Unirnos, abrazarnos, replantearnos

4 de diciembre de 2024 07:00 h

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El pasado 20 de noviembre conmemoramos, una vez más, el Día Internacional de la Memoria Trans. Nos reunimos en la Plaza Roberto Arlt, ubicada en la esquina de las calles Esmeralda y Rivadavia. Éramos aproximadamente 2.000 personas, reunidas en pedidos de justicia, rodeadas por nuestras banderas, sosteniendo las velas y honrando la vida de nuestras compañeras fallecidas. 

La primera vez que convoqué en Argentina a la conmemoración del Día Internacional de la Memoria Trans fue en el año 2017. Compartí con mi comunidad lo que había presenciado en mis años de exilio en los Estados Unidos al participar de la ceremonia: a partir del año 1999, allá se celebraba el TDoR (Transgender Day of Remembrance), en conmemoración de los asesinatos de las trans Rita Hester y Chanelle Pickett (de hecho, el 20 de noviembre es el aniversario exacto del asesinato de Chanelle). Principalmente, la acción se centraba en la lectura de nombres de las personas fallecidas durante vigilias que se realizaban en distintos espacios y con velas encendidas. Aquella primera vez en la Argentina, en Buenos Aires, nos reunimos en la Plaza Carlos Jáuregui. Muchas no habían todavía entendido lo que quería hacer, no éramos tantas: se acercaron mis amistades más antiguas, una integrante de la organización H.I.J.O.S., que identificaba lo que estábamos buscando expresar, y no muchas personas más. Entre velas y una música que salía de un celular, leímos los nombres de las personas de la comunidad que habían muerto. Yo venía juntando nombres desde el año 1995, los tenía en una lista sin fechas ni orden, pero ahí estaban, y resonaron esa noche en la plaza.

Con el tiempo, se fue consolidando la Acción de las Candelas, cada 20 de noviembre. En 2021 se sumó nuestra bandera, de 15 metros por 7,5, que viajó desde Santa Fe por todo el país, y hoy lleva los nombres escritos de todas las compañeras fallecidas, a nivel federal. El año pasado, el 20 de noviembre cayó justo un día después del resultado de las últimas elecciones. Salimos, como siempre, y recibimos gritos y algunos objetos que nos tiraron desde los balcones. Este año, después de esa experiencia previa, decidimos cuidarnos y volver a las raíces: al abrazo de una plaza, que esta vez fue la Plaza Roberto Arlt, y la reunión amorosa de quienes apoyamos esta lucha. 

Como dije la tarde noche del 20, junto a la conmemoración y el homenaje a nuestras compañeras que ya no están, la idea que motiva cada 20 de noviembre es unirnos, abrazarnos, replantearnos cómo estamos, a dónde queremos ir, cuáles son los cambios que queremos hacer y cuáles son los espacios que queremos defender. Entender y delinear a hacia dónde avanzar con nuestro activismo; actualizar nuestras luchas, los nombres por los que pedimos justicia. 

Noté que persiste la pregunta “¿dónde está Tehuel?”, cuando ya se hizo justicia por su caso. Es una lucha que hemos ganado y, ante eso, necesitamos seguir nombrando a quienes perdimos después; porque nuevos nombres, tristemente, no dejan de aparecer: Sofía Fernández, asesinada en el calabozo de una comisaría de Pilar (entre el 8 y el 10 de abril de 2023); Florencia Luna Reinaldi, asesinada en la zona de Camino de Regatas de Ensenada, La Plata (octubre de 2024); Ana Paula Acosta, asesinada en el Barrio Alto Comedero, en Jujuy (atacada en agosto de 2024 y fallecida días después); Rosario Sansone, sobre quien investigan un incendio sospechoso en la casa de Bahía Blanca, a donde había llegado escapándose de la violencia policial que sufría en Salta, su provincia natal; Soraya Ruiz, asesinada a balazos en octubre de 2024 (San Justo, Buenos Aires). Y estos son solo algunos de los nombres, y de los que pudimos enterarnos.

No quiero dejar de mencionar a Gaby Anderson, una compañera sobreviviente que falleció este lunes 2 de diciembre. En sus últimos años, Gaby logró entrar a trabajar en el Archivo Nacional de la Memoria, en la exEsma. También era parte de Kumas, el grupo de contención de adultas trans mayores que se formó este año en el Archivo de la Memoria Trans, y una compañera importantísima de nuestra comunidad, que tendía redes para ayudarnos constantemente entre nosotras. Gaby es una trans más que se fue sin tener un reconocimiento por la desidia y el abandono sufrido por parte del Estado durante toda su juventud y adultez (lo que podemos decir, una Reparación Histórica). Su nombre se suma a nuestra lista para homenajearla, y mencionarlo fuerte y claro el próximo 20 de noviembre.

MBC/SN/ DTC