Las presiones previas a Alemania no funcionaron. Este viernes, más de 50 países aliados de Ucrania se reunieron para dar un impulso a Kiev de cara a una nueva fase en la guerra con una oleada de asistencia militar sin precedentes. El gran ausente en esos paquetes, sin embargo, fue el carro de combate alemán Leopard 2, considerado una pieza importante para el avance de Kiev. Berlín se resiste a enviar los tanques y a autorizar a otros países a hacerlo, lo que está provocando tensión entre los aliados.
“Está claro que estamos ante los preparativos para lo va a ser la nueva fase de la guerra. Esa nueva fase será la ofensiva. La duda es si se dará tan rápido como para hacerlo antes de que termine el invierno (europeo) o no”, dice a elDiario.es Jesús A. Núñez, militar retirado y codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH). “Hay que contar, además, con que Rusia también prepara la suya, con lo que Ucrania está en una carrera contra el tiempo”.
Polonia fue el aliado más duro con Alemania. El jueves amenazó con enviar los tanques alemanes aunque no reciba autorización de Berlín y el ministro de Exteriores, Zbigniew Rau, publicó un comunicado después de la reunión afirmando que “armar a Ucrania para repeler la agresión rusa no es un ejercicio de toma de decisiones”. “La sangre ucraniana se derrama de verdad. Este es el precio de la indecisión sobre las entregas de los Leopard. Necesitamos acción ya”, añadió. El presidente polaco, Andrzej Duda, confirmó este martes que el país envió en total 260 carros de combate T-72, de fabricación soviética. “La tensión [entre los aliados] es real. Basta mirar las diferentes posturas de Polonia y los bálticos, por un lado, y Hungría en el otro extremo”, dice Núñez.
Reino Unido también anunció hace pocos días el envío de 14 tanques Challenger 2 y su ministro de Defensa, Ben Wallace, intentó convencer a Berlín. “Insto a mis colegas alemanes a que lo hagan. Estos tanques no son ofensivos cuando se usan para métodos defensivos”, declaró en la Cámara de los Comunes. “Sé que hay varios países que quieren hacer lo mismo [enviar Leopard a Ucrania]”.
El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, se estrenó en el cargo con esta reunión de alto nivel tras la dimisión el lunes de su predecesora. “La impresión que se da en ocasiones de que existe una coalición cerrada y Alemania se interpone en el camino es incorrecta”, señaló Pistorius ante los medios, asegurando que “no hay una opinión unánime [entre los aliados]”. “Hay buenas razones a favor de la entrega y buenas razones en contra y, a la vista de la situación de una guerra que ya dura casi un año, se deben valorar cuidadosamente todos los pros y contras”, añadió.
Lloyd Austin, secretario de Defensa de EEUU, confirmó tras la reunión en la base aérea de Ramstein que “Alemania no tomó una decisión”. “Estamos muy enfocados en asegurar que Ucrania tiene las capacidades para tener éxito ahora y tenemos una ventana de oportunidad de aquí hasta primavera, o cuando comiencen su operación de contraofensiva, y eso no es mucho tiempo”, añadió.
Según informó la agencia Reuters citando altos funcionarios del Gobierno de EEUU, Washington está recomendando a Ucrania que no lance una gran ofensiva hasta que llegue el nuevo armamento y se complete la formación.
“Para llevar a cabo una operación ofensiva exitosa a nivel táctico y operativo, Ucrania tiene que combinar el equipo y estar formado. Si se observa el clima y el terreno, se ve que hay un margen de tiempo relativamente corto para cumplir los objetivos”, señaló el jefe del Estado Mayor Conjunto de la defensa estadounidense, Mark Milley.
“Es difícil reunir todo el equipo militar, sincronizarse y formar a las tropas ucranianas, entre otras cosas. Creo que se puede hacer, pero será un reto”, añadió tras la reunión. La escalada en el envío de armamento refleja las pocas opciones que tiene actualmente una salida diplomática. “Tarde o temprano esto tendrá que acabar en una mesa de negociación y eso tendrá que pasar cuando se alcance el estado final, que es una Ucrania soberana e independiente. Cuando llegue ese día, la gente se sentará a negociar”, dijo Milley.
El analista militar Rob Lee coincide con el escaso margen temporal para una posible nueva fase de la guerra. “Ucrania necesita avanzar este año. Los tanques aumentarán sus opciones de éxito y la mejor ventana temporal para las ofensivas empieza en unos meses”, señaló en Twitter.
“Les agradezco la unidad lograda y el formato. Vemos los resultados [sobre el terreno], pero ¿tenemos mucho tiempo? No. El terror no permite discusión. La guerra no permite retrasos. Les puedo dar las gracias cien veces, pero cientos de gracias no son cientos de tanques”, dijo Zelenski durante su intervención en el encuentro. “Todas las unidades proporcionadas ayudan a proteger a nuestra gente, pero el tiempo sigue siendo un arma rusa. Tenemos que darnos prisa”. Tras concluir la reunión, Zelenski afirmó: “Cada día dejamos más claro que no hay alternativa a una decisión sobre los tanques”.
Rusia advierte: “Se está desarrollando una espiral ascendente”
Además de la ayuda prometida por EEUU, valorada en 2.500 millones de dólares y que incluye 59 vehículos blindados de infantería, 52 vehículos protegidos contra minas, ocho sistemas de misiles tierra aire Avenger y unos tres millones de balas, entre otras cosas; otros nueve países –Reino Unido, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Dinamarca, República Checa, Países Bajos, Eslovaquia– anunciaron más entregas en un comunicado conjunto publicado este jueves.
“Reconocemos que equipar a Ucrania para expulsar a Rusia de su territorio es tan importante como equiparlos para defender lo que ya tienen”, señalan esos nueve países. “El nuevo nivel de potencia de combate requerido sólo se consigue mediante combinaciones de escuadrones de carros de combate, bajo la defensa antiaérea y antimisiles, y operando junto a grupos de artillería de división y fuegos de precisión más profundos que permitan apuntar a los nodos logísticos y de mando rusos en territorio ocupado”.
Rusia también se expresó sobre este nuevo paso dado por las potencias europeas. “Se está desarrollando una espiral ascendente. Vemos una creciente implicación indirecta y a veces directa de los países de la OTAN en este conflicto... Vemos una devoción al dramático delirio de que Ucrania puede tener éxito en el campo de batalla. Se trata de un delirio de la comunidad occidental que será motivo de arrepentimiento, de eso estamos seguros”, afirmó Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin.
JBA