El Senado de la Nación aprobó hoy un proyecto de declaración para solicitar que la próxima emisión de Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI) se aplique para financiar la puesta en marcha de políticas públicas destinadas a resolver los problemas derivados de la pandemia por coronavirus Covid-19.
La iniciativa, presentada por el oficialista neuquino Oscar Parrilli y que apunta sobre fondos estimados en 4.350 millones de dólares, fue respaldada por el Frente de Todos y sus aliados y rechazada en pleno por la oposición.
El proyecto solicita que el monto se destine a políticas sanitarias, de reducción de la pobreza, educación, vivienda y generación de trabajo y “no al pago de la deuda por capital, intereses o gastos, que el país mantiene con dicho organismo financiero internacional y/o con otros países englobados en el Club de París”.
El autor de la medida reseñó que “esta decisión surgió del FMI a raíz de una petición del G-20 para contar con instrumentos adicionales para cubrir necesidad de financiamiento y reservas provocada por la pandemia”.
Además, negó que el proyecto complique las negociaciones que encara el gobierno de Alberto Fernández con el organismo y afirmó que “es una ayuda para lograr la mejor negociación y la mejor relación posible con las autoridades del Fondo”.
Asimismo, opinó que “el Fondo debe cambiar sus exigencias a los países deudores”.
“Tienen que cambiar, no hay posibilidades, ni en la Argentina ni en el mundo. No hay política económica sana, razonable y sustentable que no considere fundamentalmente el equilibrio social de una nación. Es imposible”, remarcó el autor del proyecto.
En cambio, el opositor Martín Lousteau, señaló que el ministro de Economía, Martín Guzmán, “deberá explicar en Europa por qué un proyecto declarativo lo estamos tratando mientras él está afuera con el presidente”.
“Es mucho más fácil: llaman al ministro y discuten con él este maná que les cayó del cielo. ¿Hay que hacer un proyecto de Declaración? Pretender que esto no es una señal hacia adentro de la coalición es raro”, afirmó Lousteau.
Finalmente, consideró: “Es lindo vestir las cosas de épica pero, la verdad, hasta que no resolvamos los problemas de fondo, esa épica es vacía”.
El oficialista Jorge Taiana aseguró que el proyecto sirve para “responder a los que quieren doblarle el brazo al Gobierno argentino”.
“No nos vengan a decir ustedes cómo defender a nuestro gobierno. La forma de defenderlo es denunciando a esos portavoces que quieren cambiar el destino de los fondos especiales de giro que llegarán a la Argentina. Por eso hay que hacerlo ahora, porque el presidente y el ministro están dialogando con los líderes europeos”, explicó.
El radical riojano Julio Martínez, en cambio, opinó que la iniciativa “tiene como único objetivo marcarle la cancha al ministro de Economía”.
“No hay ningún apuro en resolver esto, porque el Fondo todavía no ha decidido nada con los Derechos Especiales de Giro”, aseguró.
El presidente del interbloque de Cambiemos, Luis Naidenoff, opinó que “en el oficialismo existen unos niveles de diferencias que deberían resolver” y llamó la atención de que “el fuego amigo genera un daño que es irreparable en el marco de una situación difícil”.
“La debilidad del presidente es manifiesta y eso se traslada a la sociedad. Encuentren denominadores comunes, no tensen la cuerda. No acompañan al Poder Ejecutivo, le marcan la cancha al ministro y juegan a las internas”, sentenció Naidenoff.
Por último, el titular del bloque oficialista, el formoseño José Mayans, cuestionó duramente la política del Fondo Monetario Internacional y respondió las críticas de la oposición.
“Dicen que le hacemos daño al gobierno. Lo que nos hizo daño fue que en el gobierno de (el expresidente Mauricio) Macri entraron 44 mil millones de dólares de préstamo y se fugaron 46 mil”, destacó.
Además, cuestionó al organismo multilateral por haber “convertido un crédito común en un crédito político”.
DA con información de agencias