En las últimas semanas, la figura del Papa estuvo en boca de distintos dirigentes políticos. En el marco de la campaña electoral para los comicios presidenciales del 22 de octubre, el Sumo Pontífice no logró escapar de las críticas de La Libertad Avanza ni de los reiterados pedidos para que visite su tierra natal por parte de Juntos por el Cambio y empresarios argentinos.
Con los reflectores del debate público apuntando hacia su persona, Francisco se mantuvo ajeno a la discusión y evitó referirse directamente a los debates que surgieron en el seno de la política argentina. Sin embargo, la Iglesia no siguió sus pasos e hizo notar su descontento a través, entre otros, del cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, quien puso en duda la posibilidad de que el líder del Vaticano viaje a la Argentina.
“Seguramente el Papa no irá a un lugar donde no le inviten, donde puedan usar (o complicar) su visita para conveniencias políticas o donde las autoridades desprecien su presencia”, indicó el cardenal en una entrevista con el sitio español Religión Digital en relación al pedido de Patricia Bullrich para que el Sumo Pontífice vuele al Río de la Plata y las sucesivas agresiones de Javier Milei.
El candidato presidencial de La Libertad Avanza había expresado que Francisco defendía el robo, la violencia y la envidia; todos elementos que, en sus alocuciones públicas, ha relacionado en más de una ocasión con la ideología socialista y de izquierda. Lejos de rectificarse y dejar atrás las acusaciones contra el líder del Vaticano, el economista y actual diputado nacional volvió a arremeter contra su figura en una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson, donde lo trató de cómplice de “dictaduras sangrientas”.
“El Papa juega políticamente, tiene una gran injerencia política y ha demostrado, además, una gran afinidad con dictadores como (Raúl) Castro o (Nicolás) Maduro. Es decir, está del lado de dictaduras sangrientas. Tiene afinidad por los comunistas asesinos (...) es condescendiente con todos los de izquierda, aunque sean verdaderos asesinos”, expresó Milei en la entrevista más vista en la red social X tras superar las 300 millones de visualizaciones en menos de 16 horas.
“Él es el que tiene que dar explicaciones de por qué defiende una organización económica que conduce a la pobreza, a la miseria, a la violencia, a la decadencia, y que si los dejaran, destruiría el mundo”, agregó el candidato individual más votado en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), del pasado 13 de agosto.
Las declaraciones de Javier Milei ya habían sido repudiadas por otros referentes de la Iglesia como el padre José María “Pepe” Di Paola, coordinador de Los Hogares de Cristo. “No sé si está en sus cabales, si tiene una ideología o un problema psicológico”, señaló en diálogo con Romina Manguel en su programa A confesión de parte en referencia al dirigente libertario, quien, según confirmó, no será recibido por el equipo de curas de villas y barrios populares de la Ciudad y Provincia de Buenos Aires hasta que no retire sus dichos y pida disculpas.
El malestar de la Iglesia crece por los usos políticos de Francisco y los ataques incitados por la ultraderecha. Así, la posibilidad de que el Sumo Pontífice viaje a la Argentina parece cada día más remota, en especial ante una eventual triunfo del candidato de La Libertad Avanza, un escenario cada vez más probable según advierten las últimas encuestas de opinión pública.
ACM con información de agencias.