Catar ha sido un mundial de lo más novedoso. Ha sido un mundial de primeras veces: la primera vez que un mundial se celebraba en un país árabe con mayoría musulmana; o la primera vez que un equipo arbitral femenino toma parte en las decisiones en partidos de un campeonato del mundo, por poner un par de ejemplos. Un mundial inusual; desde la década de los 70, el mundial no se disputaba en solo 29 días, y no había habido un periodo tan largo de espera entre un mundial y otro desde 1950. Todo ello, unido al contexto político que ha rodeado a la decisión de disputar este mundial en este país, ha contribuido a que sea uno de los mundiales más polémicos de la historia. Uno que, sin lugar a dudas, ha dado mucho que hablar. Se puede leer este mundial de muchas maneras. Algunos lo verán como un despropósito o un error. Otros verán que, a pesar de las dificultades y los problemas, el mundial de Catar ha sido una cita en la que oriente próximo y occidente se han visto obligados a entenderse, cediendo ambos en algunas de sus certidumbres para llegar a puntos en común, y que esto es algo valioso.
Sea como fuere, el mundial de Catar ha sido un mundial diferente que ha puesto de manifiesto una manera de hacer las cosas distinta en muchos aspectos. Una de ellas, ha tenido que ver con la cobertura y la retransmisión de los partidos. En este ámbito, el mundial de Catar también ha traído novedades. El fenómeno del streaming y su peso en el acceso y la cobertura de los partidos del mundial es un muy buen ejemplo de ello. Esta ha sido la primera cita mundialista en la que la tecnología del streaming irrumpe en el panorama audiovisual y televisivo con esta fuerza. Tanto es así, que las plataformas y servicios de streaming de muchos lugares del mundo han logrado ponerse a la altura, como indica ExpressVPN, e incluso en ocasiones superar a los canales tradicionales. Las ventajas que este tipo de servicios proporcionan (como pueden ser una mayor compatibilidad con dispositivos, o una mayor comodidad y personalización a la hora de acceder a los contenidos, entre otras), explican esta transición hacia este tipo de alternativas digitales que empieza a desbancar a los medios clásicos.
El crecimiento del streaming como alternativa de visionado de contenido deportivo se está posicionando como una opción con cada vez más peso. Más de 5,000 millones de personas han seguido el mundial este año, casi 2,000 millones más que en Rusia. En el mundial de Catar, el aumento de la incidencia del fenómeno del streaming ha traído consigo aumentos más que notables en el número de espectadores que han seguido la competición a lo largo del planeta. Los aumentos de alrededor de un 42% en el número de personas que han seguido el torneo desde sus pantallas pone de manifiesto la influencia que pueden tener estos nuevos formatos en las dinámicas de consumo de contenidos de este y otro tipo.
El aumento de la importancia del streaming en una competición de talla internacional como un mundial lo sitúa en una posición apta para dar el salto a otras competiciones deportivas importantes como pueden ser los juegos olímpicos, la superbowl, o los mundiales de otras disciplinas. Todo parece indicar que el consumo de contenido audiovisual va a ir por los derroteros del streaming durante los próximos años, la pregunta, llegados a este punto parece que es: ¿a qué ritmo se producirá esta transición destinada a apartar de manera cada vez más clara a los modelos y sistemas de visualización tradicionales? Todo apunta a que cada vez más rápido.