clave de EE UU para las elecciones del próximo martes. La inflación de los últimos años, aunque esté amainando, castiga a la vicepresidenta Kamala Harris, la postulante demócrata.
El gobierno de Javier Milei espera que el expresidente y magnate vuelva a la Casa Blanca para que el año próximo impulse otro préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Argentina, como lo hizo en 2018 con la Argentina de Mauricio Macri, más guiado por intereses políticos que criterios técnicos económicos. Milei y Caputo quieren fondos frescos para liberar el cepo cambiario lo antes posible en 2025. En el Fondo, la burocracia aplaude el ajuste fiscal, pero duda de la sobrevaluación del peso, entre otras observaciones. El dólar MEP está a $1.138, el CCL, a $1.157 y el oficial, a 1.008.
“Supongo que es levemente más favorable que gane Trump, pero luego habría que ver si pone medidas proteccionistas, que no afecte las exportaciones del país a EE UU, aunque supongo que no es relevante tampoco ese número”, evalúa Reos.
Otro operador de una de las principales sociedades de la bolsa argentina, en cambio, considera que el factor Trump sí está jugando un papel importante en el renovado ascenso de los bonos y el descenso del riesgo país y los dólares paralelos esta semana. “Creo que el mercado está viendo que seguramente gane Trump y ayude a la Argentina en las negociaciones con el FMI”, analiza el broker, que prefiere el anonimato.
Por el contrario, Pablo Bachur, analista de Tomar Inversiones, no cree que por ahora influya el nuevo impulso de Trump en las encuestas. Sin embargo, admite que si gana, impactará en el optimismo del mercado por la Argentina. “Habrá que ver cómo está EE UU: de movida es un aliado, eso seguro. Debería facilitar rolleos (refinanciaciones) de cara a los vencimientos del año que viene. El tema es despejar dudas sobre la capacidad de pago”, observa Bachur.
AR/MG