El presidente ruso, Vladímir Putin, admitió este martes que la situación en la ciudad ucraniana de Mariúpol, brutalmente asediada durante semanas por el Ejército ruso, es “trágica”, al reunirse con el secretario general de la ONU, António Guterres.
“Allí la situación es difícil y, puede ser, que incluso trágica”, dijo Putin durante la reunión celebrada en el Kremlin.
Putin subrayó que en la conversación telefónica mantenida el martes con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, este le espetó que en Mariúpol “tienen lugar acciones militares”.
“Allí no hay acciones militares. Se han terminado”, insistió, y recordó que casi 1.300 soldados ucranianos depusieron las armas y se rindieron.
Destacó que la acería de Azovstal, el último bastión de resistencia donde se encuentran refugiados unos mil civiles y un número indeterminado de combatientes, está “completamente aislada”.
“He dado la orden de no llevar a cabo ninguna acción de asalto”, señaló.
Además, recalcó que el Ejército ruso ha pedido a los combatientes en Azovstal que se entreguen y recordó que con los soldados de Mariúpol que se rindieron “no ha pasado nada”.
“Es un crimen retener a civiles en calidad de escudos humanos, si es que los hay”, afirmó.
A su vez, Putin rechazó que, como dijo Guterres, los corredores humanitarios abiertos por Rusia no funcionen.
“Le han informado mal. Funcionan. De Mariúpol han salido con nuestra ayuda más de 100.000. Unos 130.000 o 140.000 han salido. Y pueden ir a donde quieran”, dijo.
Al respecto, Guterres se mostró dispuesto a movilizar los recursos logísticos y humanos de Naciones Unidas para aliviar el sufrimiento de los civiles en Mariúpol, situada en la región de Donetsk.
Guterres también llamó a Rusia a solucionar sus problemas con Ucrania exclusivamente en el marco de la ONU y calificó de “invasión” la actual campaña militar rusa en Ucrania.
Kiev denuncia que la acería de Mariúpol ha sufrido 35 ataques en 24 horas
Las instalaciones de la acería de Azovstal, en la sitiada ciudad de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, ha sufrido un total de 35 ataques aéreos del Ejército ruso en las últimas 24 horas, según fuentes de los militares que resisten en ella, citados por la agencia ucraniana Ukrinform.
El medio local indicó que en un mensaje en su cuenta de Telegram, el denominado Regimiento Azov, que forma parte del Ejército ucraniano y defiende estas instalaciones siderúrgicas, indicó que los ataques de las fuerzas rusas que rodean las instalaciones han provocado un incendio en la planta.
Según las autoridades ucranianas, en el complejo de Azovstal y en sus túneles aún resisten unos quinientos soldados del citado batallón y un millar de civiles en condiciones infrahumanas.
El batallón, cuyo mensaje no pudo ser verificado por una fuente independiente, reproduce fotografías y un video en el que se muestran las difíciles condiciones que atraviesan los civiles allí refugiados, algunos de los cuales han resultado heridos en los últimos bombardeos.
En el video puede verse a una anciana que parece herida, con la cabeza vendada y que es asistida por uno de los soldados, mientras que las fotografías muestran los destrozos en las instalaciones que han causado los ataques.
“La planta de Azovstal, donde se encuentran los defensores de Mariúpol y donde los civiles se esconden en los sótanos de los bombardeos, está bajo fuego enemigo”, aseguró el regimiento de Azov.
Agregó que en “las últimas 24 horas sufrieron 35 ataques aéreos, durante los cuales se incendió una de las zonas de la planta”.
También subrayan que algunos civiles han resultado heridos, aunque no concretan el número, y que varios de los refugiados han quedado atrapados bajo los escombros.
“Los soldados del Regimiento Azov están brindando primeros auxilios y haciendo todo lo posible por sacar a los civiles de entre los escombros”, señalaron.
Mariúpol, ciudad costera del Mar de Azov, sufre el asedio ruso desde que el Kremlin ordenó la invasión del país vecino el pasado 24 de febrero.
La urbe, que inicialmente contaba con una población de casi medio millón de habitantes, ha sido prácticamente arrasada por los ataques rusos, cuyas tropas aseguran que ya han logrado el control de toda la ciudad, a excepción de la planta siderúrgica de Azovstal.
Las autoridades ucranianas aseguran que aún permanecen entre las ruinas de la ciudad unos 120.000 habitantes sin agua, electricidad y productos básicos y denuncian que Moscú ha bloqueado los intentos de llevar ayuda humanitaria a la zona.
El gobierno del presidente Vladimir Putin ha dado hasta tres ultimatum a los soldados que resisten en la acería, que no se han cumplido, y este lunes anunció un alto el fuego para permitir la evacuación de civiles que, según Kiev, tampoco ha dado resultado.
Con información de EFE.
IG