“Los ucranianos están dispuestos a morir por la perspectiva europea. Queremos que vivan con el sueño europeo”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El Ejecutivo europeo abre la puerta de la UE a Ucrania. Eso sí, con condiciones, y puede tardar una década en terminal de cruzarla. Este viernes el Ejecutivo comunitario hizo pública su evaluación sobre la solicitud de ingreso del país invadido por Rusia desde el 24 de febrero, y concluyó, en un tiempo récord, que los 27 deben conceder el estatus de candidato al país de Volodímir Zelenski. Un estatus que, según Bruselas, también debe ser concedido a Moldovia, pero aún no a Georgia, país al que ven más lejos del mínimo acervo comunitario.
“El país ha demostrado la determinación por acceder a los valores europeos”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al anunciar este viernes el dictamen de la institución, vestida con los colores de la bandera ucraniana –azul y amarillo–: “Estamos trabajando en la integración de Ucrania en el mercado interior, como es el caso del mercado eléctrico. Al mismo tiempo, sabemos que hace falta trabajo por hacer, como en el Estado de Derecho, por ejemplo”, aseguró Von der Leyen: “Hay que acelerar la elección de los jueces de los altos tribunales, la fiscalía... En anticorrupción se ha avanzado, pero hay que seguir avanzando con fiscales anticorrupción y una oficina de investigación de corrupción”.
“En cuando a los oligarcas, Ucrania ha adoptado una ley potente contra ellos”, dijo la jefa del Ejecutivo europeo: “En derechos fundamentales, Ucrania ha cumplido con el 80% de la Comisión de Venecia. Reconocemos el progreso realizado por Ucrania, pero subrayamos la necesidad de consolidar las reformas y avanzar con determinación para garantizar su implementación. Por supuesto, no todo se puede lograr mientras la guerra continúe en Ucrania. Sin embargo, muchos de estos problemas ya pueden abordarse. Tenemos un mensaje claro: sí, Ucrania merece una perspectiva europea. Debería ser bienvenido como país candidato, en el entendimiento de que aún queda un trabajo importante por hacer. Todo el proceso está basado en méritos. Sigue las reglas y, por lo tanto, el progreso depende completamente de Ucrania”.
“Es un paso de un camino”, decía este jueves el primer ministro italiano, Mario Draghi. “El proceso puede durar una década”, reconocía el presidente francés, Emmanuel Macron. Y así es. Aunque haya habido países del Este que pedían el ingreso inmediato de Ucrania como gesto de apoyo político frente a Rusia, lo cierto es que el proceso de adhesión va vinculado a reformas der calado institucionales, judiciales, de separación de poderes, de unidad de mercado, de reforzamiento del Estado de Derecho, de fiscalidad previsible... Hay una larga lista de mínimos que deben ser alcanzados antes del ingreso: la condicionalidad es total. Y lleva su tiempo.
El anuncio de Bruselas llega 24 horas después de que Zelenski obtuviera este jueves en Kiev un primer espaldarazo de tres países fundadores de la Unión Europea: Alemania, Italia y Francia apoyarán la próxima semana en el Consejo Europeo que se otorgue a Ucrania el estatus de país candidato. “Ucrania forma parte de la familia europea”, dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, quien aseguró que haría todo lo necesario para lograr la unanimidad para que la semana que viene haya una decisión positiva sobre la candidatura de Ucrania y también de Moldavia. “Apoyamos el estatus de candidato inmediato a la adhesión. Este estatus irá acompañado de una hoja de ruta y también implicará que se tenga en cuenta la situación en los Balcanes y sus alrededores, en particular Moldavia”, anunció Macron.
En cuanto a Moldavia, Von der Leyen también ha anunciado la recomendación del estatus de país candidato a la adhesión: “Recomendamos que el Consejo otorgue a Moldavia el estatus de candidato, en el entendimiento de que el país llevará a cabo una serie de importantes reformas. Moldavia está en un camino real a favor de las reformas, la anticorrupción y plenamente europeo por primera vez desde la independencia. Por supuesto, Moldavia todavía tiene un largo camino por recorrer. Su economía y la administración pública en particular requieren mejoras importantes. Pero siempre que los líderes del país mantengan el rumbo, creemos que el país tiene el potencial para cumplir con los requisitos”.
Y, sobre Georgia, la jefa del Ejecutivo comunitario anunció que aún no alcanza los niveles para el estatus de candidata: “El país debe diseñar un camino claro que establezca las reformas necesarias, involucre a la sociedad civil y se beneficie de un amplio apoyo político. Por eso recomendamos al Consejo que conceda la perspectiva europea, y que evalúe cómo cumple Georgia una serie de condiciones antes de concederle el estatus de candidato”.
“Hemos hecho un análisis concienzudo sobre los tres casos”, dijo Von der Leyen: “Es histórico, en un momento político especial. Los ucranianos están dispuestos a morir por la perspectiva europea. Queremos que vivan con el sueño europeo”.
Larga cola
En efecto, por mucho que se hayan retorcido los procedimientos para agilizar el camino de Ucrania, Moldavia y Georgia por su vecindad con Rusia, Bruselas es consciente de que no puede ser demasiado injusta con aquellos que ya estaban antes en la cola. Por ejemplo, Albania pidió ser miembro de la UE en abril de 2009 y recibió el estatus de candidato en junio de 2014. Macedonia del Norte, por su parte, fue declarada país candidato en diciembre de 2005, mientras que Montenegro presentó la solicitud de ingreso en la UE en diciembre de 2008 y recibió el estatus de candidata en diciembre de 2010. Serbia, a su vez, solicitó el estatus de país candidato en diciembre de 2009 y se le concedió en marzo de 2012.
Y luego está el caso de Turquía, declarado país candidato en diciembre de 1999.
Además, están los países candidatos potenciales, que tienen una perspectiva de unirse a la UE en el futuro pero que aún no han obtenido el estatus de país candidato.
Este es el caso de Bosnia-Herzegovina, por ejemplo, país con el que se abrieron las negociaciones en septiembre de 2005 que presentó en febrero de 2016 su solicitud para unirse a la UE. En septiembre de 2016, el Consejo invitó a la Comisión a presentar un dictamen sobre la solicitud de Bosnia y Herzegovina. La Comisión adoptó su dictamen negativo el 29 de mayo de 2019.
Pero también es el caso de Kosovo, con el que la UE tiene un Acuerdo de Estabilización y Asociación en vigor desde abril de 2016.
AG