Juan Grabois llegó a las 20.40 al teatro Verdi, en el barrio porteño de La Boca, abrazó a militantes que fumaban en la puerta y les dijo con claridad, para que escucharan todos: “Me acuerdo bien de cada uno de ustedes”. Saludó a cada uno con palmaditas en el rostro y se escabulló, rápido, por una de las entradas laterales.
El precandidato presidencial de Unión por la Patria, que perdió en las PASO de este domingo contra Sergio Massa, conoce bien el lugar, fundado en 1901: allí, tras la crisis del 2001, el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), la agrupación que lidera, hizo sus primeras elecciones; en 2011, sobre el mismo escenario, presentó a la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CETEP), y ahora lo eligió para hablarles a sus seguidores, a los que no lo abandonaron en la interna contra el Goliat del oficialismo.
Allí aguardó tras bambalinas los resultados electorales y volvió a pisar esas mismas tablas crujientes del pasado.
El teatro Verdi estaba adornado con fotos: Juan, sentado con su libro Los Peores en el pequeño living del expresidente de Uruguay José Mujica, mientras ambos se ríen. Juan, en la parte trasera de una camioneta cruzando un basural y levantando una bandera roja del Movimiento Territorial de Liberación Rebelde (MTL). Juan, abrazando al papa Francisco. Juan, abrazando a Cristina Fernández de Kirchner. Juan, con lentes, un cigarrillo en la boca y mirando a la nada. Había, también, banderas colgadas desde los palcos: la del Gauchito Gil, la de Eva Perón, la de Manuel Belgrano.
El público de Grabois, un dirigente social que además es abogado y tiene 40 años, es un público fiel. “La primera vez que lo vi me enamoré”, dijo Rodolfo Ramírez, un hombre de 72 años, que fue hasta el lugar y logró saludarlo. “Con Juan pasa eso: te terminás enganchando. La última vez que alguien me había flechado así fue con Néstor Kirchner”, dijo Ramírez, que había conocido a Grabois en 2010, cuando lo vio llegar a una toma de tierras en La Matanza, con 26 años, liderando el conflicto con tanta soltura que la policía decidió no reprimir, según recordó.
“Con dos escarbadientes hicimos una elección histórica”
Con una campera marrón y una blusa verde, Grabois salió finalmente al escenario que lo vio crecer. “En este mismo lugar, donde construimos la CTEP, vamos profundizar nuestras luchas sociales a nivel nacional”, dijo, animando a sus seguidores a pesar del resultado adverso. “Con dos escarbadientes hicimos una elección histórica” e “hicimos campaña con la gomera de David”, dijo también y, al respecto, celebró haber llegado a “un millón de votos”. De hecho, terminó sacando más de 1,3 millón.
A esa hora, las 22.40 del domingo, su derrota en Unión por la Patria ya estaba consumada y se confirmaba que Javier Milei era el postulante más votado en el ámbito nacional, así como la victoria de Patricia Bullrich sobre Horacio Rodríguez Larreta.
“Son los verdugos de siempre”, dijo Grabois sobre ellos. “Bullrich es realmente la enemiga a derrotar”, señaló y analizó la performance electoral del líder de la Libertad Avanza: destacó que hay una gran parte de la población a la que “la política no le dio respuesta” y “canalizó su voto por quien dice que va por los privilegios de la casta”.
“Nosotros también vamos contra los privilegios de todas las castas”, explicó el líder de Patria Grande. Y agregó: “La de los empresarios, la judicial y también la de los políticos”.
Respecto de los resultados en otras provincias, Grabois —cuyo eslogan de campaña fue “Argentina Humana”— destacó que su lista ganó en “diferentes ciudades del norte y la Patagonia”, pero lo que celebró eufórico fue que Unión por la Patria consiguió ganar la Provincia de Buenos Aires con sus votos.
Con un discurso encendido, a pesar del revés electoral, el precandidato se despidió de los suyos para trasladarse a Chacarita, para felicitar su contrincante y compartir el escenario con el resto de la dirigencia de Unión por la Patria. “Vamos a manifestar nuestro apoyo para enfrentar a los buitres que vacían nuestro país, pero también para llevar nuestro plan de desarrollo humano integral”, finalizó.
En este mismo teatro, creado en 1901, se fundaron y celebraron diferentes luchas sindicales. De hecho, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se conformó allí. El Verdi aún encierra ese ambiente de añoranza. Por eso, a las 22.30, antes que Grabois había hablado Paula Abal Medina, su compañera de fórmula: “Nos propusimos continuar el camino de Saúl Ulbaldini y con esta elección créanme que lo estamos logrando”. También estuvieron la legisladora porteña Ofelia Fernández y los diputados nacionales Natalia Zaracho y Federico Fagioili, la primera línea del sector de Grabois, que —aunque derrotado— se instaló como un espacio que dentro de Unión por la Patria será escuchado.
JJD