Al menos 40 personas han muerto y más de 500 resultaron heridas en Israel tras un ataque de Hamás, que lanzó más de 2.500 proyectiles desde Gaza, y logró infiltrar a decenas de milicianos palestinos armados en varias localidades del país. Es un hecho sin precedentes en los 16 años desde que Israel tomó el control de la franja de Gaza y al que respondió con la movilización de aviones de combate y el bombardeo de efectivos de Hamás en territorio palestino.