El enésimo caso de brutalidad policial en Estados Unidos resultó especialmente gráfico y doloroso, y está provocando el duelo, la indignación y la condena casi unánime a lo largo y ancho del país. El pasado 7 de enero, Tyre Nichols, un joven afroamericano de 29 años, se dirigía a casa de su madre en Memphis (Tennessee), cuando se encontró con el alto de un control policial. “Fuera del maldito coche, sal del maldito coche”, repitió varias veces uno de los agentes –todos ellos también afroamericanos–, antes de abrir por la fuerza la puerta del conductor y reducir a Nichols contra el suelo. “No hice nada”, replicó el joven, que después de un forcejeo, logró zafarse y comenzó a correr. Minutos después, hasta cinco policías lo alcanzaron y comenzaron a golpearlo, a puñetazos y patadas, también con un bastón, y a lanzarle gas pimienta y descargas eléctricas. Después de dejarlo medio inconsciente en el suelo, fue trasladado en ambulancia hasta el hospital, donde murió a los tres días como consecuencia de la paliza.
“Una piñata humana”, así definió la escena el abogado de la familia de Nichols, Antonio Romanucci, después de ver el material que publicó este viernes la policía de Memphis. En total, cuatro videos que superan la hora, y que alternan imágenes subjetivas de los agentes con las de una cámara de seguridad. Esta última es quizás la que muestra con más claridad la brutal paliza al joven afroamericano, ante la pasividad de los agentes que iban llegando, que comentaban la jugada intercambiando risas y gestos de complicidad.
En uno de los videos, se puede escuchar con claridad como Nichols grita: “mamá, mamá, mamá”. La casa de su madre, RowVaughn Wells, se encontraba a menos de 100 metros del lugar de los hechos. “Todavía no tuve tiempo de lamentarme. Sigo procesando la muerte de mi hijo”, dijo Wells este viernes, en una emotiva conferencia de prensa. “No pude llegar a ver el video, pero lo que escuché es horrible, horrible”, decía entre lágrimas.
La policía evitó hasta ahora publicar los videos de los hechos, ocurridos hace tres semanas, según la versión oficial, para no entorpecer la investigación judicial. La versión de los agentes, publicada en su atestado, es que dieron el alto a Nichols por “conducción imprudente”, algo que no fue demostrado, según confirmó la jefa de la policía de la ciudad, Cerelyn CJ Davis.
Los agentes implicados fueron despedidos después de una investigación interna y se enfrentan a una serie de cargos penales, entre ellos el asesinato en segundo grado, que podrían comportarles de 15 a 60 años de condena. Entraron el jueves en la prisión del condado de Shelby, pero ya fueron liberados después de pagar fianzas de entre 250.000 y 350.000 dólares.
Una larga historia de brutalidad policial contra los afroamericanos
A diferencia de otros casos de brutalidad policial contra afroamericanos, como el de Rodney King, que fue apaleado por la policía de Los Angeles hace más de 30 años y desencadenó una oleada de protestas, o más recientemente el de George Floyd, en este caso destaca la celeridad de la justicia. Así lo recalcó el padrastro de Nichols, que afirmó que “la familia está muy satisfecha con el proceso judicial”, puesto que tanto el jefe de la policía como el abogado del distrito “actuaron muy rápidamente en este caso”.
A su vez, otro de los abogados de la familia del fallecido, Ben Crump, que compareció el viernes en una conferencia de prensa conjunta con los familiares y el equipo legal, pidió que esta rapidez de la justicia sirva de ejemplo de cara al futuro. Durante su aparición, Crump enmarcó el caso en el racismo institucional que impera en los cuerpos policiales de EEUU: “No cambia nada el hecho de que sean policías negros”, dijo, puesto que igualmente actúan con “impunidad” contra ciudadanos afroamericanos.
De los cinco policías detenidos por la agresión a Nichols, al menos dos pertenecían a la Unidad Scorpion, un escuadrón destinado específicamente a perseguir la violencia y “restaurar la paz en los barrios”. Estas unidades especiales no son únicas en Memphis y “tienen una impunidad total”, aseguró ayer el abogado principal de la familia, Antonio Romanucci, durante la misma rueda de prensa.
El caso copó durante la última semana la agenda mediática del país, que se mantuvo expectante a la espera de la publicación del video. Ahora que las imágenes son públicas, el mundo puede juzgar con sus ojos el alcance de la brutalidad policial encarnada por estos cinco agentes. Tras la publicación, se iniciaron por la noche varias manifestaciones a lo largo del país, y especialmente en Memphis, una ciudad de 628.000 habitantes donde casi dos tercios de los residentes son negros. Casi un tercio de todas las personas asesinadas a manos de la policía en EE.UU. en 2021 fueron personas afroamericanas, a pesar de ser solo un 13 % de la población del país, de acuerdo con la organización Mapping Police Violence. El alcalde de la ciudad de Nueva York, el afroamericano Eric Adams, dijo en una videoconferencia que “como ser humano”, está “devastado”.
Protestas a lo largo del país
El presidente de EEUU, Joe Biden, dijo que está “indignado” y “profundamente adolorido” después de ver las imágenes de la paliza, aunque pidió a quienes “buscan justicia” que no recurran a la violencia. “La violencia nunca es aceptable, es ilegal y destructiva”, señaló el mandatario. Se espera en los próximos días una respuesta similar a la que ocurrió hace dos años con el caso de George Floyd. Si bien entonces el ninguneo del entonces presidente, Donald Trump, encendió más los ánimos, este caso vuelve a demostrar la impunidad sistémica con la que actúan ciertos cuerpos de la policía estadounidense.
Además del presidente, varias organizaciones civiles, así como la policía, el equipo legal y la propia familia, pidieron que, tras la publicación del video, no se repitan los disturbios que hubo entonces. “Queremos la paz. No queremos ningún tipo de alboroto. Queremos protestas pacíficas. Esto es lo que quiere la familia y la comunidad”, reiteró la pareja de la madre del fallecido durante la rueda de prensa.
Las protestas alrededor del país ya comenzaron. En Memphis, centenares de personas bloquearon con camiones y otros vehículos las carreteras principales, y marcharon bajo un grito unísono, que recuerda al que se popularizó con George Floyd: “Digan su nombre, Tyre Nichols”.
En principales ciudades del país, como la capital, Washington, o Nueva York, también están teniendo lugar protestas pacíficas con centenares de personas. En Washington, un grupo se manifestó ante la Casa Blanca, con carteles que pedían “fin al terror policial”, “justicia para Tyre Nichols” y “encarcelen a los policías asesinos”, según reportó EFE. En Nueva York, las marchas tomaron el centro de Manhattan, y se pudieron ver los primeros disturbios y detenciones en la zona de Times Square.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, prometió este viernes que abrirá una investigación en profundidad sobre la muerte del Nichols a manos de cinco policías en Memphis. Pero los manifestantes piden ir más allá de este caso, que ven como una prueba más –una de las más gráficas de los últimas décadas– de los problemas estructurales del sistema policial estadounidense.
Este viernes, el abogado Romanucci, apuntó en la comparecencia conjunta con la familia que haría falta una ley federal, como la que intentó aprobar Biden en el primer año de su mandato, y fue aprobada en la cámara baja, pero fracasó en el senado. “Llamen a los legisladores que están en Washington y pregúntenles por qué no aprobaron la ley de reforma de la policía. Necesitamos cambios, pero no solo a nivel estatal, también federal”.
Romanucci pidió a la jefa de policía de Memphis, Davis, “que se disuelva inmediatamente” la Unidad Scorpion y reclamó a los jefes policiales de todo el país que investiguen las actividades de estos escuadrones policiales especiales. Del mismo modo, instó a los sindicatos policiales a levantar la voz y pedir justicia. “¿Dónde están los sindicatos? ¿Cuál es la posición de la Orden de la Policía Fraternal sobre este tema? Todavía no se pronunciaron. Queremos escucharlos, queremos escucharlos decir que lo que le pasó al Tyre, a esta familia, nunca tendría que volver a pasar. Queremos escuchar una condena a la brutalidad, el salvajismo, el terrorismo, el odio, la vulgaridad de estas acciones”, sentenció.
JS