Nuevo ultimátum de Donald Trump a Hamas para que libere a los israelíes retenidos. El presidente estadounidense amenazó al grupo islamista de desatar un “infierno” si no lo hacen
“Pueden elegir. Liberen a todos los rehenes ahora, y no más tarde, devuelvan los cuerpos de la gente que mataron o se ACABÓ para ustedes”, escribió Trump en un post en Truth Social, que concluyó con: “¡LIBEREN LOS REHENES AHORA O HABRÁ UN INFIERNO QUE PAGAR DESPUÉS!”
Por si no fuera suficiente, también extendió la intimidación a todos los gazatíes, que desde los ataques de Hamas del 7 de octubre de 2023 fueron masacrados por Israel o desplazados de sus hogares. “Al pueblo de Gaza: les espera un hermoso futuro, pero no si tienen rehenes. ¡Si lo hacen, están MUERTOS! Tomen una decisión INTELIGENTE”, escribió Trump.
La amenaza del presidente estadounidense al grupo islamista llega después de que este miércoles la Casa Blanca haya confirmado que Estados Unidos mantiene “conversaciones y discusiones” con Hamas para llegar un alto el fuego en Gaza. Se trata de algo inédito, ya que Estados Unidos nunca antes había dialogado directamente con Hamas, al que Washington considera una organización terrorista desde 1997. La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, explicó que las conversaciones con Hamas están lideradas por el enviado presidencial para rehenes, Adam Boehler, y que tuvieron lugar con el conocimiento de Israel, que fue consultado al respecto.
El tono agresivo y hostil del presidente contrasta con el mensaje que enviaba Leavitt sobre las conversaciones con Hamas: “El diálogo y hablar con personas de todo el mundo para hacer lo que es mejor para el pueblo estadounidense es algo en lo que el presidente cree. Es un esfuerzo de buena fe para hacer lo correcto por el pueblo estadounidense”. La “buena fe” de la que presumía la portavoz de la Casa Blanca parece haberse agotado en cuestión de horas.
Trump, que no tenía ningún acto público agendado, lanzó el ultimátum a Hamas después de haberse reunido este miércoles con seis rehenes israelíes que fueron liberados como parte de la primera fase del acuerdo de alto el fuego. Un hecho que confirmó el mismo presidente en su publicación en Truth, donde acusó a Hamas de ser “enferma y retorcida” por aún tener los cuerpos de rehenes fallecidos. Actualmente, Hamas mantiene a 59 rehenes en Gaza. Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron la muerte de 35, mientras que los servicios de inteligencia israelíes creen que 22 siguen con vida y se desconoce el estado de otros dos.
“Le estoy enviando a Israel todo lo que necesita para terminar con el trabajo; ni un solo miembro de Hamas estará a salvo si no hace lo que digo”, afirmó Trump, en referencia a la agilización del envío de aproximadamente US$4.000 millones en asistencia militar a Tel-Aviv.
Desde que Trump llegó al poder el 20 de enero, ya autorizó cerca de US$12.000 millones en ventas de armas extranjeras a Israel, según un comunicado enviado por el secretario de Estado, Marco Rubio. En este, Rubio exponía que había utilizado la autoridad de emergencia. Se trata de la segunda vez en las últimas semanas que la administración Trump aplicó esta autoridad para aprobar rápidamente ventas de armas a Israel sin la revisión del Congreso. No se trata de ninguna novedad dentro del año y medio del genicidio israelí en el que más de 48.000 palestinos murieron. El expresidente Joe Bien también hizo uso de este poder en diversas ocasiones para acelerar la venta de armamento a su socio.
Limpieza étnica
La amenaza de muerte contra el pueblo gazatí es una nueva escalada en el aval de Trump al plan de limpieza étnica que quiere perpetrar Israel. Hace menos de un mes el presidente ya lanzó un primer ultimátum a Hamas para que liberara los rehenes cuando el grupo islamista decidió pausar las entregas. Ahora no solo apunta a Hamas, sino que también pone en el punto de mira los gazatís. La población palestina se convirtió en una auténtica molestia para los planes de Trump de convertir Gaza en la nueva “Rivera de Oriente Medio”.
En reiteradas ocasiones insistió en que los palestinos deben abandonar sus hogares y que deben ser reubicados en los países vecinos: Egipto y Jordania. Una idea que ambos países árabes rechazaron. La respuesta de Trump ante la negativa fue amenazar con cortar la ayuda a El Cairo y Aman, una táctica que ya puso en práctica con Ucraina para chantajear al país y obligarlo a cumplir con sus designios.
Por su parte, los jefes de Estado de los países árabes se reunieron este martes en Egipto para presentar un plan para Gaza alternativo a los planes extractivistas de Trump. Los miembros de la Liga Árabe rechazaron el desplazamiento forzoso de los gazatíes y reafirmaron su derecho a permanecer en el enclave costero.