Mientras los mercenarios de Wagner tomaban una importante base militar rusa y comenzaban su marcha armada hacia Moscú, miembros del Servicio Federal de Seguridad irrumpieron en uno de los cuarteles generales de Yevgueni Prigozhin en San Petersburgo. Varios hombres enmascarados se apoderaron rápidamente de las computadoras y documentos del grupo Patriot Media, un consorcio mediático en el núcleo del imperio informativo de Prigozhin que lleva años haciendo propaganda del señor de la guerra mientras sembraba el caos e interfería en las elecciones de otros países.
“Irrumpieron rompiendo la puerta principal, como si estuvieran allanando un burdel y no el lugar de trabajo de unos periodistas patriotas”, dice un empleado de Ria Fan, el principal medio de Patriot, que estaba allí en el momento del registro.
El incidente del 24 de junio, que fue descrito por varios miembros de Patriot a The Guardian, fue el principio de la campaña del Kremlin contra el gigantesco imperio empresarial de Prigozhin, tras un motín que supuso el mayor desafío a los 23 años de poder de Vladimir Putin.
Una estructural compleja y oscura
Prigozhin construyó en tres décadas una de las estructuras empresariales más oscuras y complejas del mundo, que va más allá del grupo mercenario e incluye empresas de medios de comunicación, logística, minería, cine así como de gastronomía, sector por el que ganó el apodo de chef de Putin.
Pero tras permitirle prosperar durante tanto tiempo, Moscú empezó a desmantelar el coloso empresarial de Prigozhin en cuanto Putin lo acusó de traición.
La semana pasada, el presidente ruso dio a entender que se investigarían las finanzas del líder mercenario. Delante de sus militares, Putin dijo que, entre mayo de 2022 y el mismo mes de 2023, Wagner y Concord, la empresa de catering de Prigozhin, recibieron casi 2.000 millones de dólares en contratos militares.
“Espero que nadie haya robado nada, o que no se haya robado mucho, pero resolveremos esto”, dijo Putin.
Acostumbrado a cerrar los medios que desobedecen, el Kremlin pareció apuntar en primer lugar contra los canales de comunicación de Prigozhin. La agencia del Estado Roskomnadzor, encargada de controlar las telecomunicaciones y los medios de Rusia, bloqueó hace una semana la mayoría de los medios vinculados a Prigozhin. El director de Patriot Media anunció poco después que cerraban sus operaciones mediáticas con carácter inmediato.
“El 30 de junio nos despidieron a todos, el redactor jefe escribió a todo el mundo para decir que Ria Fan cerraba”, dice Andrey Karpov, productor de Ria Fan en Moscú. “Mis compañeros están muy disgustados porque se quedaron sin trabajo de repente y no saben qué hacer”.
Patriot seguía una línea editorial muy nacionalista y favorable al Kremlin, mientras hablaba bien del grupo mercenario Wagner y su líder. Prigozhin también lo usaba para cargar contra sus antiguos rivales, como el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y el gobernador de San Petersburgo, Alexander Beglov.
La granja de trolls
Hay indicios de que las autoridades rusas también empezaron a hacerse cargo de la división más conocida de Prigozhin en la red: la Internet Research Agency. Vagamente vinculada a Patriot Media, esta granja de trolls es conocida por interferir en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.
Controlados por empleados mal pagados, los trolls siembran la ira y la desconfianza con comentarios agresivos en noticias y publicaciones de redes sociales. Algunos parecen haberse vuelto ahora contra su creador.
Según el grupo Prigozhin’s Trap, especializado en detectar trolls vinculados al jefe de Wagner, en la red social rusa VK ahora hay miles de cuentas llenando todo de comentarios negativos sobre el mercenario “traidor”, el mismo líder al que llevaban elogiando un mes.
“Antes de mayo, Prigozhin controlaba unas 15.000 cuentas en VK en las que lo elogiaban, pero ahora la mayoría de esas cuentas trabajan contra él”, dice un representante de Prigozhin’s Trap. “Está claro que el Gobierno se hizo con el control sobre ellas”.
Darren Linvill, profesor de comunicación de la Universidad de Clemson que desde 2018 investiga Ira, en Twitter hay ahora mismo más de 180 trolls vinculados a Ira criticando a Prigozhin tras su rebelión. “El nivel de actividad de estos trolls aumentó en cuanto se puso en marcha el motín, y hemos visto ataques feroces contra Prigozhin”, dijo.
En su opinión, el comportamiento de estas “cuentas falsas” sugiere que el Kremlin se hizo con el control de al menos algunas de las antiguas granjas de trolls que antes respondían al jefe de Wagner. “Prigozhin prosperó con los trolls, y ahora muere por los trolls”, dice.
Explotación de minas
Según los analistas, algunas de las operaciones internacionales de Prigozhin en África son demasiado útiles para Moscú como para ser desmanteladas. Lo más probable, sugieren, es que el Kremlin desee hacerse con el control de los lucrativos contratos mineros que Prigozhin tenía en República Centroafricana.
Poco después del motín, el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, se apresuró a asegurar a sus aliados africanos que los miles de mercenarios desplegados en el continente por el grupo Wagner no se retirarán.
La suerte de Prigozhin en Rusia también empeoró hace unos días. Según varios medios rusos independientes, las empresas vinculadas al mercenario comenzaron a perder contratos de comidas escolares a pocos días de la rebelión armada.
Por el momento, las empresas de Prigozhin siguen encargándose de abastecer de comida y otras provisiones a una parte de la extensa red de ciudades militares rusas, así como a las bases militares que Rusia tiene en Armenia y Kirguistán.
“Para las autoridades rusas, uno de los mayores desafíos va a ser terminar de absorber las cadenas de suministro de Prigozhin sin que eso perjudique a la operativa de las bases militares”, dice Denis Korotkov, experto en Wagner.
El paradero de Prigozhin, un misterio
Mientras el imperio de Prigozhin se desmorona, su paradero sigue siendo un misterio. Se supone que estuvo en Bielorrusia, en virtud de un acuerdo negociado por el presidente del país, Alexander Lukashenko, pero no hay fotos recientes de Prigozhin allí. Este jueves, el líder bielorruso dijo que el líder de Wagner está en San Petersburgo. Desde el 24 de junio, su avión hizo varios viajes entre San Petersburgo, Moscú, Minsk y Rostov del Don, la ciudad que tomó unas horas, si bien no hay información de quién iba dentro.
El fin de semana pasado, la mayoría de las señales que recordaban la existencia de Prigozhin fueron eliminadas de San Petersburgo, su ciudad natal. El sábado quitaron un gran cartel de Wagner de la sede de la empresa y se distribuyó una foto de los limpiadores que quitaban el logotipo del grupo en un gran ventanal de la torre de cristal.
Prigozhin habló el lunes a través de la aplicación de mensajería Telegram. En el que era su segundo mensaje desde la rebelión frustrada, tenía un tono inusualmente pesimista. “Hoy necesitamos su apoyo más que nunca”, dijo Prigozhin dando las gracias a sus seguidores en Rusia y prometiendo nuevas victorias en el frente “en un futuro próximo”.
Este artículo fue actualizado por elDiario.es para incluir la última información disponible sobre el paradero de Prigozhin.
Traducción de Francisco de Zárate.