La hermana del líder de Corea del Norte Kim Jong Un, Kim Yo Jong, advirtió este lunes a Estados Unidos que “no haga nada que les haga perder el sueño” si quiere “dormir en paz durante los próximos cuatro años”, una advertencia que se produce cuando Washington realiza ejercicios militares junto a Corea del Sur.
“Aprovechamos esta oportunidad para advertir a la nueva Administración de Estados Unidos que se esfuerza por desprender olor a pólvora en nuestra región”, expresó Kim Yo Jong en un comunicado, según publicó la agencia estatal de noticias del país y recoge la cadena estadounidense CNN.
Corea del Norte emitió este mensaje cuando el secretario de Estado, Antony Blinken, y el de Defensa, Lloyd Austin, acuden a la región para mantener encuentros con sus homólogos japoneses y surcoreanos.
Asimismo, el aviso fue difundido mientras Washington y Seúl realizan ejercicios militares simulados a escala reducida y horas después de que el Gobierno de Joe Biden reiterase que se había puesto en contacto con Corea del Norte y no había recibido aún respuesta.
En tanto, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, aseguró que Estados Unidos se había comunicado con Corea del Norte para “reducir el riesgo de escalada”, pero “hasta la fecha” no había recibido respuesta a los intentos de contacto, que se iniciaron en febrero, “a través de varios canales”.
“Esto sigue a más de un año sin un diálogo activo con Corea del Norte a pesar de varios intentos de Estados Unidos de participar”, lamentó Price, quien reiteró que la Administración de Joe Biden está llevando a cabo una “revisión interinstitucional exhaustiva” de la política de Estados Unidos en relación a Corea del Norte.
En este sentido, el portavoz del Departamento de Estado recordó que el Gobierno ha consultado con “muchos” exfuncionarios gubernamentales involucrados con la política del país asiático.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, precisó que la Administración tiene un “canal principal” y una “serie de varios canales” para comunicarse con Pyongyang.
“Colaboramos y seguiremos colaborando con otros aliados de Japón y Corea del Sur para solicitar aportaciones y explorar nuevos enfoques. Escuchamos atentamente sus ideas, incluso a través de consultas trilaterales. Por supuesto, la diplomacia es siempre nuestro objetivo”, reiteró Psaki, al tiempo que aseguró que el objetivo es “el riesgo de escalada” y la diplomacia sigue siendo “la primera prioridad”.
Durante el proceso, la Administración Biden consultó con antiguos responsables del Gobierno estadounidense con experiencia en la política de Corea del Norte, incluidos algunos funcionarios de la Administración Trump, así como con aliados de Japón y Corea del Sur.
Aviso a Corea del Sur
En este contexto, la hermana del líder norcoreano advirtió este martes de la posibilidad de eliminar un acuerdo de paz militar con Corea del Sur y desmantelar un órgano del Partido de los Trabajadores que se encarga del diálogo intercoreano, según recoge Yonhap.
Para Kim Yo Jong, Corea del Sur eligió un “marzo de guerra” y un “marzo de crisis” en lugar de un “marzo cálido”, y agregó que Kim Jong Un vigilará el comportamiento del país en el futuro.
A ello, Seúl respondió pidiendo calma y precisando que los ejercicios militares con Estados Unidos no deberían utilizarse para aumentar las tensiones. Asimismo, prometió continuar con el esfuerzo para mejorar las relaciones intercoreanas y apoyar el impulso de los diálogos nucleares.
Kim Jong Un y Trump
El año pasado, Corea del Norte acusó al entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de haber incumplido su palabra y aseguró que las “promesas vacías” que realizó dos años antes en su primera cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong Un, habían frustrado la esperanza de un proceso de nuclearización.
La primera cumbre entre Kim y Trump terminó con una declaración de intenciones firmada por ambos líderes y con cuatro puntos principales: normalizar las relaciones entre ambos países, la firma de un tratado de paz para poner fin a la guerra de Corea (1950-1953), la repatriación de los restos de soldados estadounidenses muertos en Corea del Norte y el inicio de un proceso de desnuclearización total de la península.
A pesar de que Trump y Kim mantuvieron otras dos reuniones desde entonces, los dos países siguen sin avanzar en las negociaciones para poner en marcha el proceso de desnuclearización. Trump insistía en que Kim tenía que renunciar al armamento nuclear antes de que se comience a retirar las sanciones mientras que Corea del Norte pedía contrapartidas a cambio de renunciar a este tipo de armamento. Los encuentros no desembocaron en resultado alguno.
Estos contactos tuvieron lugar al mismo tiempo que Japón pidiera a Estados Unidos retomara las conversaciones por dos motivos: la necesidad de que se desmantelara de “manera completa” e “inspeccionable” el programa nuclear norcoreano y el retorno de los ciudadanos japoneses secuestrados por Corea del Norte en los años 70 y 80, un conflicto que Japón quiere resolver con premura pese a las negativas norcoreanas debido a que los principales denunciantes -padres de las víctimas- están muriendo por su avanzada edad.
Con información de Europa Press.
IG