Un grupo de haitianos expulsados durante los últimos días de Estados Unidos protagonizó un fallido intento de abordar un avión con destino al país norteamericano.
“Una tensa situación ocurrió en Puerto Príncipe el (pasado) martes, cuando muchos migrantes haitianos deportados expresaron su enojo y algunos incluso intentaron subir a un avión de regreso a Estados Unidos”, informó en las últimas horas la cadena de televisión Fox News.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos comunicó que tres agentes de aduanas resultaron levemente heridos por los migrantes en dos incidentes separados en la pista del aeropuerto, informó la agencia de noticias Sputnik.
El domingo, las autoridades estadounidenses comenzaron a deportar a centenares de migrantes ilegales haitianos de vuelta a su país natal.
La situación en Haití se desestabilizó en los últimos meses tras el asesinato del presidente Jovenel Moise el 7 de julio y el terremoto que arrasó el país el 14 de agosto matando a más de 2.200 personas y causando más de 12.000 heridos.
El sismo destruyó unas 53.800 casas y otras 83.770 sufrieron daños leves o graves, lo que afectó de manera directa a más de 690.000 personas, el 40% de la población de la región.
Los migrantes se convirtieron en un serio problema para el presidente estadounidense, Joe Biden, a raíz de las deportaciones y las denuncias de la semana pasadas sobre el maltrato a inmigrantes haitianos por parte de policías montados en la frontera de Texas con México, por donde habían ingresado.
Los 2.000 migrantes que llegaron a principios de la semana pasada a la ciudad texana Del Río, desde México, se habían convertido en 15.000 para el viernes -muchos de ellos haitianos-, lo que provocó que el alcalde local, el demócrata Bruno Lozano, reclamara Âuna acción rápida del Gobierno federal para evitar que la crisis humanitaria se agigante.
Acto seguido, el servicio de vigilancia fronteriza de Estados Unidos embistió contra el masivo flujo de migrantes que buscaban entrar ilegalmente y el Gobierno comenzó a enviar el fin de semana aviones llenos de ciudadanos haitianos de regreso a su país.
Biden prometió un planteamiento más humano que su predecesor, el republicano Donald Trump, en materia de inmigración.
Sin embargo, el veterano demócrata luchó por detener la marea de inmigrantes que atraviesa la frontera desde que asumió el cargo en enero.
Biden se enfrentó a una creciente presión política para abordar rápidamente el problema tanto de los republicanos como de sus propias filas, los demócratas.
Ayer, el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, instó al mandatario a poner fin a las deportaciones masivas de migrantes haitianos, calificando esta política de actitudes “detestables y xenófobas” de la gestión del exmandatario Donald Trump.
También ayer Naciones Unidas (ONU) expresó su preocupación por las deportaciones masivas de inmigrantes haitianos.
El organismo advirtió que personas con solicitudes de asilo serias pueden estar en riesgo y ubrayó que todas las personas que piden asilo tienen derecho a que se consideren sus demandas.
La vocera de la agencia de la ONU para los refugiados, Acnur, Shabia Mantoo, precisó que solicitar asilo es un “derecho humano fundamental” y pidió “que se respete ese derecho”.
Hace meses que se registran flujos migratorios récord en la frontera con México.
Según las últimas cifras oficiales, más de 208.000 migrantes fueron detenidos allí en agosto, lo que lleva a 1.300.000 el número de personas detenidas desde que Biden asumió en la Casa Blanca.
De ese total, unos 596.000 provenían del llamado Triángulo Norte Âque integran El Salvador, Guatemala y Honduras- y más de 464.000 de México.
La oposición acusa desde hace meses a Biden de haber provocado una “crisis migratoria” por haber flexibilizado las medidas en el área de su antecesor, Donald Trump, aunque estrictamente hablando no cambió mucho la política migratoria en la frontera terrestre con México.
Con información de agencias.
IG