La automotriz alemana Volkswagen (VW), con plantas en Pacheco y Córdoba, desvinculó a 300 operarios en la Argentina, entre despidos y retiros voluntarios, según fuentes gremiales. En la compañía se limitaron a confirmar que “desde hace unos meses se está adecuando la estructura de las dos fábricas, por la nueva situación del mercado local y externo”, pero evitaron precisar la cantidad de personal en la calle.
Un grupo autodenominado de Trabajadores Despedidos de Volkswagen en Lucha por la Reincorporación emitieron un comunicado que señala que la compañía dueña también de las marcas Audi, Scania, Seat, Lamborghini y Skoda “había comenzado con un proceso de reorganizar la producción a costa de que sus empleados acepten los retiros involuntarios y terminó en despidos encubiertos para quienes decidieron mantener su fuente de trabajo en relación de dependencia”. Señalan que la firma produce en Pacheco 400 unidades por día y niegan una crisis: “Este plan esconde de fondo el objetivo de incrementar aún más las ganancias a costa de la vida de los trabajadores”.
No obstante, la industria automotriz argentina en general está produciendo este año un 24% menos que en 2023, con una caída del 36% de las ventas de los vehículos nacionales en el mercado interno y del 14% en la exportación. Por eso, Toyota ofreció retiros voluntarios, Renault recortó empleos, Nissan y General Motors suspendieron personal.
Entre los despedidos de VW figuran exdelegados gremiales como Javier Aparicio, que rechazó por carta documento su cesantía por considerarla “discriminatoria, antisindical e improcedente”. Aparicio es de la izquierda sindical, pero también denuncia despidos de trabajadores alineados con el diputado peronista Mario Manrique, secretario general adjunto del Sindicato de Mecánicos (SMATA), “garantizados por la secretaría general, que comanda Ricardo Pignanelli”. Una interna gremial.
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