Definiciones en la Cámara baja

El escándalo por la visita a Astiz, el reclamo opositor sobre universidades y la SIDE jaquean a los diputados de Milei

“Ezeiza ya está”. Martín Menem está convencido que la polémica visita de seis de los diputados de La Libertad Avanza al penal de Ezeiza para encontrarse con Alfredo Astiz y otros represores de la última dictadura ya está encapsulada en los pasillos de la Cámara baja. La frustrada sesión del miércoles, pero sobre todo la repercusión mediática que tuvo el caso de violencia de género que complica a Alberto Fernández, jugó a favor del oficialismo. Cerca del riojano aseguran que está dada vuelta la página, aunque la apretada agenda de los próximos días y la dureza opositora podría generarles una complicación.

Por lo pronto el titular de Diputados confirmó para este miércoles a las 11 una sesión pedida por el PRO y LLA para retomar el temario que quedó pendiente la semana pasada (leyes sobre seguridad y tratados internacionales, más la declaración de la educación como servicio esencial). Se descuenta una votación larga, de casi 20 horas, porque desde las bancadas opositoras repudiarán el viaje de los libertarios a Ezeiza a través de cuestiones de privilegio, supo elDiarioAR de fuentes parlamentarias. La discusión sobre si habrá una sanción disciplinaria podría quedar en veremos, porque el macrismo le hizo otro favor a Menem y convocó para el jueves a una reunión de la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, que conduce Silvia Lospennato. 

“Quieren contener ahí, pero vamos a joder por varios lados. El oficialismo no dio una solución aún y no todos queremos que la salida sea un mero comunicado. Hay que encontrar una salida política”, planteó una de las principales espadas de Encuentro Federal, el bloque de Miguel Pichetto que provocó la caída de la sesión del miércoles pasado porque no bajó al recinto y dejó a Menem sin quórum. 

La falta de los 129 diputados para abrir el hemiciclo es otro fantasma que circunda al jefe del cuerpo. “Si arranca la sesión, la idea de LLA será la de fingir demencia y que pase lo que pase”, relató una legisladora oficialista, que planteó la necesidad de Menem de acuerdo mínimamente con los opositores más cercanos, sobre todo los federales y los radicales, o incluso con peronistas que puedan acercarse tácticamente al oficialismo. “Estamos justos con el quórum. Nos están contando y viendo las grietas que hay en los demás bloques para que juntar los votos”, relató la legisladora oficialista. Justo ayer Menem recibió en su despacho al gobernador de Catamarca, Raúl Jalil. De los cinco diputados catamarqueños, cuatro son de Unión por la Patria.

La intención del oficialismo en desactivar la polémica sobre la entrevista con Astiz y otros genocidas también quedó expuesta en el temario para este miércoles: no fue incluida la lavada resolución que iba a votarse en el recinto y en la que incluso llegó a estar de acuerdo el kirchnerismo a medias. El texto señalaba una “profunda preocupación por la visita realizada por un grupo de Diputados de LLA al complejo penitenciario de Ezeiza en donde se encuentran detenidos condenados por delito de lesa humanidad”, pero evitaba mencionar los nombres de los involucrados: Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Lourdes Arrieta, Alida Ferreyra, María Fernanda Araujo y –aunque no apareció en la foto difundida– Lucía Bonacci. El documento tampoco refería a un encuentro concreto con los genocidas ni hablaba de “represores”, no usaba la palabra “repudio” ni aplicaba medidas disciplinarias. Sí referenciaba a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia –el guiño que consintió UP–.

En cambio, en la orden del día de la sesión del próximo miércoles el PRO y LLA sí incluyeron, en el último punto, que se vote una “expresión de repudio y otras cuestiones conexas” sobre “fraude electoral venezolano perpetrado por el gobierno de Nicolás Maduro”. No hay referencia a la denuncia contra el expresidente Fernández, aunque seguramente en los discursos el oficialismo y sus aliados se harán eco del caso de violencia de género contra Fabiola Yáñez.

Además de cómo lidiar sobre el escándalo por sus diputados que se encontraron con los represores, Menem tiene pendiente encontrarle una salida a otros dos reclamos opositores: un pedido de la UCR para que haya una sesión el mismo miércoles, pero por la tarde, para votar la ley de financiamiento de las universidades; y la avanzada de Pichetto para que el jueves haya una sesión para voltear el DNU que le otorgó $100.000 millones en gastos reservados a la SIDE. 

“Habrá que negociar cómo transitar eso y tener quórum, para que no ocurra lo de la semana pasada”, apuntó un operador de la UCR que señaló que por ahora su pedido se mantiene en pie. Menem estaría obligado a aceptar la sesión de los radicales porque lleva la firma de diez legisladores. Para que no se pisen con el horario, el acuerdo que podría ofrecer el oficialismo es que esa iniciativa se incluya en el primer temario. 

A su vez, los federales están juntando los votos para que caiga el DNU sobre la SIDE y ya tendría el apoyo de parte de la UCR –el ala disidente de Facundo Manes–, más obviamente del kirchnerismo y la izquierda. El problema es que si la sesión del miércoles se extiende por unas 20 horas, como se estima, se pegaría a la citación pedida por EF para el jueves. Y en ese caso, se taparía la convocatoria de la comisión de Lospennato para abordar la polémica por la visita a genocidas en Ezeiza. Otra alternativa es que pase al viernes. El intríngulis lo metaforeó un ladero de Pichetto: “Hay una guerra de sesiones”.

MC/JJD