Un avión procedente de Casablanca, en Marruecos, y que iba destino a la ciudad turca de Estambul ha aterrizado de emergencia esta madrugada en Barcelona alegando que una de sus pasajeras estaba de parto. El suceso ha sido aprovechado por 28 de sus pasajeros para saltar a la pista y tratar de huir.
El incidente ha ocurrido a las 4:30, cuando el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat ha recibido el aviso de que el avión de la compañía Pegasus PC652, con 228 pasajeros a bordo, solicitaba aterrizar de emergencia para que se atendiese a una mujer que supuestamente había roto aguas (aunque posteriormente, tras ser hospitalizada, se demostraría que no estaba de parto).
Fuentes de la Delegación del Gobierno explican que, siguiendo el protocolo para estos casos, han acudido a la pista dos patrullas de la Guardia Civil, una de la Policía Nacional y los servicios médicos para atender a la emergencia. Al tratar de desembarcar a la mujer, un grupo de 28 personas ha aprovechado la ocasión para salir de la nave e intentar de huir. De esos, 13 han sido interceptados: cinco han sido devueltos al avión a petición propia y a otros ocho se les ha iniciado el proceso de inadmisión, afirma la Delegación. A los demás, al margen de la mujer, les están tratando de localizar.
En cuanto a la mujer, que ha sido trasladada al hospital Sant Joan de Déu, ha sido atendida y “no se le han encontrado indicios de estar de parto”, señalan las mismas fuentes de la Delegación del Gobierno. Al cabo de poco se le ha dado el alta y la han detenido “por un delito por desórdenes públicos por presuntamente fingir que estaba de parto”.
Un aterrizaje de emergencia parecido tuvo lugar hace un año en el aeropuerto Son Sant Joan, en Palma, también en un vuelo que iba de Marruecos a Turquía. Un pasajero simuló un problema de salud y, al recalar el aeronave en Palma, un grupo intentó huir y fue interceptados por la policía.
En esa ocasión, el aeropuerto tuvo que parar su actividad durante horas puesto que los pasajeros fugados se dispersaron por las pistas. Tras su detención, el juez de instrucción ordenó que entrasen en prisión preventiva y les imputó delitos de sedición, desórdenes públicos y favorecimiento de la inmigración irregular.