PSOE y Junts terminaron de cerrar definitivamente el acuerdo político que negocian desde hace tres meses para hacer posible la investidura de Pedro Sánchez. Según fuentes de la negociación, ese acuerdo será anunciado oficialmente este jueves. Esas mismas fuentes insisten en que la ley de amnistía sigue sin estar cerrada y que, en todo caso, será presentada la próxima semana.
Tras dilatarse las conversaciones en los últimos días a cuenta de varios escollos respecto al perímetro de la medida de gracia, los equipos negociadores desplazados en Bruselas, donde reside el expresident de la Generalitat y eurodiputado Carles Puigdemont, limaron las últimas asperezas y acordaron que la oficialidad del pacto de investidura se produzca de manera inminente.
Las fuentes al corriente de esa negociación consultadas por este periódico y que dan por cerrado el acuerdo, detallan además que el anuncio de la presentación de la ley de amnistía, que sigue negociándose, tendrá lugar ya la semana que viene, cuando también está previsto que se lleve a cabo la investidura. En los próximos días la presidenta del Congreso, Francina Armengol, debe hacer oficial esas fechas de los plenos para investir a Pedro Sánchez.
Con los trabajos ya muy adelantados desde hace semanas, una presión que arreciaba por tierra, mar y aire, y una vez Junts había dejado claro que ya había trastocado el calendario inicial de Pedro Sánchez, que contaba con que las negociaciones irían más rápido, era cuestión de horas que se formalizase el anuncio.
A la ofensiva judicial del CGPJ y de la Audiencia Nacional se ha sumado en los últimos días las protestas alentadas por Vox en las calles de Madrid y hasta una carta del comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, en la que pide información al Gobierno sobre la ley de amnistía antes de que se presente. PP y Ciudadanos se han arrogado el mérito de esta inédita petición.
Ahora, una vez se oficialice el acuerdo, deberán avalarlo las bases de Junts, aunque en la dirección consideran que no debería haber problema para que lo hagan porque no solo se tratará de un pacto que ha negociado Puigdemont, el nombre con mayor ascendencia en este espacio, sino que además se ha implicado a Laura Borràs en las conversaciones y confían en que eso pueda frenar las tentaciones de desmarque de los sectores más duros del partido.
Sobre el retraso en las negociaciones durante los últimos días a cuenta de los escollos encontrados sobre la dimensión de la ley de amnistía, los independentistas insisten en que las prisas del PSOE nunca fueron las de Junts. El equipo de negociadores, con Puigdemont al frente, han insistido siempre en que, por más que se especulase con las fechas sobre la presentación de la proposición de ley sobre la amnistía o la convocatoria del pleno de investidura, la presión no les afectaba.
La foto del ministro Félix Bolaños con Oriol Junqueras, con ERC atribuyéndose avances en la ley de amnistía que Junts consideraba que los republicanos no debían apropiarse, ralentizaron las conversaciones. A la competición entre Junts y ERC se sumó un elemento no previsto: la decisión del juez Manuel García Castellón de vincular un muerto por infarto con el “terrorismo” de Tsunami Democràtic.
Pero lejos de hacer zozobrar las posibilidades de pacto, las dos partes negociadoras han mantenido intactas sus intenciones de salvaguardar las conversaciones de cualquier influencia externa para concretar ya un acuerdo que se prevé oficializar este jueves.
El propio Pedro Sánchez había lanzado este miércoles una llamada a ese acuerdo de investidura en plena escalada de acoso a los socialistas. “Hechos como los que estamos viviendo nos reafirman, con más fuerza si cabe, en la necesidad de sacar adelante un gobierno de coalición progresista”, apuntó. El mensaje, remitido en una carta a la militancia del PSOE, sirvió para reafirmar la voluntad intacta del presidente en funciones de rematar con Junts el entendimiento de cara a un acuerdo.
“Si algo demuestran estos días tan aciagos que estamos pasando es la necesidad de que salga adelante, que este país sea gobernado por el PSOE desde la razón y desde los principios que siempre hemos defendido: la libertad, la democracia y la convivencia”, les dijo también en persona a los trabajadores de la sede de la calle Ferraz, a los que quiso trasladar su apoyo ante unas “intimidaciones” que, según apuntó, “no conseguirán amedrentar a los socialistas”.