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El café es, para muchas personas, más que una bebida. No solo les ayuda a despertar su “cerebro” por la mañana, sino también sus intestinos. Y seguramente por afirmaciones como esta es también una de las bebidas en torno a la cual circulan más creencias.
Una de las ventajas sobre las que se suele discutir es que el café puede ayudar a facilitar las evacuaciones intestinales regulares. Por lo tanto, que se trata de una de las bebidas que nos ayudan a evitar el estreñimiento, sobre todo a primera hora de la mañana.
Las razones por las que esto es así no se saben con exactitud. También debe tenerse en cuenta que puede ser un problema porque un abuso del consumo de cafeína tendría el efecto contrario porque deshidrata, por lo tanto, puede provocar estreñimiento.
Y es que hay muchas personas con problemas para ir al baño, que sufren molestias en el abdomen, hinchazón y gases que no tienen un tránsito intestinal normal (un máximo de tres deposiciones al día o un mínimo de tres semanales (aunque la frecuencia varía mucho entre personas). ¿Es realmente el café una forma segura y eficaz de hacer que nuestros intestinos trabajen bien?
¿Por qué tiene ese efecto el café?
Entre el 14-24% de las personas que sufren estreñimiento sienten que el café tiene un efecto laxante, según un estudio publicado en la Revista Europea de Gastroenterología y Hepatología. Comprender por qué ocurre esto es complejo, sobre todo teniendo en cuenta que en una taza de café hay cientos de químicos, no solo la cafeína.
Hace ya unos años, un estudio publicado en la revista Gut, de la Sociedad Británica de Gastroenterología, ya afirmaba que el café es un potente laxante. Entonces, los expertos sometieron a cientos de adolescentes a una prueba endoscópica tras haber bebido café y descubrieron que los movimientos del colon y el recto aumentaban de manera considerable.
Mucho más reciente es otro estudio de investigadores de la Universidad de Texas que nos confirma estos datos, aunque deben ir más allá en las conclusiones. Los autores, en un artículo presentado en Digestive Disease Week, admiten que las personas que beben café tienen una ayuda para mantener los intestinos en movimiento y que este actúa como estimulante de la movilidad intestinal.
Aunque todavía tratan de averiguar el motivo por el que esto sucede, todo apunta a que no tiene nada que ver con la cafeína, porque el descafeinado tiene efectos similares. Otro factor que nos dice que el efecto laxante no se debe solo a la cafeína es que beber otras bebidas con cafeína, como gaseosas o bebidas energéticas, no tienen los mismos efectos.
Otra investigación demuestra esto y dice que tanto el café con cafeína como el descafeinado estimulan la producción de la hormona gastrina, que hace que el estómago libere más ácido clorhídico y enzimas digestivas, aumente las contracciones del estómago, relaje la válvula entre los intestinos delgado y grueso y el esfínter entre el estómago y el intestino delgado.
Algunos estudios asocian este efecto laxante a compuestos del café como los ácidos clorogénicos y la N-alcanoil-5-hidroxitriptamidas, que pueden estimular la actividad intestinal. Y también a otros aspectos como el estilo de vida, que influye tanto o más que el simple consumo de café.
La Sociedad Americana de Química explica que un posible motivo de que el café tenga efectos laxantes está en su acidez. El café contiene ácido clorogénico, que provoca niveles más altos de ácido en el estómago y mayor producción de ácido gástrico. Este aumento de la acidez hace que el estómago elimine su contenido de manera más rápida. Sin embargo, y pese a todos estos estudios, las interacciones entre el café y el colon es una cuestión compleja y no afecta a todo el mundo por igual.
Cuidado con un consumo excesivo de café
Si bien el café puede ayudarnos a combatir el estreñimiento, debe tenerse en cuenta también que no solo es una bebida estimulante, sino también diurética, lo que puede empeorar los síntomas si abusamos de ella. La cafeína no se acumula en el organismo, se degrada en el hígado y se elimina por la orina entre tres y seis horas después de ingerir. De ahí el leve efecto diurético.
Esto hace que tomar grandes dosis de café pueda hacer que se orine con frecuencia durante todo el día, lo que provoca deshidratación. Esto, a la vez, dificulta el paso de las heces. Por tanto, para alguien que sufre estreñimiento crónico, beber demasiado café y té puede, en realidad, ser perjudicial.
Algunas personas son más sensibles que otras a la cafeína, que acelera los sistemas corporales como la digestión. Por eso, demasiada cafeína les puede provocar diarrea. Se calcula que cantidades de cafeína inferiores a los 300 miligramos (unas tres tazas de café al día) no son perjudiciales. Aunque dependerá de la persona y de su organismo saber la cantidad que puede tolerar sin problemas.
M.Ch.