El Gobierno admite que su única prioridad es suspender las PASO y negocia con la oposición
Al Gobierno nacional solo le importa una cosa: que no haya PASO en 2025. Así se lo hicieron saber los emisarios de Casa Rosada, Lisandro Catalán y José Rolandi, a los diputados de la oposición durante una reunión en el despacho de Martín Menem. Ni Ficha Limpia ni Juicio en Ausencia, la prioridad de Javier Milei es evitar que haya elecciones primarias en estas elecciones. Y tan confiado está de conseguir el número que anticipó que buscará sesionar el próximo 6 de febrero para suspenderlas. Suspensión, no eliminación: la prenda de negociación que el Gobierno concedió a cambio de que radicales, pichettistas, PRO y partidos provinciales se sumen a su avanzada sobre las PASO y le eviten, así, tener que depender de los votos de Unión por la Patria.
Los diputados que salían del despacho de Menem, tarde a la noche, se mostraban sorprendidos: pese a la dilación de la convocatoria, pese a la dificultad que representa sumar 129 voluntades para avanzar con una reforma electoral, pese a la resistencia de muchos de sus aliados, el Gobierno nacional se mostraba confiado en que tenía el número para barrer con las PASO. Al menos por este año. Y sin necesidad —o al menos así lo daban a entender a su opo friendly— de tenderle la mano al peronismo.
De la reunión habían participado casi todos los bloques, excepto Unión por la Patria y el PRO. Aunque por motivos distintos: mientras los primeros, en tanto oposición dura, nunca son convocados a las reuniones con funcionarios del gobierno libertario, el PRO ya había cerrado hace tiempo su compromiso con Milei. El partido amarillo le había dado su OK a suspender las PASO y aprobar un proyecto de Ficha Limpa que no tenía firma de Silvia Lospennato hace más de una semana, luego de una reunión con Guillermo Francos.
La reunión del martes, en cambio, apuntaba a seducir a los indecisos, a esos bloques opositores que suelen acompañar al Gobierno pero que venían pegando un grito al cielo por la ausencia de la sanción del Presupuesto. Originalmente iban a ir unos pocos, pero el encuentro se terminó volviendo multitudinario. Estaban todas las variantes del radicalismo: desde el deloreísmo oficialista, con referentes como Karina Banfi y Soledad Carrizo, hasta el radicalismo díscolo liderado por Pablo Juliano. Estaban, incluso, los radicales ultramileistas Mariano Campero y Pablo Cervi.
Los gobernadores también habían dado el presente. Entre los diputados que les responden directamente estuvieron el misionero Carlos Fernández, el rionegrino Agustín Domingo, la sanjuanina Nancy Picón, el neuquino Osvaldo Llancafilo y el santacruceño José Garrido. No estuvo, en cambio, la salteña Pamela Caletti, representante del gobernador Gustavo Sáenz cuya postura respecto de la eliminación de las PASO aún no está clara.
De la Coalición Cívica estuvo Maximiliano Ferraro y de parte de Encuentro Federal asistieron su titular, Miguel Ángel Pichetto, y Oscar Agost Carreño. Fueron quienes abrieron el debate en torno a la falta de Presupuesto: el único de los temas álgidos de la reunión. Empezó cuando Rolandi se puso a explicar la necesidad de aprobar su proyecto de actualización de quebrantos impositivos —un beneficio impositivo a las empresas que sufrieron pérdidas que formaba parte del texto de Presupuesto 2025— cuando Pichetto lo interrumpió: “Dale Rolandi, ustedes voltearon el Presupuesto y ahora deciden qué poner y que no”, cuestionó, dando inicio a una ola de recriminaciones de todos los bloques por la negativa del Gobierno nacional a tratar el Presupuesto en extraordinarias.
Los emisarios del Poder Ejecutivo, Rolandi y Catalán, apenas si pudieron explicar la ausencia del tema, acusando a los gobernadores de exigir modificaciones “que generarían déficit fiscal”. Pasó un tiempo hasta que se logró encauzar la conversación hacia lo que verdaderamente le interesaba a la Casa Rosada: que no haya elecciones primarias en agosto.
Suspensión de las PASO sí, Ficha Limpia tal vez
“Nuestra prioridad son las PASO”, afirmó y repitió Catalán, mano derecha de Francos, en la reunión. Insistió con la eliminación, pero ante las objeciones de casi todos los bloques concedió que se podía acordar una suspensión para 2025. Insistió también con toda la reforma política, que modifica el régimen de financiamiento de los partidos políticos y las campañas, pero no hubo manera: ningún diputado, excepto los radicales más mileístas, tenía interés en tratar el tema. Era suspensión de las PASO o nada.
Si bien ninguno de los bloques terminaba de comprometer su apoyo a la eliminación o la suspensión, el Gobierno estableció un cronograma de trabajo que daba a entender que creía ya tenerlo. Los funcionarios adelantaron que el objetivo era dictaminar el martes la eliminación de las PASO, el miércoles dictaminar Ficha Limpia y ya el jueves ir a una sesión exprés en la que aprobar la eliminación de las PASO (aunque dando a entender que podrían incluir modificaciones). Ficha Limpia, en cambio, se podía dejar para la semana siguiente. Rolandi, incluso, llegó a deslizar que el tema les importaba menos que las PASO.
Algunos diputados salieron indignados. “Las sesiones extraordinarias parecen una cortina de humo para sacar las PASO, no les importa nada más”, cuestionó el radical Juliano, aunque por lo bajo, algunos de sus compañeros de bloque, analizan acompañar la suspensión el día de la sesión. “Ficha Limpia no les importa y se nota, saben que acá o en el Senado se cae. Con lo único que estaban firmes era con las PASO y parecía que tenían el número”, deslizó, más pragmático, otro de los diputados opositores que participaron del encuentro.
Para conseguir los 129 votos para eliminar o suspender las PASO, el oficialismo necesitará del aval de todo el PRO, gran parte de los radicalismos, la Coalición Cívica y todas las fuerzas provinciales. Se muestran confiados, pero en la oposición desconfían del poroteo que maneja Menem. “Creen que tienen las herramientas para convencer a los que faltan. Pero hay que ver si la superestructura de los bloques no estará asegurándoles votos que, después, se terminan yendo al baño durante la votación”, reflexiona un dirigente opositor que maneja su propio poroteo.
Muchos especularon con que el Gobierno ya había cerrado un acuerdo con el peronismo. O al menos una parte de él. Pero en UxP lo niegan. “¿Vamos a arrancar el año votando con Milei? ¿Para qué? ¿Cómo nos ayuda?”, mascullaba un dirigente de peso del peronismo. UxP, de momento, todavía no se reunió a debatir el tema en profundidad. Los jefes de bloque en Diputados y el Senado, German Martínez y Jose Mayans, recogen opiniones. Lo mismo hace Cristina Fernández de Kirchner. Pero de momento no hay una postura tomada. Las conversaciones continúan.
MC/JJD
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