Ron DeSantis, gobernador derechista de Florida, lanzó su campaña para la nominación presidencial republicana este miércoles: el político republicano, de 44 años, reveló su decisión con la presentación de la documentación ante la Comisión Federal Electoral, antes de una anunciada conversación con el CEO de Twitter, Elon Musk, informó la agencia Associated Press.
NBC News informó por primera vez del plan: una charla en Twitter Spaces a las 6pm ET que sería moderada por David Sacks, un empresario tecnológico confidente de Musk y partidario de DeSantis. Más tarde, varios medios confirmaron el plan y el propio Musk retuiteó una información.
El multimillonario se refirió también a la entrevista en una conferencia organizada por el Wall Street Journal, añadiendo que, aunque “en este momento... no apoyaría a ningún candidato en particular”, estaba “interesado en que Twitter fuera una especie de plaza pública donde cada vez más organizaciones... hicieran anuncios”.
En las encuestas a las primarias republicanas, DeSantis se mantuvo en un consistente, aunque cada vez más distante, segundo lugar detrás de Donald Trump.
El expresidente se enfrenta a un peligro legal sin precedentes, incluido un juicio penal que comenzará en Nueva York a finales de marzo del próximo año y una posible acusación por subversión electoral e incitación a la insurrección del 6 de enero. Sin embargo, supo transformar esos retos en un éxito entre los votantes republicanos, receptivos a su afirmación de ser víctima de una persecución política.
Trump utilizó Twitter con gran efecto en su ascenso al poder, pero fue suspendido de la plataforma luego del 6 de enero. Musk levantó la prohibición, pero Trump ha seguido utilizando Truth Social, la plataforma que creó en su exilio.
Al informar sobre los planes de anuncio de DeSantis, el New York Times dijo que Musk “añadiría un elemento sorprendente y daría a DeSantis acceso a una gran audiencia online”. Sin embargo, el periódico también dijo que Musk “inyectaría un nivel de riesgo en un lanzamiento que se espera que sea cuidadosamente guionado y aseguraría que la primera impresión de DeSantis como candidato presidencial será alinearse con... un excéntrico hombre de negocios que se ha clasificado en ocasiones como el hombre más rico del mundo”.
No obstante, DeSantis se presentará a la carrera con un exitoso historial de derecha dura como gobernador, un cargo que el graduado de Yale y Harvard ganó en 2018 después de servir en la marina estadounidense, incluida una estancia en la Bahía de Guantánamo, y pasar tres mandatos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
El año pasado, DeSantis ganó la reelección de forma aplastante. La legislatura de Florida aún no finalizó un proyecto de ley que le permita postularse a la presidencia sin renunciar como gobernador, pero sus ambiciones no se vieron afectadas.
Con la vista puesta firmemente en la Casa Blanca, DeSantis aceleró su aplicación de políticas inspiradas en la guerra cultural en materia de género, derechos LGBTQ+, enseñanza de la historia (especialmente en lo relativo a la raza), aborto, control de armas y supresión de votantes.
Los demócratas y algunos observadores políticos dicen que los efectos de tales políticas, incluida una lucha legal con Disney sobre una ley de educación pública llamada “no digas gay”, harán que DeSantis no sea atractivo para los votantes en unas elecciones generales.
En cifras publicadas esta semana, el think tank Data For Progress informó sobre la desaprobación mayoritaria de DeSantis entre las mujeres con probabilidad de votar.
Entre los temas preguntados en los sondeos, el 54% de los encuestados estaban en contra de la prohibición del aborto de seis semanas que DeSantis firmó en abril; el 57% se opuso a la prohibición de libros en las bibliotecas de las escuelas públicas impulsada por las objeciones de los padres; y el 75% estaba en contra de permitir el porte oculto de armas de fuego sin permiso o entrenamiento, que DeSantis también firmó como ley el mes pasado.
A pesar de este malestar sobre las políticas de DeSantis –y las críticas generalizadas sobre su falta de habilidades interpersonales y carisma en la campaña que alimentan los informes de malestar de los donantes– las encuestas cara a cara entre DeSantis y el presidente Joe Biden generalmente ponen a los dos hombres al mismo nivel.
Otros candidatos a la nominación republicana son Nikki Haley, ex gobernadora de Carolina del Sur y embajadora ante las Naciones Unidas; Tim Scott, senador de Carolina del Sur; Asa Hutchinson, ex gobernador de Arkansas; y Vivek Ramaswamy, empresario de biotecnología.
LC