Corte Suprema

El Gobierno dio otro paso para las candidaturas de Lijo y García-Mansilla y publicó la convocatoria a audiencias públicas en el Senado

elDiarioAR

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La Comisión de Acuerdos del Senado de la Nación recibirá los próximos 21 y 28 de agosto a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, respectivamente, los dos candidatos para integrar la Corte Suprema de Justicia propuestos por el presidente Javier Milei, según confirmó el Gobierno este viernes a través de la publicación en el Boletín Oficial del Aviso que da detalles del cronograma para el tratamiento de los pliegos en la cámara Alta.

De acuerdo a la comunicación oficial, el plazo para presentar preguntas y formular observaciones a las calidades y méritos de los aspirantes será desde el 23 al 29 de julio de 2024 inclusive.

Además, se detalla que las presentaciones que se efectúan “observando las calidades y méritos de los aspirantes propuestos deben contener los datos personales del presentante: nombre, apellido, nacionalidad, ocupación, domicilio, estado civil y fotocopia de su documento nacional de identidad. Si el presentante es funcionario público o representante de una asociación o colegio profesional, debe consignar, además, el cargo que ocupa. En caso de tratarse de personas jurídicas, se deben acompañar también los instrumentos necesarios a fin de acreditar la personería”.

Asimismo, debe presentarse ante por vía digital o presencial “la exposición fundada por escrito de las observaciones formuladas a las calidades y méritos del aspirante cuyo acuerdo haya sido solicitado por el Poder Ejecutivo; la indicación de la prueba que dé sustento a sus afirmaciones, acompañando la documental que obre en su poder; y todas las preguntas que quiera le sean efectuadas al interesado durante la audiencia pública”.

El aviso oficial también aclara que en ningún caso se aceptarán “observaciones o preguntas que tengan algún contenido discriminatorio”.

De esta manera, el juez federal Ariel Lijo (21 de agosto) y el abogado constitucionalista Manuel García-Mansilla (28 de agosto) tendrán sus respectivas audiencias públicas en las que pasarán, o no, el filtro de la Cámara alta. 

La acción se da en medio de fuertes rumores, ninguno oficial, de un posible intento por parte del Gobierno de ampliar el número de la Corte. En la misma línea, las dudas también marchan por el futuro de Lijo y García-Mansilla. 

A pesar de ser una figura controvertida y resistida, el pliego de Lijo parece -a priori- el más encaminado a unir la grieta entre el kirchnerismo, los dialoguistas y el propio oficialismo. García-Mansilla genera, según algunos analistas, resistencia por su perfil conservador. 

En marzo pasado, el Ejecutivo reveló las propuestas de Lijo para cubrir el quinto de la Corte lugar tras la salida de Elena Highton de Nolasco y de García-Mansilla en reemplazo de Juan Carlos Maqueda, que cumple 75 años en diciembre.

Qué puede pasar

Los libertarios están divididos por Lijo, pero también lo están sus aliados circunstanciales del PRO y la UCR. Un panorama incierto que se profundiza con el sugestivo silencio que hay en Unión por la Patria, y que se extiende también a las demás bancadas provinciales que no quieren mostrar su carta antes de tiempo. Como la designación de un juez de la Corte se define por una mayoría calificada de dos tercios de los presentes en el recinto del Senado, lo que hará el bloque peronista-kirchnerista será clave para que avancen –o no– los pliegos. 

El primer dato que revela la tirantez con la que se está manejando los nombres de los dos potenciales magistrados del máximo tribunal es que las audiencias se hayan fijado para más allá de la segunda mitad del mes próximo. Había una intención de que el proceso se acelerara y que Lijo y García-Mansilla expongan públicamente antes, pero por algo eso no ocurrió. Días atrás, fue la senadora del PRO Guadalupe Tagliaferri, quien en su cargo como jefa de la comisión de Acuerdos, le envió una nota formal a la Secretaría Parlamentaria del Senado, que depende de Victoria Villarruel, con las fechas confirmadas. 

“Las fechas surgieron de conversaciones con los demás senadores miembros de la comisión”, aclararon al lado de la legisladora amarilla. La comisión de Acuerdos que preside Tagliaferri está integrada por 17 legisladores: hay siete miembros de UP, cuatro de la UCR, dos del PRO, tres senadores de fuerzas provinciales y un solo senador libertario. Será la primera trinchera que deberán traspasar Lijo y García-Mancilla en el proceso en ciernes.

Según un informe del ministerio de Justicia, que conduce Mariano Cúneo Libarona, Lijo ya recibió 3.578 adhesiones y 328 impugnaciones, dos cifras mayores a las de García-Mansilla: 3.129 avales y 110 observaciones. Esos apoyos y rechazos deberían quedar cristalizados en las audiencias en el ámbito de la comisión.. Según el reglamento, una vez oficializadas las fechas de las audiencias, la Cámara alta publicará el 19 y 22 de julio próximos en dos diarios de circulación nacional y en el Boletín Oficial el edicto de las postulaciones. Se abre así un plazo de una semana en el se recibirán adhesiones e impugnaciones a las candidaturas, que la propia Tagliaferri analizará y podrá girar tanto a Lijo como a García-Mansilla para que respondan antes de sus exposiciones en las audiencias. Recién después de las presentaciones la comisión estará presta a firmar los dictámenes y que se vote en el recinto, un escenario aún más lejano.

De acuerdo a la nota publicada en elDiarioAR días atrás, el presidente Javier Milei ya marcó la postura oficial de que los dos nombramientos tienen que salir juntos. Una apuesta a todo nada que pone en aprietos a los senadores. Porque si Lijo es un límite para muchos que lo ven como “la encarnación de la casta”, García-Mancilla también despierta pasiones encontradas: el actual decano de la facultad de Derecho de la Universidad Austral tienen un perfil ultraconservador; por ejemplo, ya se manifestó en contra del aborto legal. 

Además hay dos polémicas cruzadas: el Gobierno postuló a Lijo pese a que la vacante fue de una mujer, Elena Highton de Nolasco renunció en octubre de 2021. Es decir que no se cumpliría el cupo femenino para el máximo tribunal. A su vez, García-Mansilla es candidato para una vacante aún no concretada: recién en diciembre próximo Juan Carlos Maqueda llegará a los 75 años, fecha límite de la Constitución para el cargo.

Ante semejante panorama, el poroteo en el recinto se presenta muy incierto. La primera división está en el oficialismo, que de los siete senadores propios se sabe que dos votarán en contra de Lijo. Los rechazos son del formoseño Francisco Paoltroni y el riojano Juan Carlos Pagotto. “El futuro del país se está jugando en la Justicia. Acá solo importa una cosa, ¿Lijo sí o Lijo no?”, le dijo ayer Paoltroni a elDiarioAR. El legislador, que está enfrentando un proceso de disputa judicial por el manejo del sello de LLA en su provincia, se mostró indignado con la formalización de las audiencias: “Demuestra que ya está todo cocinado”.

La UCR tiene 13 bancas y al menos dos ya anunciaron que irán por el no: Pablo Blanco (Tierra del Fuego) y Carolina Losada (Santa Fe). La fuerte interna en el partido obligó al senador y jefe de la fuerza Martín Lousteau a convocar pronto a una reunión del comité para encontrar una salida elegante. Esa cumbre aún no tiene fecha formal. Mientras tanto, Emiliano Yacobitti, actual vicerrector de la UBA y socio político de Lousteau, explicitó semanas atrás que está a favor de que Lijo sea juez de la Corte. 

Para el PRO, con seis bancas, Lijo también es un parteaguas. Los cordobeses Luis Juez y Carmen Álvarez Rivero votarían en contra, mientras que Tagliaferri avalaría al magistrado.

El silencio reina en las demás bancadas de la Cámara alta, sobre todo en el peronismo-kirchnerismo, que tiene 33 bancas de las 72. Que la postulación de Lijo se maneje como si fuera un tabú alimenta las especulaciones de un pacto Milei-Cristina Kirchner. “Sin el peronismo no hay Lijo, y sus votos ya están”, recogió elDiarioAR de una fuente judicial. 

La misma fuente aseguró que fue el propio Lijo el que se puso a tejer el acuerdo político de su postulación, incluso a costa del Ejecutivo, con quien el magistrado asegura que no tuvo ningún contacto. El puente entre Lijo y Milei es el supremo Ricardo Lorenzetti. “Lijo está juntando los votos para él pero le está haciendo un favor al Gobierno porque te puedo asegurar que García-Mansilla genera más rechazos, y él es que realmente le interesa al Gobierno, está más cerca de su ideología”, agregó la voz judicial al tanto de las negociaciones por los pliegos. 

IG/MC