Con Cristina presente, Kicillof juró como gobernador: “La libertad sin igualdad de oportunidades es una estafa”

elDiarioAR

11 de diciembre de 2023 19:13 h

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Axel Kicillof juró en la tarde de este lunes como gobernador de la Provincia de Buenos Aires por otros cuatro años más. Lo hizo acompañado por la vicegobernadora, Verónica Magario, también reelecta, y con la presencia estelar en uno de los palcos de la Legislatura de la expresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner.

“Los bonaerenses evaluaron que lo que falta en materia de vivienda, de educación, de salud, de infraestructura no se consigue ni con motosierra ni con ajuste. Respaldaron lo que se hizo, pero sobre todo, los bonaerenses dijeron que no sobran derechos, que no sobra Estado. Exactamente al revés, hacen falta más derechos, más y mejor Estado”, sostuvo el mandatario reelecto en su discurso ante la Legislatura.

Funcionarios, legisladores e intendentes esperaban desde un rato antes a la salida al estrado del mandatario, que quedó en la primera línea de la política argentina como la principal figura de la ahora oposición peronista, y algunos analistas, inclusive, le atribuyen desde ya chances de disputar el poder nacional nuevamente en 2027.

Desde su rol como opositor, el mandatario cuestionó al partido del presidente Javier Milei y su defensa acérrima de la libertad por sobre cualquier otro principio. “Sin igualdad de oportunidades, la famosa libertad es una estafa” señaló con dureza antes de enumerar hitos de la intervención estatal como el servicio gratuito de ambulancias o la asistencia alimentaria para chicos en edad escolar.

Kicillof reivindicó el rol del Estado en el delivery de políticas públicas y aseguró que éste “no desplazó al Estado, sino que se hizo responsable de aquellas necesidades que sin Estado no tienen o no encuentran ninguna respuesta”.

“Escuché en estos días decir a varios funcionarios que esta es la primera vez que la sociedad vota mayoritariamente por un ajuste. Pero recuerdo también que durante toda la campaña electoral, se sostuvo que el ajuste no iba a recaer sobre las espaldas del pueblo, de los trabajadores, de los maestros, de los jóvenes, de las pymes, los más humildes y necesitados. Espero que el nuevo oficialismo nacional no tome su legítimo triunfo electoral como un respaldo a este tipo de medidas”, agregó.

Así, Kicillof inicia un nuevo camino como principal bastión de la oposición justicialista. Y no está solo en esa tarea. Afuera de edificio legislativo, en La Plata, la capital provincial, militantes de los partidos y espacios que componen el frente Unión por la Patria y organizaciones sociales y sindicales le brindaron su apoyo con bombos y banderas, como las de la CTA bonaerense, la Unión Obrera Metalúrgica y la UOCRA.

También acompañado por su familia, el gobernador no demoró demasiado en saludar a sus seguidores antes de ir al encuentro con Magario y empezar la ceremonia de asunción. Ambos juraron esta tarde con Fernández de Kirchner como principal invitada. El domingo dejó de ser vicepresidenta de la Nación y ya no ocupa ningún cargo electivo pero avisó que está lejos de retirarse de la política: seguirá, indicó, atenta y presente en el Instituto Patria.

“Cuatro años extremadamente difíciles”

Bajo la atención de los presentes, entre quienes también se encontraban integrantes de Madres de Plaza de Mayo, el gobernador dedicó unas palabras a los bonaerenses como resumen de su primera administración. “Nos tocó transitar cuatro años extremadamente difíciles en los que atravesamos sucesos inesperados e inéditos. Algunos de ellos enormemente dolorosos. Sin embargo, hoy estamos acá firmes como siempre y resueltos a seguir adelante”, expresó el gobernador y agregó: “Mi compromiso es seguir gobernando para todos sin distinción”.

Como acostumbra a recordar en sus discursos, el gobernador, además, destacó el rol de los funcionarios de gobierno para recuperar la “tierra arrasada” que recibió de la anterior gestión. “Si nos reeligieron, se debe fundamentalmente a dos causas: se valoró lo que realizamos en condiciones muy complejas, pero sobre todo se volvió a elegir este gobierno sabiendo que al votarnos no se vota una continuidad mecánica sino que se vota para proseguir la transformación de la provincia de Buenos Aires”, explicó.

En este marco, Kicillof realizó una autocrítica y reconoció que “todavía falta mucho para asegurarle a la mayoría una vida digna y en paz, con menos miedo e incertidumbre”. Sin embargo, atribuyó las deudas sociales a la falta de recursos de la provincia y ratificó su reclamo por el desequilibrio en la distribución de los fondos coparticipables: Buenos Aires aporta casi el 40% de estos recursos, pero apenas recibe el 20% de ellos.

“Nuestra provincia de Buenos Aires es de lejos la que menos recursos gastó por habitante el año pasado y no lo digo con orgullo sino como un reclamo en nombre de los bonaerenses que representamos y defendemos. Nuestra provincia es además la segunda que menos trabajadores estatales tiene cada mil habitantes que es la forma en que debe medirse este indicador. El origen de esta desventaja comparativa que limita las posibilidades de brindar servicios públicos de calidad obedece a una causa principal: la provincia de Buenos Aires es la que proporcionalmente menos recursos recibe de la coparticipación. Esta situación constituye una enorme injusticia”, argumentó.

El gobernador, así, llamó a los dirigentes de todos los espacios políticos a trabajar para recuperar el dinero que la provincia entrega al producto nacional. “Lo que sin duda falta en la provincia son buena parte de los recursos que produce y aporta al sistema de la coparticipación. Con semejante desproporción entre lo que producimos y lo que aportamos y lo que recibimos, es imposible dar respuestas adecuadas. Hago una invitación a todos los partidos políticos representados en este ámbito legislativo a recuperar los recursos que le fueron quitados a nuestra provincia”, agregó.

Además de los ministros de gobierno, intendentes, legisladores y rectores de universidades nacionales de Buenos Aires, del acto participaron el vicepresidente del Senado, Luis Omar Bibona; el presidente de la Cámara de Diputados, Alejandro Di Chiara; el presidente de la Corte Suprema de Justicia bonaerense, Sergio Gabriel Torres; el intendente de La Plata, Julio Alak —quien fue ministro de Justicia del anterior gobierno de Kicillof— y el arzobispo Gabriel Antonio Mestre.

En los comicios del 22 de octubre, la fórmula oficialista se impuso con el 44,88% de los votos, extendiendo la hegemonía del PJ en la provincia de Buenos Aires que sólo fue interrumpida con la gestión de la cambiemita María Eugenia Vidal, entre 2015 y 2019. Néstor Grindetti (Juntos por el Cambio) obtuvo el segundo lugar con una diferencia de casi 20 puntos: obtuvo el 26,62% de los votos. Le siguieron Carolina Píparo por la Libertad Avanza con un 24,59% y Rubén Sobrero por el Frente de Izquierda con el 3,88%.

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ACM/JJD