Karina Milei se puso al frente de la nueva mesa política que el Gobierno armó con sus aliados en el Congreso para buscar una estrategia de cortafuego ante la ofensiva opositora que promete esta misma semana, casi al hilo, rechazar el veto al aumento de jubilados en Diputados, y sancionar el financiamiento universitario y voltear el DNU que le otorgó $100.000 millones a la SIDE en el Senado.
Sin el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que sigue internado, fue “El Jefe” quien se encargó de dirigir la cumbre de dos horas con legisladores del PRO y el espacio de Oscar Zago este mediodía en la Casa Rosada. También estuvo el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán. No estuvo Santiago Caputo, quien parece ya corrido de estar detrás de la estrategia parlamentaria. Por el lado legislativo participaron principalmente el jefe de la Cámara baja, Martín Menem, y los titulares de los bloques de La Libertad Avanza, Gabriel Bornoroni; del PRO, Cristian Ritondo, y del MID, Oscar Zago.
Fue la primera reunión de este tipo desde que Javier Milei recibió a los aliados legislativos hace dos semanas, cuando confirmó que iba a vetar la ley que aumentó en $13.000 las jubilaciones mínimas. Poco afecto a la rosca política, esta vez el mandatario se corrió de la escena y le dejó el lugar a su hermana, secretaria General de la Presidencia. La intención en el Gobierno es que los encuentros con los amarillos y Zago se repitan cada siete días.
En los hechos significa un interbloque ad hoc en Diputados, lo que revela la enorme necesidad que tiene Milei para hacer un contrabalance parlamentario. Si no quiere que el veto a las jubilaciones avance, necesita abroquelar un tercio de las bancadas a su favor. Con una matemática más complicada en el Senado, apuesta a armar un panmileísmo en la Cámara baja que le sirva de malla de contención. Entre LLA, el PRO y el MID suman 77 bancas; si todos los diputados están presentes a la hora de la votación, el número mágico es 85.
Karina recibió un tirón de orejas en la mesa legislativa. El grupo de Ritondo y Zago le reclamaron concretamente que el Ejecutivo les notifique con anterioridad la estrategia política y le insistieron con que se moderen los cambios en la ley de acceso a la información pública, que Milei hizo más restrictiva. La hermana del Presidente recogió el guante y habría aceptado las sugerencias.
“Queremos que no haya situaciones donde nos enteremos en el Congreso medidas del Gobierno sin que antes las podamos trabajar juntos. Porque el veto y el DNU son herramientas del Presidente que después tenemos que tratar en el Congreso”, señaló concretamente Ritondo a la salida de la cumbre, en diálogo con periodistas. “Es muy bueno estar anticipándonos para conocer cualquier tema”, planteó en el mismo sentido Zago, que hasta hace poco meses fue titular del bloque de LLA.
Sobre los cambios a la ley de acceso a la información pública, Karina aceptó abrir la discusión con otros bloques opositores, como la UCR y la Coalición Cívica de Elisa Carrió. “Hubo una intención del gobierno de ordenar los pedidos de acceso a la información. Comprenden los reclamos de que es necesario revisar esos cambios. Quedamos en volver a trabajar el tema. Puede haber un ajuste”, reconoció la amarilla Silvana Giudici, que fue vocera del tema. La intención es armar un encuentro puntual con la radical Karina Banfi y el lilito Juan Manuel López.
El voto del veto y la agenda que viene
Ritondo ratificó que el PRO votará este miércoles para ratificar el veto que Milei firmó contra la nueva fórmula jubilatoria. La espada macrista justificó que el aumento le hace “un agujero” al ordenamiento fiscal del Gobierno y le tiró la pelota al kirchnerismo por no haber ordenado las deudas de las 13 cajas provinciales.
“Hacerle pagar al Estado de una sola vez las cajas jubilatorias es producir que no sirva para nada el esfuerzo que están haciendo los argentinos y el gobierno con su plan de austeridad. El Congreso tiene que legislar en la forma de que cuando hay un gasto, generar de dónde van a salir los recursos”, cuestionó Ritondo. El posicionamiento del oficialismo es que la norma sancionada por ambas cámaras –en el Senado incluso con votos del PRO– tendría un costo fiscal para el año que viene que aumentaría el déficit en 1,8%.
En la calle habrá presión por una marcha convocada por el sector de la CGT comandado por Pablo Moyano, más las dos CTA y los movimientos sociales y piqueteros peronistas y de izquierda. “Esperemos que la movilización sea en paz, el derecho de protesta es de todos los argentinos, pero también el derecho a vivir en paz es de todos. Que detrás de un reclamo justo no haya una movilización injusta”, consideró Ritondo.
El poroteo sobre la votación contra el voto es una incertidumbre a 48 horas de la sesión. Con pocas fichas oficialistas, el Gobierno necesita que se sienten en sus bancas algunos diputados provinciales que en la anterior votación se abstuvieron o se ausentaron. Si el tablero se repite como en junio –160 apoyos y 72 rechazos, con 8 abstenciones y 16 ausencias– la oposición conseguiría rechazar el veto, aunque faltaría después la votación en el Senado.
Un dato en la intención oficialista de quebrar voluntades provinciales es que estuvo en la reunión Catalán, el encargado de hablar con los gobernadores. Sugestivamente la reunión se realizó en el conocido Salón de las Provincias de la Rosada. Podría ser determinante también que haya un guiño para los distritos en el Presupuesto 2025, que Milei irá a presentar al recinto de Diputados el lunes que viene.
Otra presencia llamativa en la reunión fue la de Sturzenegger, quien no había estado en otras oportunidad. El ministro tiene pendiente enviar al Congreso la famosa “ley hojarasca”, que busca hacer una “limpieza” de un sinfín de normas ya en desuso. Estaría en la agenda más próxima de la Rosada.
En la cumbre con el PRO y el MID también estuvieron el secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Maximiliano Fariña; el secretario de Relaciones Parlamentarias, Omar de Marchi. También, en representación del Ministerio de Justicia, se hicieron presente Flor Zicavo; y por la Secretaría de Educación, la asesora Eugenia Minolli. Entre los diputados participaron Nadia Marquez, Carlos Zapata y Santiago Santuario (de LLA), Silvia Lospennato (PRO) y Eduardo Falcone (MID).
MC/JJD