Oposición

Con su abrazo a Lula, Kicillof ensayó una señal de liderazgo ante un peronismo en estado crítico

Axel Kicillof tuvo este martes un pequeño triunfo político, leído con moderación en un clima de desánimo generalizado y con un peronismo todavía en shock por la denuncia de violencia de género que impulsa Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández. El gobernador bonaerense viajó a visitar al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que le otorgó un trato especial y lo recibió con buena parte de su gabinete, en un guiño a la construcción de su candidatura nacional y un nuevo desplante a Javier Milei.  

La foto de Kicillof y Lula ofrece varias lecturas. Una de ellas tiene que ver con su intento de salir de la provincia de Buenos Aires e instalarse como un referente nacional; otra con su búsqueda de crecer en contraposición a la figura del Presidente y su programa de gobierno; y un tercer plano de análisis que responde a su necesidad local de relanzarse con una agenda potente ante un contexto muy difícil después de una seguidilla de noticias de impacto negativo.

Acaso la más difícil fue la decisión de YPF y Petronas de instalar la planta de GNL en Río Negro en lugar de Bahía Blanca, como había sido acordado de palabra. A Kicillof le llovieron críticas de todo el arco opositor, acusándolo de perder una inversión multimillonaria por no querer adherir al RIGI nacional, pese a que desde el entorno del gobernador enseguida aseguraron que el verdadero motivo del revés fue una orden de Milei, obsesionado con “castigar” a la Provincia.

El viaje a Brasil empezó a gestarse antes de esa noticia y se confirmó hace dos semanas, aunque en principio lo que estaba programado era una reunión con el ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, y el asesor para asuntos internacionales y excanciller, Celso Amorim. “Entendíamos que una reunión con el presidente era más compleja de organizar, pero Lula decidió recibirnos y fue muy grato, valoramos mucho el gesto”, confió a elDiarioAR una fuente cercana al gobernador, testigo de la “afectuosa” recepción que tuvo en el Palacio presidencial de Planalto. 

La búsqueda de alianzas 

La cumbre con Lula duró casi dos horas y charlaron sobre cómo generar mayor intercambio entre ambos gobiernos, según se informó de manera oficial. El propio Kicillof explicó a la prensa que se discutieron “posibilidades de cooperación con el Gobierno, con algunas agencias brasileñas” o con empresas privadas. Aunque no citó ningún proyecto concreto, el gobernador aseguró que trataron “algunas posibilidades de inversión” en la Provincia. 

Más allá de la agenda, el verdadero gesto fue que Lula decidiera mostrarse con Kicillof anteponiéndose a Milei, en una foto que no fue azarosa. “Hablaron sobre Milei y puntualmente de su programa de gobierno. Intercambiaron opiniones sobre cómo se lo percibía desde la óptica de Brasil y cómo se vive en la Argentina”, sostuvo otra fuente que participó del encuentro. 

“La situación de la economía argentina es calamitosa, a nivel de empleo, de salarios y en materia de desigualdad”, le dijo Kicillof a Lula. También le hizo una argumentación detallada de por qué el programa económico no funciona, mientras que Lula y sus funcionarios buscaron despejar algunas dudas sobre la quita de recursos a las provincias. 

La foto se suma al álbum que Kicillof inauguró con su visita al Papa Francisco y agrandó hace dos semanas con su visita en Uruguay a José “Pepe” Mujica y al intendente de Montevideo, Mauricio Zunino. “Es una estrategia de acumulación, de explorar complicidades regionales con líderes que van a contramano de Milei”, confió a elDiarioAR un asesor del gobernador. Esas visitas no solo son un mensaje al Presidente: “De la interna salimos por afuera”, bromeó en referencia a las diferencias no saldadas entre las distintas tribus del peronismo, principalmente la que tiene con Máximo Kirchner, actualmente en stand-by por las dificultades del contexto. 

Entre los avances de su construcción, Kicillof incluye sus visitas a gobernadores. El último viernes estuvo en La Rioja con Ricardo Quintela, con quien selló un principio de alianza de cara a la reconfiguración del PJ Nacional. Ese mismo viaje le trajo varios cuestionamientos por mostrarse junto al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, procesado por abuso sexual. La visita ocurrió a los pocos días de conocerse la denuncia de Yáñez contra Fernández por violencia de género. Desde esa provincia, Kicillof no eludió el tema y dio su primer posicionamiento público: “Por supuesto que todos estamos muy shockeados por esta situación. Esperando que se resuelva rápidamente, que actúe rápidamente la Justicia y lo resuelva. Es gravísima la denuncia”. 

No fue el primer viaje fuera de las fronteras de la Provincia: antes se mostró con dos opositores —Maximiliano Pullaro (Santa Fe) e Ignacio Torres (Chubut)— y con un peronista Sergio Ziliotto (La Pampa), uno de los gobernadores más duros en su posicionamiento contra Milei. La intención es continuar su agenda internacional con México, un nuevo eje que vienen trabajando. 

LA/JJD