¿Por qué nos salen a veces manchas en los ojos?
Las manchas rojas que pueden aparecen en los ojos son derrames subconjuntivales. Se trata de la rotura de los capilares que irrigan la subconjuntiva del ojo, una capa muy fina, rígida y exterior que protege la parte inmediatamente interior -conocida como esclerótica y que le da el tono blanco al ojo- y además se encarga de que el globo ocular esté debidamente lubricado.
Los capilares de la subconjuntiva son muy finos y frágiles y pueden romperse fácilmente con una subida de la presión sanguínea, por ejemplo tras un esfuerzo grande al cargar pesos, al estornudar, al vomitar, o también al evacuar con esfuerzo. Adicionalmente si nos frotamos mucho el ojo podemos padecer una rotura de estos capilares, así como con fuertes ataques de tos o bien al padecer un traumatismo ocular.
En tales casos no se trata de un cuadro grave, ya que la sangre se reabsorbe, los capilares se regeneran y el charco desaparece totalmente en un periodo de ocho días a un mes como mucho, sin causar escozores, dolores u otras molestias, si bien estéticamente pueden llamar la atención, sobre todo al principio, ya que el iris queda totalmente cubierto de sangre.
Cuándo hay que considerar ir al médico
En algunos casos, sin embargo, sí puede ser recomendable acudir a un médico. Si aparecen con frecuencia, suponiendo que sean algo más que capilares enrojecidos y marcados, es decir que sean encharcamientos, pueden haber supuestos en los que la mancha se dé por problemas crónicos.
En el caso de que se produzca esta mancha por frotarse el ojo con frecuencia, podríamos estar ante una conjuntivitis prolongada, que el oftalmólogo podrá diagnosticar y recomendar un tratamiento. Otro motivo puede ser una alergia que nos provoque irritación y un escozor en el ojo, por lo que también nos lo frotaremos.
De nuevo, el oftalmólogo nos recomendará un tratamiento, que seguramente irá acompañado de algún tipo de lágrima artificial con algún calmante. También un ambiente excesivamente seco, por aires acondicionados o calefacciones, puede incidir en la sequedad ocular y llevarnos al escozor que provoque encharcamientos. De nuevo la lágrima artificial será el mejor remedio, aunque deberá ser recetada por el oftalmólogo.
Finalmente, las manchas muy recurrentes y muy evidentes en los ojos pueden deberse a patologías más serias, que el oftalmólogo puede detectar pero por las cuáles deberá derivarnos a otros especialistas. Se podría tratar por ejemplo de hipertensión, que ante cualquier movimiento brusco propiciará la rotura de capilares con frecuencia.
No hay que confundir, de todos modos, la tensión arterial, la hipertensión, con la presión intraocular alta, propia del glaucoma. La otra causa grave de aparición de manchas oculares frecuentes que nos debe llevar al médico es la diabetes, ya que esta enfermedad incide en el mal estado a largo plazo del sistema circulatorio, afectando principalmente a los capilares.
J.S.